ACNUR alarmado por los niveles de malnutrición entre los refugiados somalíes
ACNUR alarmado por los niveles de malnutrición entre los refugiados somalíes
La afluencia masiva de refugiados somalíes a las vecinas Kenia y Etiopía continúa sin cesar. La implacable violencia en Somalia, combinada con una devastadora sequía, ha obligado a más de 135.000 somalíes a abandonar su país en lo que va de año. Sólo en junio, 54.000 personas huyeron a estos dos países, tres veces más que en mayo.
Estimamos que una cuarta parte de los 7,5 millones de personas que componen la población de Somalia está ahora mismo desplazada dentro del país o bien viviendo fuera de él como refugiados. La sequía se está viendo agravada por la violencia generalizada en el centro y sur del país.
ACNUR está particularmente preocupado por las tasas de malnutrición sin precedentes observadas entre los recién llegados, especialmente entre los niños refugiados. Más del 50% de los niños somalíes que llegan a Etiopía padecen malnutrición severa, mientras que entre los que están llegando a Kenia esta tasa es ligeramente inferior, aunque igualmente preocupante (entre el 30 y el 40%).
"Saber que los niños se están muriendo en el camino hacia un lugar seguro nos parte el alma" dijo António Guterres, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. "Esta situación está convirtiendo una de las peores crisis humanitarias del mundo en una tragedia humana de proporciones inimaginables".
El violento conflicto imperante en Somalia hace difícil – cuando no imposible – a las agencias humanitarias el poder acceder a estas personas para entregarles asistencia. Muchas familias nos cuentan que ya han agotado prácticamente todos sus recursos. Amenazadas por el hambre, caminan durante días, a veces incluso semanas, por el desierto y llegan en un lamentable estado de salud.
Cada vez estamos recibiendo más informaciones acerca de niños menores de cinco años que mueren de hambre y cansancio durante el viaje. Por desgracia, muchos de los niños se encuentran en tan mal estado de salud a su llegada, que mueren apenas 24 horas más tarde, pese a los cuidados de emergencia y la alimentación terapéutica que se les ofrece nada más llegar.
En el complejo de campos de refugiados de Dadaab, en Kenia, a donde llegan unos 1.400 refugiados al día, ACNUR y sus socios están distribuyendo galletas energéticas que ofrecen un aporte instantáneo de calorías y micronutrientes. Estas intervenciones salvan vidas. Además de la malnutrición, el hacinamiento en los campos – que actualmente acogen a más de 382.000 personas – es otra de las principales preocupaciones.
En Etiopía, los refugiados son registrados por las autoridades en la frontera antes de ser transladados al centro de tránsito de ACNUR, donde reciben comida caliente y se les hace un chequeo médico y nutricional. ACNUR ha abierto recientemente un nuevo campo en Kobe, el tercero en el sureste de Etiopía, que rápidamente va a alcanzar su capacidad máxima de 20.000 personas. En colaboración con las autoridades de Etiopía, y en previsión de una afluencia continua, hemos identificado un cuarto emplazamiento y ya se están manteniendo conversaciones acerca de la localización e identificación de un quinto campamento.
Como parte de la respuesta de emergencia puesta en marcha por ACNUR, se espera que hoy a última hora aterrice en Addis Abeba un avión Boeing 747 fletado por la Agencia de la ONU para los Refugiados que transportará 100 toneladas de material de ayuda humanitaria desde nuestros almacenes de emergencia en Dubai. Además, un convoy terrestre compuesto por 20 camiones cargados con miles de tiendas y otros suministros de ayuda salió de Yibuti ayer por la tarde, y se espera que llegue a la capital etíope el jueves. El Alto Comisionado visitará las zonas fronterizas de Somalia con Kenia y Etiopía, así como los campos de refugiados, a finales de esta semana.
ACNUR va a publicar un llamamiento para cubrir las necesidades de protección, comida, refugio, atención médica y otros suministros vitales de ayuda humanitaria. Las necesidades son urgentes y masivas. Dada la urgencia de la situación, ACNUR pide no sólo a los gobiernos, sino también a los donantes individuales y al sector privado, apoyo urgente para nuestras operaciones de emergencia en Etiopía y Kenia.
Ahora mismo hay más de 750.000 refugiados somalíes viviendo en la zona, la mayoría en los países vecinos, Kenia (405.000), Yemen (187.000) y Etiopía (110.000). Además, 1,46 millones de personas están desplazadas dentro de Somalia.