Energía eléctrica
Energía eléctrica
ACNUR tiene el compromiso de abordar la necesidad que tienen las personas refugiadas de contar con energía eléctrica, mejorar el acceso al combustible sostenible, impulsar los centros de salud y utilizar la iluminación con energía solar.
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Mejorar el acceso a fuentes de energía limpias y sostenibles puede transformar vidas coartadas. La energía eléctrica facilita el funcionamiento de los centros de salud y ofrece refrigeración para medicamentos vitales. El alumbrado público permite a las personas – sobre todo mujeres y niñas – transitar por los campamentos tranquilamente por las noches; además, las lámparas solares permiten trabajar, cocinar, estudiar, socializar y llevar una vida aunque el sol se haya ocultado. Con combustible limpio y sostenible o con tecnologías de bajo consumo de combustible, las personas refugiadas pueden cocinar y, así, evitar la desnutrición y otras enfermedades que se desarrollan cuando se cocina con fogatas.
En el mundo se reconoce, cada vez más, que son las personas en mayor situación de vulnerabilidad quienes se ven más afectadas por el impacto del cambio climático y la destrucción ambiental, y que, por no ser sostenibles, deben cambiar los hábitos de consumo y generación de energía eléctrica que se tienen actualmente en situaciones de desplazamiento.
En este contexto, ACNUR publicó la Estrategia global para la energía sostenible para el periodo 2019 a 2025, cuya versión en español se publicará próximamente.
La estrategia se enfoca en dos metas que se refuerzan mutuamente. La primera consiste en mejorar la protección y el bienestar de las personas refugiadas; la segunda, en reducir el impacto ambiental de las operaciones en contextos de refugiados, transitando a soluciones con energías limpias.
Partiendo de experiencias y buenas prácticas a nivel regional y nacional, la estrategia promueve cinco áreas de acción estratégicas:
- abordar la necesidad de contar con energía eléctrica que tienen las familias refugiadas desde el comienzo de una emergencia;
- mejorar el acceso a energía eléctrica para cocinar, y garantizar que dicho acceso sea sostenible, seguro y asequible;
- ampliar la electrificación de los hogares;
- ampliar la electrificación sostenible de la infraestructura comunitaria, así como reducir el consumo general; y
- renovar la infraestructura de las oficinas de ACNUR en el mundo para que funcione con fuentes de energía renovable.
Las alianzas – entre el sector público-privado, la comunidad internacional y los gobiernos de acogida – desempeñan un papel esencial en la ejecución de esta estrategia. Si bien ACNUR continuará implementando programas de energía eléctrica (sea de manera directa o por conducto de sus socios), también tratará de ampliar el involucramiento de otras partes interesadas para solventar la necesidad que tienen tanto las personas refugiadas como las comunidades de acogida de contar con energía eléctrica.