ACNUR insta a la UE y FRONTEX a garantizar el acceso a los procedimientos de asilo

El ACNUR insta a los Estados miembros de la Unión Europea y a FRONTEX, la agencia europea para la gestión de las fronteras exteriores, a que garanticen que el asilo en Europa no sea amenazado por el endurecimiento de las políticas sobre las fronteras exteriores del continente. La preocupación del ACNUR es que, en el intento de contener la migración ilegal, Europa no se olvide de que entre los que buscan entrar en la Unión Europea hay personas que necesitan protección internacional y cuyas vidas están en peligro.

Europa es un destino tanto de migrantes como de solicitantes de asilo. Ambos tienen objetivos y necesidades diferentes. Los migrantes buscan un empleo u otras oportunidades económicas; los refugiados son personas que huyen de la persecución o de violencia y no pueden regresar a su país si las cosas no funcionan. Este último grupo de personas está bajo el mandato del ACNUR.

Que la situación para aquellos que buscan protección en Europa se haya vuelto más difícil es demostrado por los datos sobre las llegadas por mar en el Mediterráneo central. Italia, Grecia, Chipre y Malta han experimentado reducciones drásticas en el número de llegadas por mar el año pasado o en los últimos dos años, casi seguramente a raíz de más estrictos controles fronterizos, patrullamientos conjuntos y devoluciones en alta mar.

El ACNUR estima en 8.800 el número de personas que llegaron por mar durante los primeros diez meses de este año, mientras fueron 32.000 en el mismo período de 2009: un 72,5% menos. Cerca de dos tercios de la llegadas por mar en 2010 ocurrieron en Grecia, un tercio en Italia y el resto entre Malta y Chipre.

La disminución de las llegadas por mar no soluciona el problema, sólo lo traslada a otro lugar, como demostrado por el fuerte aumento de las llegadas por tierra en la región de Evros, en Grecia. Evros ha registrado 38.992 llegadas en los primeros 10 meses de este año frente a las 7.574 que se produjeron en el mismo período del año 2009, lo que supone un aumento del 415%.

El ACNUR ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la situación humanitaria en que se encuentran los recién llegados a Grecia apelando a la Unión Europea para que apoyara a Grecia en la reforma de su sistema de asilo. Actualmente, un solicitante de asilo que llega a Grecia tiene pocas posibilidades de que se evalúe correctamente su solicitud. Muchos de aquellos que llegan a Grecia, entre los que se encuentran niños no acompañados y otras personas vulnerables, son detenidos en condiciones extremadamente duras. La mayoría no tiene acceso a asesoría jurídica ni a un intérprete.

A nivel mundial, los factores que determinan que las personas se conviertan en refugiados no han disminuido. El Alto Comisionado Guterres apeló de nuevo esta semana en su discurso ante los delegados en el Diálogo anual del Alto Comisionado sobre los Desafíos de la Protección, en Ginebra, para mejores acuerdos para la repartición de las responsabilidades con los países pobres, que acogen a cuatro de cada cinco refugiados en todo el mundo.

El ACNUR reconoce que la gestión de las fronteras es necesaria, pero debe ser sensible a la protección. Las políticas de control de las fronteras que bloquean indiscriminadamente las llegadas inducen a los solicitantes de asilo a buscar rutas aún más peligrosas y desesperadas para encontrar la seguridad, razón por la cual va en aumento el número de solicitantes de asilo que recurren a las redes de tráfico de personas.