Una bibliotecaria tranquila y un artista sirio forman un vínculo improbable
Una bibliotecaria tranquila y un artista sirio forman un vínculo improbable
MALMÖ, Suecia, 1 de septiembre de 2016 (ACNUR) – Alqumit Alhamad es sirio, musulmán y gay. Él llegó a Suecia en un día nevado en febrero pasado con un pequeño maletín que contenía un cambio de ropa, algunos instrumentos de arte y CDs de Lady Gaga, Björk y Barbra Streisand.
"Los guardas en Europa me veían extraño cuando revisaban mi bolso", dijo. "Pero no me importa. No puedo vivir sin mi música".
El artista de 24 años que huyó de Raqqa, al norte de Siria, en 2012 cuando extremistas hicieron de la ciudad su sede. Alqumit y su familia fueron primero al puerto de Latakia, y él viajaba a diario a Alepo para terminar la universidad. Después de que cayeran misiles en el campus, él huyó a Europa por Grecia en noviembre de 2015.
Cuando llegó a Suecia, se quedó en un campamento certificado para comunidad LGBT en Västerås. Después de tres meses, él conoció a Linnea Tell a través de un amigo y una organización llamada Bienvenidos Refugiados, la cual ayuda a conectar a refugiados con anfitriones locales. Los dos se llevaron bien, y Linne lo invitó a quedarse con ella y su hijo de nueve años, Vidar, en Skurup, a 38 kilómetros de Malmö.
Alqumit se mudó con ella en mayo de este año.
"No puedo decir lo mucho que mi vida ha cambiado y lo libre que me siento", dijo. "Todos los días me despierto y digo: Oh Dios mío, estoy en Suecia. Es mágico. Puedo decir lo que me gusta, puedo hacer lo que me gusta. Las personas aquí, el apoyo, la cultura, la seguridad. Es completamente otro mundo, especialmente para personas gay árabes".
"No puedo decir lo mucho que mi vida ha cambiado y lo libre que me siento"
Alqumit y Linnea han formado una amistad improbable. Él es extravagante y ella es tranquila. Linnea estudia una maestría en bibliotecología y ciencias de la información en la Universidad de Lund y trabaja medio tiempo como bibliotecaria.
Ambos pasan la mayoría de las noches juntos después de que Linnea termina de trabajar, estudiar y acuesta a su hijo.
"Ella toma su té verde y yo hago un té negro árabe y hablamos. Hablamos sobre todo, nuestros ex novios, nuestras familias, nuestros trabajos", dijo Alqumit. "Ella es como una hermana mayor para mí. Cuando tengo citas, ella escribe el nombre y el número del chico, por cualquier cosa".
Alqumit usa el arte como mecanismo de supervivencia. Él empezó a dibujar cuando comenzó la guerra, y siempre dibuja mariposas. "Para mí, las mariposas representan la inmortalidad y el renacimiento".
Alqumit ahora habla abiertamente del trauma que pasó en Siria. Él habla sobre cómo fue abusado en su niñez, cómo una bomba mató a su vecino y él vio un cuerpo muerto por primera vez, cómo algunos de sus amigos fueron torturados por militares. Muchos homosexuales fueron lanzados de edificios en su ciudad, él cuenta.
Ahora se prepara para su próxima exhibición de arte, la cual se dará en Nyköping en mayo de 2017.
Esta historia es parte de una serie llamada Un lugar sin extraños, que presenta a refugiados y sus anfitriones en Europa. Un año después de la muerte por ahogamiento de Alan Kurdi, refugiado sirio de tres años, miles de personas se han unido para acercar las diferencias culturales y barreras de lenguaje, y mostrar compasión, esperanza y humanidad, aun cuando algunos gobiernos europeos continúan construyendo obstáculos. Su generosidad es un ejemplo para el mundo.