Un mes después de los incendios en Moria, ACNUR alerta del deterioro de las condiciones con la llegada del invierno

Cuatro semanas después de que los incendios destruyeran el Centro de Recepción e Identificación gubernamental de Moria, en Lesbos, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, reitera su llamamiento para una acción urgente y alerta de que es preciso mejorar las condiciones para evitar un deterioro mayor de las condiciones de vida de unos 7.800 refugiados y solicitantes de asilo que están actualmente alojados en el asentamiento de emergencia en Kara Tepe.

El clima frío y el inicio del invierno van a traer aún mayor sufrimiento para las personas se encuentran allí alojadas. Hay lagunas críticas en drenaje, agua, saneamiento, higiene y servicios de salud, que tienen que abordarse sin demora.

Las fuertes lluvias del 8 de octubre han agravado la situación para los residentes en este asentamiento de emergencia gestionado por el gobierno de Grecia. Algunos han visto cómo sus tiendas quedaban inundadas. ACNUR ha realizado visitas de seguimiento de protección para evaluar la situación en el asentamiento tras fuertes lluvias y ha dado prioridad a la distribución de lonas plásticas aislantes para aquellas personas cuyas tiendas han resultado más afectadas por la lluvia. Algunos refugiados han buscado por sí mismos otras soluciones provisionales, como zanjas para canalizar el agua alrededor de sus tiendas y evitar inundaciones, dado que todo el asentamiento carece de un sistema de drenaje adecuado.

El Centro de Recepción e Identificación gubernamental de Moria fue devastado por el fuego el 9 de septiembre, dejando a 12.000 hombres, mujeres y niños en situación de calle. Las autoridades griegas movilizaron con celeridad al ejército heleno y a los actores humanitarios para establecer un alojamiento de emergencia. Las autoridades nacionales y las agencias que trabajan en Lesbos han hecho un esfuerzo considerable. Sin embargo, las condiciones de vida en el asentamiento de emergencia siguen necesitando mejoras con urgencia.

ACNUR y otras entidades humanitarias han alertado a las autoridades griegas de los riesgos de seguridad que existen en este asentamiento de emergencia y exigen una acción inmediata. El área es propensa a inundaciones y el espacio donde se han montado las tiendas de campaña de emergencia no está equipado para proporcionar la protección necesaria frente a los elementos y las bajas temperaturas.

A petición de las autoridades griegas y en apoyo a la respuesta humanitaria que el Gobierno ha estado liderando, ACNUR está proporcionando grava para ayudar a reducir de alguna manera el riesgo de inundaciones en la zona de tiendas y en las áreas comunes. A medida que bajan las temperaturas y aumenta la humedad, ACNUR está proporcionando paquetes con materiales de aislamiento para las tiendas de campaña, planchas de madera y contrachapado para las tiendas familiares.

Sin embargo, esto son solo intervenciones a corto plazo que no son adecuadas ni suficientes para aguantar el invierno. ACNUR ha reiterado a las autoridades la necesidad de hacer esfuerzos a gran escala, como garantizar rápidamente un drenaje adecuado en todo el asentamiento y asegurar mejores condiciones de acogida para las personas más vulnerables y sus familias. Al mismo tiempo, ACNUR continúa haciendo un llamamiento para que se incrementen los traslados a la península griega a alojamientos adecuados.

Con la llegada de nuevas lluvias e inclemencias climatológicas, ACNUR urge a que se tome una acción inmediata en todas las islas griegas del mar Egeo. En Samos, donde casi 4.500 personas continúan alojadas en condiciones inadecuadas y de hacinamiento, la mayoría están viviendo en tiendas de campaña de verano o en chabolas hechas con maderas, en las afueras del centro de recepción gubernamental, con capacidad para alojar sólo a 650 personas. El sufrimiento de estas personas se puede evitar si se van poniendo en marcha los preparativos para el invierno y se traslada a un mayor número de refugiados y solicitantes de asilo hacia alojamientos adecuados.

Entre tanto, es positivo ver los esfuerzos que se han realizado este mes para descongestionar los asentamientos sobrecargados en todas las islas del mar Egeo, a través del traslado a la península de los solicitantes de asilo más vulnerables y de las personas que hayan obtenido el estatuto de refugiado, bajo el liderazgo del Gobierno. Desde ACNUR se continúa dando apoyo y animando a que se agilicen estos esfuerzos.

En un momento en el que se incrementan las necesidades de contar con alojamientos adecuados para solicitantes de asilo en Grecia, ACNUR está especialmente preocupado por los planes anunciados de cerrar las instalaciones en la isla de Lesbos, que han estado dedicadas a alojar a centenares de las familias, mujeres y niños más vulnerables.

Entre estos centros estaría el centro de acogida municipal en Kara Tepe y PIKPA, un espacio de solidaridad autogestionado. Una de las personas fundadoras, Efi Latsoudi, recibió el Premio Nansen para los Refugiados de ACNUR en 2016 por su incansable labor ayudando a miles de refugiados que llegaban a las costas griegas, proporcionando un lugar seguro para los más vulnerables.

Hasta que se puedan garantizar unas soluciones más dignas y completas, ACNUR pide a las autoridades griegas que mantengan este tipo de actividades que dan protección y respuesta a las necesidades específicas de personas refugiadas especialmente vulnerables

Para más información sobre este tema, puede contactar:

• En Atenas, Stella Nanou, [email protected], + 30 69 4458 6037 
• En Ginebra, Shabia Mantoo: [email protected], +41 79 337 7650