La crisis de refugiados de Sudán del Sur es la que más crece de todo el mundo
La crisis de refugiados de Sudán del Sur es la que más crece de todo el mundo
Ocho meses después del inicio de la violencia en Sudán del Sur, una hambruna producida por la combinación del conflicto y de la sequía ha derivado en la crisis de refugiados que crece más rápidamente de todo el mundo.
El desplazamiento total desde Sudán del Sur a la región circundante asciende ya a 1,6 millones de personas. El ritmo de crecimiento es alarmante, lo que supone una presión imposible de soportar en una región significativamente pobre, cuyos recursos para hacer frente a esta crisis se consumen rápidamente.
Ningún país vecino es inmune. Los refugiados huyen a Sudán, Etiopía, Kenia, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana. Casi la mitad ha cruzado a Uganda, donde, en cuya parte norte la situación es crítica. Hasta hace poco, se producían 2.000 llegadas diarias. El máximo se alcanzó en febrero, con más de 6.000 en un solo día. En marzo, el pico ha sido de más de 5.000, con una media diaria de 2.800 llegadas, en estos momentos.
Como consecuencia de la rapidez del flujo migratorio, las instalaciones de tránsito en el norte de Uganda, establecidas para las nuevas llegadas de refugiados de Sudán del Sur, se han visto sobrepasadas. Las recientes lluvias en la región no ayudan, sino que añaden mayores perjuicios.
La situación actual en Uganda está mostrándose como la primera y más importante prueba a los compromisos que se hicieron en septiembre en la Cumbre sobre Refugiados y Migrantes de Nueva York, incluyendo el decisivo cambio de enfoque para con crisis de esta clase: el Mecanismo Integral de Respuesta a Refugiados (CRRF, por sus siglas en inglés).
Uganda está en la primera línea para llevar a cabo esta nueva propuesta. Junto a otros cinco países, ha accedido a liderar el CRRF a través de acciones que integren los esfuerzos humanitarios y los de desarrollo. Aquí se incluye la provisión de tierra para los refugiados, su inclusión en los planes nacionales de desarrollo, y su acceso al mercado de trabajo.
Estos esfuerzos se encuentran gravemente expuestos al riesgo de fallo a no ser que reciban apoyo urgente y a gran escala. En estos momentos, la financiación para los refugiados de Sudán del Sur en la región se sitúa en apenas el 8% de los $781,8 millones de dólares necesarios. La solicitud de ACNUR para financiar la operación en Uganda se queda corta por más de un cuarto de millón de dólares (267 millones).