Camerún: Refugiados nigerianos se alejan de la volátil zona fronteriza
Camerún: Refugiados nigerianos se alejan de la volátil zona fronteriza
GINEBRA, 21 de julio de 2015 (ACNUR) – La violencia y la inseguridad han seguido afectando a los movimientos de población en el norte de Nigeria y en los países vecinos, informó la agencia de la ONU para los refugiados el martes 21 de julio.
En la remota región del Extremo Norte de Camerún, un flujo constante de refugiados nigerianos está pasando desde la volátil zona fronteriza entre Nigeria y Camerún buscando refugio unos 100 km hacia el interior en el campamento de Minawao, gestionado por ACNUR y sus socios.
El personal sobre el terreno de ACNUR dijo que, en promedio, alrededor de 100 personas cada día están siendo registradas en el campamento, el cual fue inaugurado en julio de 2013. Desde finales del año pasado, la población del campamento ha aumentado de 30.000 a 44.000 personas.
"Los que llegan al campamento son principalmente ciudadanos nigerianos que habían huido anteriormente a Camerún para escapar de la violencia en el noreste de Nigeria, pero que habían preferido quedarse muy cerca de la frontera, esperando un rápido regreso a casa. Los refugiados dijeron que habían huido de los ataques de los milicianos en el estado nigeriano de Borno", dijo el portavoz de ACNUR Leo Dobbs en una conferencia de prensa en Ginebra.
En las últimas semanas, ha habido ataques y enfrentamientos en el lado de Camerún de la frontera, incluyendo el primer atentado suicida en Camerún el 12 de julio, en la ciudad de Fotokol, en el Extremo Norte.
Como parte de su respuesta a la creciente inestabilidad, el Gobierno de Camerún ha comenzado a registrar a los refugiados nigerianos en la misma zona fronteriza.
"El personal sobre el terreno de ACNUR informó de que este proceso de registro ha provocado el temor entre algunos refugiados a que sean devueltos a Nigeria en contra de su voluntad", agregó Dobbs.
Añadió que ACNUR y el Gobierno están interpelando a los refugiados en la zona fronteriza sobre dónde quieren ir.
"Algunos podrán optar por regresar a zonas seguras en Nigeria, mientras que otros quizá quieran mudarse al campamento de Minawao. Este proceso continuará en los próximos días y semanas", explicó.
Algunos de los que llegaron al campamento dijeron que se habían quedado sin comida cuando estaban cerca de la frontera y querían beneficiarse de la distribución de alimentos en Minawao. Muchos de los recién llegados están siendo alojados temporalmente en una escuela construida con lonas, actualmente cerrada por las vacaciones de verano.
El campamento se encuentra en una zona relativamente árida; la madera para la construcción de refugios tiene que ser transportada desde las regiones boscosas del sur de Camerún, que están por lo menos a dos días de distancia en camión.
"Siempre hemos tenido un problema con el suministro de madera", uno de los administradores de los campamentos dijo: "y luego cuando recibimos la madera, a veces nos enfrentamos también a la escasez de clavos para levantar los refugios".
Desde el campamento de Minawao se puede ver el impresionante conjunto montañoso de Mandara, que marca la frontera entre Camerún y Nigeria.
Las montañas son una de las zonas donde se cree que los insurgentes nigerianos tienen escondites, según dijeron los refugiados que están familiarizados con la zona. Los soldados de las fuerzas militares regionales aliadas -principalmente de los ejércitos de Nigeria, Chad, Níger y Camerún- han ido aumentando las operaciones conjuntas contra los insurgentes en los últimos meses.
Estas operaciones se realizan a través de grandes áreas de África occidental y central. Según se ha informado, las operaciones militares han dispersado a los insurgentes, pero no han logrado detenerlos por completo.
ACNUR tiene acceso limitado a la región del Extremo Norte por razones de seguridad, pero estima que el número de refugiados no registrados en la zona sea de unos 12.000. Las autoridades camerunesas dicen que este número podría alcanzar los 17.000.
Por otro lado, en la región de DIffa, en el sur de Níger, las autoridades informaron de la llegada de unas 2.500 personas que huyeron de Nigeria tras un ataque la semana pasada por parte de insurgentes en la ciudad de Damassak.
Los recién llegados son principalmente mujeres, niños y personas mayores. Llegaron a las aldeas fronterizas de Chetimari y Gagamari, situadas a 20 km de Damassak. Según las autoridades de Níger, cerca del 80 por ciento de los que llegan son refugiados nigerianos y el restante 20 por ciento repatriados de Níger.
Algunos de los recién llegados habían huido de sus hogares el año pasado, después de un primer ataque en Damassak y volvieron recientemente. Algunos refugiados se están quedando con las mismas familias de acogida con las que se quedaron el año pasado mientras otros duermen al raso o en refugios improvisados.
La mayoría de los recién llegados dijeron que prefieren quedarse en Chetimari y Gagamari en lugar de en el campamento de refugiados de Sayam, más hacia el interior.
"Tienen la esperanza de regresar a Nigeria tan pronto como sea posible. Los locales han estado compartiendo sus escasos recursos con ellos, incluyendo el agua y los alimentos. Los equipos de ACNUR no pueden acceder a la zona de la frontera por motivos de seguridad", dijo Dobbs.
Más de 100.000 personas han huido de Nigeria y han encontrado refugio en Níger desde mediados de 2013. La inseguridad también ha desplazado a 18.400 nigerianos a Chad y ha dejado al menos 1,5 millones de personas desplazadas dentro de Nigeria, principalmente en los estados de Adamawa, Borno y Yobe.
Por Mark Doyle y Hélène Caux, en África Occidental
Gracias al Voluntario en Línea Carlos Alberto Serrano Redondo por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.