Discurso del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados sobre el nuevo Estatuto de Protección Temporal que Colombia otorgará a los venezolanos y venezolanas en el país
Discurso del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados sobre el nuevo Estatuto de Protección Temporal que Colombia otorgará a los venezolanos y venezolanas en el país
Muchas gracias Señor Presidente, señoras y señores.
Señor Presidente, tanto usted como el Secretario General utilizaron el término histórico. Yo creo verdaderamente que aquí y hoy estamos presenciando un gesto que es histórico.
América Latina, como ustedes saben, tiene una historia importante, dolorosa también, de exilio, de refugio, y en esta historia nace un documento histórico, la Declaración de Cartagena, que marca un antes y un después en la historia del asilo, de la solidaridad y de la fraternidad en el mundo entero. Señor Presidente, creo que lo que usted ha anunciado hoy, es el gesto humanitario más importante que se ha hecho en este continente desde 1984, cuando se firmó la Declaración de Cartagena. Acabo de cumplir 5 años como Alto Comisionado para los Refugiados y no recuerdo otro evento tan histórico, que represente un precedente tan importante, en mi mandato como esta declaración de protección temporal para los venezolanos.
En nombre de las Naciones Unidas, del Secretario General, en nombre de nuestros socios de la Organización Internacional para las Migraciones, con quienes trabajamos juntos y con el Gobierno en la región, en nombre de todos, gracias señor Presidente.
Querido Presidente.
El anuncio de Colombia de otorgar Protección Temporal a los venezolanos que se encuentran en su territorio, por un periodo de 10 años, es un gesto humanitario emblemático para la región, como usted dijo, inclusive para el mundo entero. Esta iniciativa es una extraordinaria muestra de humanidad, compromiso con los derechos humanos y pragmatismo, como usted explicó.
Colombia acoge a más del 37% de los 4,6 millones de personas venezolanas que viven en Latinoamérica y el Caribe, después de haberse visto forzadas a dejar su país.
La medida de protección temporal aborda uno de los mayores desafíos que enfrenta el Estado colombiano y la población venezolana en su territorio: la falta de una estadía regular que afecta a cerca de un millón de personas, como hemos escuchado, que viven actualmente en el país.
Esta población trabaja en su mayoría en el sector informal y afronta situaciones de abuso, explotación y discriminación. Esta situación es particularmente grave para las mujeres, los niños y las niñas. El estatuto de protección temporal supondrá una diferencia fundamental en sus vidas, además les permitirá contribuir plenamente a la sociedad colombiana.
Además, América Latina ha sido, como sabemos, uno de los principales epicentros de la pandemia en el mundo. Todos los países han tenido que afrontar grandes desafíos a nivel sanitario, económico y de desempleo. Para la gran mayoría de personas refugiadas y migrantes de Venezuela el impacto ha sido también devastador. A pesar de los esfuerzos realizados por los Estados en la región para la inclusión en programas nacionales, muchos venezolanos han perdido sus medios de vida.
Todos deseamos que se logre promover, cuanto antes, una solución integral para abordar los desafíos políticos, socioeconómicos y humanitarios de Venezuela. Mientras tanto, en medio del contexto actual, la decisión de regularizar la permanencia de miles de venezolanos tiene aún mayor relevancia. Más allá de la protección legal de toda la población venezolana, el proceso de registro permitirá una mayor cobertura de vacunación contra la COVID-19.
La documentación es un elemento crítico, como dijo el Señor Presidente, del proceso de inclusión socioeconómica. El Permiso de Protección Temporal permitirá a la población venezolana contribuir activamente con la economía nacional y con el bienestar de sus comunidades.
Sin duda, la implementación de esta iniciativa requerirá una importante inversión en términos de tiempo, logística y recursos.
En los últimos años, se han realizado importantes esfuerzos de la comunidad internacional para apoyar a los Estados a enfrentar esta crisis. En el marco del Plan de Respuesta Regional, conseguimos duplicar los recursos entre 2019 y 2020. De más de 700 millones de dólares recibidos de numerosos donantes a nivel regional, cerca del 46% fueron destinados a la asistencia humanitaria y apoyo a comunidades en Colombia.
Estos esfuerzos fueron impulsados por la exitosa Conferencia de Donantes organizada por España y la Unión Europea, el año pasado, donde se logró ampliar la concienciación sobre esta crisis, movilizar contribuciones humanitarias y, más importante aún, comprometer a los actores de desarrollo. De los 2.700 millones de dólares prometidos durante la Conferencia, 2.100 millones corresponden a préstamos de bancos de desarrollo. Estamos seguros de que este proceso de cooperación y solidaridad continuará, tiene que continuar y aumentar de cara a la nueva Conferencia Internacional de Donantes co-organizada por Canadá en el próximo junio.
He asegurado al Presidente Duque que cuenta con el compromiso de ACNUR, junto con de la Plataforma inter-agencial co-liderada con OIM y con sus 70 socios en Colombia. A través de este mecanismo, estamos preparados para contribuir con nuestra experticia técnica, presencia en el terreno, capacidad logística y recursos para apoyar la implementación de esta crucial iniciativa.
Finalizo agradeciendo a nuestros socios, así como a mi equipo en Colombia, por su sólido compromiso para aliviar el sufrimiento generado por el desplazamiento forzado. De igual manera, extiendo con mucha sinceridad mi profundo agradecimiento al Presidente Duque, al Gobierno de Colombia y al pueblo de Colombia también por su generosidad e incansable solidaridad con la población refugiada y migrante en este país.
Muchas gracias.