Se conmemoran los 15 años del Sistema Nacional de Protección de Refugiados en Guatemala
Se conmemoran los 15 años del Sistema Nacional de Protección de Refugiados en Guatemala
CIUDAD DE GUATEMALA, Guatemala, 27 de junio de 2017 (ACNUR) – En el marco del Día Mundial del Refugiado, que se celebra cada año el 20 de junio, se conmemora la fuerza y resiliencia de más de 65,6 millones de personas en el mundo que han sido forzados a huir de sus hogares por guerras, persecuciones y violencia. En esta fecha, también se reconoce la solidaridad de los países, comunidades y personas alrededor del mundo que acogen a los refugiados y desplazados internos, ofreciéndoles un hogar seguro, y una bienvenida a sus escuelas, espacios de trabajo y sociedades.
En el 2017, el Sistema Nacional de Protección de Refugiados en Guatemala cumple 15 años. Con el fin de visibilizar las principales tendencias, avances y desafíos en los procedimientos de refugio en Guatemala, los Ministerios que componen la Comisión Nacional para Refugiados (CONARE), con el apoyo de ACNUR, presentaron el Informe 15 Años del Sistema Nacional de Protección de Refugiados en Guatemala, que muestra un análisis estadístico de 2002 a 2016.
El evento contó con la participación de instituciones de gobierno y también contó con la participación de la Agencia de Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad civil. La mesa principal estuvo conformada por: Vilma del Rosario Xicará Tahay, II Viceministra Administrativa del Ministerio de Gobernación; Mina Griselda González Navichoc, Viceministra de Previsión Social y Empleo del Ministerio de Trabajo y Previsión Social; Embajadora Arabella Woolfolk de Chinchilla, Directora General de Asuntos Consulares y Migratorios del Ministerio de Relaciones Exteriores; Carolina Miranda, Directora de la Dirección General de Migración y Enrique Valles, representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en Guatemala (ACNUR).
En los hallazgos más relevantes del informe se destaca un aumento de 206% en el número de solicitudes de refugio presentadas en Guatemala de 2014 a 2016. La actual situación de violencia en los países del Norte de Centro América obliga a cientos de personas a huir en busca de protección, siendo la mayoría de los solicitantes de refugio en Guatemala originarios de El Salvador y Honduras. Un total de 95 niños, niñas y adolescentes solicitaron refugio en Guatemala desde el 2002, incluyendo a 5 adolescentes no acompañados. La CONARE se volvió mucho más productiva y eficiente en los años más recientes, aumentando el número de reuniones anuales y reduciendo a 3 meses el tiempo total para la resolución de una solicitud. Desde el 2014, la CONARE reconoció el estatuto de refugiado de 167 personas, llegando a un total de 300 personas reconocidas como refugiados en Guatemala hasta finales del 2016. De esta población refugiada, el 48% son mujeres, 52% son hombres; siendo el 21% del total niños, niñas y adolescentes. Las personas refugiadas son de 9 nacionalidades diferentes, particularmente de El Salvador (50%), Nicaragua (33%) y Honduras (11%).
ACNUR también informó que, de acuerdo al estudio anual de la organización sobre la situación del desplazamiento, al terminar 2016 había 65,6 millones de personas en situación de desplazamiento forzado, unas 300.000 más que el año anterior. La cifra de 65,6 millones comprende tres poblaciones importantes: 22,5 millones de refugiados, 40,3 millones de personas desplazadas dentro de su propio país y 2,8 millones de solicitantes de refugio en el mundo. El conflicto de Siria sigue siendo el que genera más refugiados a nivel mundial (5,5 millones), y Turquía, Paquistán, Líbano e Irán son los países que más acogen refugiados en todo el mundo – los cuatro países juntos dan protección a más de 6 millones de refugiados.
Como muestra de solidaridad y empatía, los representantes de la CONARE firmaron la petición mundial #ConLosRefugiados, campaña que pone de manifiesto la importancia de que los países acuerden un Pacto Mundial sobre Responsabilidad Compartida en materia de Refugiados e incluyen tres solicitudes específicas: garantizar que todos los niños refugiados tengan acceso a la educación, que todas las familias refugiadas tengan un lugar seguro donde vivir, y que todos los refugiados puedan trabajar o formarse nuevas competencias para poder contribuir a su comunidad.