Miles de personas huyen de los combates en Siria y se refugian en Líbano
Miles de personas huyen de los combates en Siria y se refugian en Líbano
Se estima que 6.000 personas han huido de sus casas en Qarah, Siria, y han llegado a la frontera este de Líbano. Los socios humanitarios de ACNUR llevan desde el viernes pasado en la zona trabajando con el Ministerio de Asuntos Sociales y las autoridades locales para hacer frente a este flujo.
El detonante de este nuevo desplazamiento ha sido la escalada de violencia en Oarah y sus pueblos limítrofes. Los refugiados han contado a ACNUR que han estado viviendo en refugios subterráneos durante días antes de decidirse a huir. Una familia de diez miembros ha relatado que se metieron en un coche todos el sábado por la noche para huir de una situación, que se ha vuelto ya "insoportable".
La mayoría de los recién llegados están ahora en Arsal, en el noreste del Líbano. Se trata de una localidad cerca de la frontera, que acoge ya a unas 60.000 personas, entre ellas unos 20.000 refugiados sirios registrados antes de este nuevo flujo.
Alrededor de 100 familias pasaron por Arsal para llegar a pueblos cercanos como Jdeide, Fakeha y Al-Ain, mientras las autoridades locales informaron a ACNUR de que aproximadamente 300 familias habían regresado el domingo a Yabud, en Siria.
ACNUR y sus socios tienen en marcha planes de contingencia para estos desplazamientos repentinos. Se teme que la violencia constante en las proximidades de Oarah y en el centro de Oalamoun puedan hacer que más sirios se vean obligados a huir a la zona del este de Bekaa.
Más de 1.000 familias recién llegadas a Arsal se han registrado en los municipios locales en los últimos tres días y se les ha dado ayuda de emergencia. La asistencia incluye raciones de alimentos, mantas, esteras, utensilios de cocina y paquetes higiénicos.
Dar alojamiento este gran número de personas sigue siendo un reto. Los recién llegados han sido trasladados a cuatro refugios colectivos en espacios públicos y mezquitas. Hasta 80 familias han encontrado cobijo en asentamientos informales mientras que otras han buscado cobijo en edificios en construcción o han sido acogidas por familias locales. Ninguna de estas son soluciones a largo plazo.
ACNUR y sus colaboradores están preparados para proporcionar refugio si el gobierno aprueba el uso de terrenos. Mientras tanto, se está haciendo todo lo posible para que los alojamientos temporales estén protegidos contra los elementos y ofrezcan cierta comodidad a los refugiados.
El acceso al agua potable y a las instalaciones sanitarias también es un problema. Los socios de ACNUR están suministrando letrinas y tanques de agua para aliviar esta situación y han desplegado unidades médicas móviles que pueden dar servicio inmediato. El Ministerio de Salud Pública y los socios de ACNUR han suministrado vacunas y suplementos de vitamina A. Las mujeres embarazadas y los refugiados heridos de guerra también están recibiendo asistencia urgente.