16 Días de Activismo: enfrentando la violencia sexual y de género en el Congo
16 Días de Activismo: enfrentando la violencia sexual y de género en el Congo
KINSHASA, República Democrática del Congo, 10 de diciembre (ACNUR) – La violencia sexual y de género constituye un serio problema en la República Democrática del Congo y por ello, para marcar los 16 Días de Activismo contra la Violencia sexual y de Género, las oficinas del ACNUR en todo el país han estado concientizando a la población sobre este flagelo por medio de una serie de eventos.
Miles de personas han participado en la campaña, incluyendo a muchas personas afectadas por el desplazamiento forzado. Varios eventos se han centrado en el tema de este año: "Seguridad en la escuela". Por ejemplo en Kinshasa, la capital, el ACNUR y su socio ERUKIN, que apoya a los refugiados urbanos, han estado organizando presentaciones para crear conciencia sobre la VSG, así como debates entre niños y niñas en la Escuela Bolinga en Kinshasa.
Los estudiantes abordaron estos temas con entusiasmo, participaron en los juegos de rol y obtuvieron información acerca de un problema que amenaza a muchos de los grupos de riesgo, como por ejemplo las mujeres, los hombres, las niñas y los niños desplazados forzosos en el este y noreste del país. "¿Qué pasa si una niña es abusada en casa, pero su familia no le permite hablar" preguntó una estudiante, tocando un tema delicado porque el estigma asociado a la violación y otras formas de VSG, provoca que muchas de las personas sobrevivientes elijan sufrir en silencio y carezcan de acceso a la ayuda.
En otros eventos organizados por el ACNUR y sus socios durante los 16 Días de Activismo en las provincias de Ecuador, Katanga, Kinshasa, Kivu del Norte, Kivu Sur y Orientale se han planteado preguntas similares. Estos eventos han contado con la participación de más de 10.000 personas, entre estudiantes, padres, maestros, líderes comunitarios, jefes tradicionales, agentes de policía, militares y funcionarios del gobierno.
Muchos se han vuelto insensibles a la VSG con el paso de los años de conflicto, violencia y anarquía, pero el ACNUR cree que es un tema que debe ser abordado por todos, debido al sufrimiento que causa, la impunidad de los agresores, y la escala del problema. Durante los primeros nueve meses del año se registraron 4.012 casos de violencia sexual y de género a través del sistema de monitoreo de protección del ACNUR. La cifra real probablemente es mucho más alta; los casos de VSG por lo general no son denunciados debido al estigma, el miedo a las represalias y otros obstáculos.
La mayor parte de los casos de VSG reportados están vinculados al conflicto. Un total 1.478 de los casos fueron perpetrados por civiles. La violencia sexual en el hogar o por parte de civiles sigue siendo un tema tabú y por lo general no se denuncia. La mayor parte del tiempo, las familias involucradas resuelven los casos entre ellas, que por lo general se traduce en acuerdos injustos o perjudiciales para los sobrevivientes.
En la provincia de Ecuador en la República Democrática del Congo, un área de retorno para las personas refugiadas provenientes de la República del Congo, sólo se reportaron 73 casos de violencia sexual y de género en septiembre de este año y 94 en octubre, pero esto no significa que aquí la VSG es un problema pequeño.
"El número de casos denunciados permanece muy bajo. La gente no denuncia los casos de violencia sexual. Estamos intentando aumentar la conciencia sobre este tema por medio de actividades de sensibilización", explicó Guening Massama Kiliouto, jefe de la oficina del ACNUR en el terreno en Buburu, una pequeña ciudad en la provincia de Ecuador.
Durante una sesión de sensibilización organizada conjuntamente por el ACNUR y sus socios de AIDES (Acción et pour le Développement Intervention et l'Encadrement Social) y IEDA Relief (International Emergency and Development Aid) la semana pasada en Buburu, los niños, los maestros y las autoridades locales presentes reconocieron que la violencia sexual es un problema generalizado pero permanece oculto. "Es una realidad en el terreno, incluso si no recibe reconocimiento oficial", dijo Elvis Welende, oficial de protección de IEDA.
"En el caso de una violación, ellos [la familia de la víctima] invitan a la familia del violador para hablar y decirles que no quieren acudir a la policía o al juzgado. Entonces la familia del hombre acepta pagar ", dijo Julie*, una viuda de 45 años cuya hija de 15 años de edad, fue violada por un hombre mayor. Ella dijo que había oído hablar de un caso en que se pagaron US$ 600 dólares a la familia de la víctima.
El matrimonio precoz es otra manera de resolver los casos de violación discretamente entre dos familias. "Los padres piden al agresor pagar por los años que la niña perderá de escuela. Un grado escolar equivale a 20.000 francos CFA [EE.UU. $ 40] y una botella de pastis local o una caja de cerveza", agregó Julie.
Durante la campaña en Buburu, IEDA hizo hincapié en la necesidad de denunciar la violación y la violencia sexual. "Depende de nosotros, los padres o de las víctimas, denunciar los casos para asegurar que el perpetrador es llevado ante la justicia. Yo los invito a ser muy cuidadosos y denunciar los casos de violación, para desalentar a quienes se sienten tentados de cometer tales crímenes ", dijo Welende a los estudiantes, profesores, padres y funcionarios locales reunidos ante él.
A través del monitoreo de protección, IEDA trata de identificar y llevar un registro de los casos de violencia sexual y de los que implican otras formas de VSG, para garantizar que reciban los servicios de apoyo que necesitan, incluyendo el acceso a la justicia. " . . . [Un] problema al que nos enfrentamos es que los monitores de protección que identifican los casos, tienen acceso a menos de una cuarta parte del territorio debido a las malas condiciones del camino y las dificultades logísticas", explicó Kiliouto del ACNUR.
Al final de cada sesión de sensibilización en Buburu y los pueblos de los alrededores de las orillas del río Oubangui, los participantes pidieron que se realizaran más actividades de sensibilización sobre la prevención de la violencia sexual, así como más apoyo para desarrollar planes de estudios sobre el tema en las escuelas.
En esta parte remota del país, el acceso a la justicia es otro desafío. El tribunal más cercano está en Mdandaka, a más de 200 kilómetros de distancia y accesible sólo por río. Tanto las autoridades como la población ponen de relieve la necesidad de tribunales móviles para combatir la impunidad.
Los 16 Días de Activismo es una campaña internacional que surgió del primer Instituto de Liderazgo Global de las Mujeres en 1991. Los 16 Días de Activismo terminan hoy, en el Día Internacional de los Derechos Humanos. Esta campaña reúne al ACNUR, sus socios, las personas de interés y las comunidades de acogida en todo el mundo para realizar un llamamiento conjunto para poner fin a la violencia sexual y de género en todas sus formas.
*Nombres cambiados por motives de protección.
Por Céline Schmitt en Kinshasa, República Democrática del Congo