Proyecto con niños refugiados presenta posibles caminos para la integración en São Paulo
Proyecto con niños refugiados presenta posibles caminos para la integración en São Paulo
SÃO PAULO, Brasil, 22 de diciembre de 2017 (ACNUR)? – Que la educación debe considerarse como la llave para el futuro, eso es un hecho. La duda, sin embargo, radica en la cuestión de la integración de los niños en situación de refugiados en el contexto escolar brasileño.
De acuerdo con las experiencias de las profesionales del proyecto Ciudadanos del Mundo, apoyado por ANCUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados) y realizado por la organización IKMR (I Know My Rights), los niños refugiados siempre están dispuestos a aprender y les gusta convivir en el ambiente escolar. Sin embargo, es necesario considerar tres aspectos fundamentales para su pleno desarrollo: la accesibilidad, la adaptación y la integración al nuevo contexto.
De acuerdo con la directora del proyecto Ciudadanos del Mundo, Ana Carolina Alonso, no es suficiente con que los niños estén presentes en el sistema educativo, lo que ya es en sí un desafío. Es necesario que la familia participe, comprendiendo el sistema educativo brasileño, las formas de sociabilidad y los objetivos de la educación. Así también, los profesores deben estar comprometidos con esta propuesta y ya hay muchos ejemplos de buenas prácticas en la ciudad de São Paulo.
El director de la EMEF Infante Don Henrique, Claudio Marques da Silva Neto, apoya esta idea y afirma que "No basta que la escuela sea democrática, sino que debe promover la democracia. La escuela debe buscar entender los dilemas que suceden en su ambiente y la llegada de los alumnos extranjeros es parte de nuestra realidad".
En esta escuela de educación básica, todos los alumnos que se inscriben dan a conocer su país a los demás alumnos, volviéndose interlocutores de su propia historia y de la visión que tienen del mundo. De esta forma, se toma a la inmigración como eje narrativo del proyecto pedagógico y como resultado, los alumnos extranjeros se sienten como parte del proceso de aprendizaje y ya demuestran mejor desempeño que los alumnos nacionales.
Los datos previos que fueron presentados en el informe por el equipo de IKMR, que serían concluyentes a inicios del 2018, confirman que muchas veces el desempeño escolar no corresponde con el desarrollo real de los niños, se necesita ir más allá de las calificaciones, entender todo el complejo contexto de adaptación de esos niños.
Lo que fue evidente en el seguimiento de las 1.107 visitas familiares hechas a lo largo del 2017 en los barrios con mayor presencia de residentes refugiados en la gran ciudad de São Paulo, es que hay en el ambiente un estereotipo notable en la percepción de los refugiados, principalmente en los momentos iniciales, reflejo de la realidad de los diferentes idiomas: del total de 49 niños atendidos este año, el 59% son de Siria, 29% de la República Democrática del Congo, 10% de Palestina y 2% de Angola; 71% de los niños hablan árabe, 17% francés y 12% lingala.
Evidentemente, la barrera lingüística inicial impacta en todo el proceso de aprendizaje, lo que hace que el personal docente de las escuelas se preocupe por esta cuestión, así como las autoridades públicas. En octubre del 2017, el gobierno del estado de São Paulo publicó una guía que orienta a los educadores sobre la acogida de alumnos extranjeros, refugiados y migrantes.
La guía ya está disponible en línea (haga clic para descargar) y es ya una referencia para promover conocimientos legales y estructurales sobre la integración de estudiantes extranjeros en el sistema educativo brasileño, ya que solo un ambiente favorable propicia que los niños extranjeros ejerzan sus derechos.
En septiembre del 2017, ACNUR publicó un informe global, que resalta las desigualdades en el acceso a los diferentes niveles de educación en todo el mundo. Globalmente, el 91% de los niños asisten a la escuela, pero entre los niños refugiados, solo el 61% está inscrito. En la enseñanza media, el 84% de los menores está inscrito, pero esa proporción baja el 23% con respecto a los niños refugiados. La situación es aún más crítica en a nivel de enseñanaza superior. En todo el mundo, el 36% de los estudiantes llega a la universidad, sin embargo, solamente el 1% de los refugiados tiene acceso a ese nivel educativo. Para mayor información visite www.unhcr.org/left-behind.
Ya que los niños representan más de la mitad de los 22,5 millones de personas refugiadas en el mundo, las actividades de integración y acogida son fundamentales para que los niños que huyen de los conflictos armados, la violación de los derechos humanos y las persecuciones por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política, puedan vivir un nuevo futuro prometedor.
Por Miguel Pachioni, de São Paulo, Brasil
Gracias a la Voluntaria en Línea Mónica Mariana Castañeda Veliz por el apoyo ofrecido con la traducción del portugués de este texto.