Las nuevas restricciones en las fronteras de los Balcanes, una situación insostenible
Las nuevas restricciones en las fronteras de los Balcanes, una situación insostenible
En los dos últimos días, hemos sido testigos de una serie de restricciones establecidas por los gobiernos contra los movimientos de refugiados e inmigrantes que viajan hacia el norte de Europa desde Grecia a través de los Balcanes occidentales. Entre estas medidas se incluye el establecimiento de perfiles en base a la nacionalidad. Esta situación se está tornando insostenible desde todo punto de vista: humanitario, legal y, también, en cuanto a la seguridad, sin perder de vista que empiezan a caer las temperaturas y se incrementa el riesgo para niños y otras personas con necesidades específicas.
Estas medidas tomadas por los Estados crean tensión en los puntos fronterizos y un efecto dominó, dejando en un limbo a algunos refugiados e inmigrantes que quedan varados en diferentes puntos fronterizos. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones han estado trabajando con los gobiernos para aumentar la capacidad de recepción en los países afectados y crear instalaciones preparadas para las adversas condiciones del invierno. UNICEF ha provisto espacios aptos para menores en los centros de recepción situados en los cruces fronterizos a lo largo de las rutas de los Balcanes, los está adecuando para el invierno y trabaja con los gobiernos para reforzar los sistemas de protección para todos los menores, refugiados e inmigrantes inclusive.
No obstante, seguimos preocupados por la escasez de espacios de acogida para las personas que se están desplazando a lo largo de la ruta, ya que los movimientos podrían ralentizarse y generarse situaciones de hacinamiento. Estamos monitorizando y ofreciendo asistencia ayuda a nuestros socios en estas zonas. Les hemos proporcionado mantas, ropa de invierno y otros artículos de primera necesidad para cubrir las necesidades básicas.
Es necesario reforzar de manera urgente la capacidad de recepción en los puntos de entrada para permitir una acogida decente y eficaz que cumpla con los requisitos mínimos para la protección de menores. Asimismo es esencial garantizar la asistencia, registro y valoración de los casos de las miles de personas que llegan cada día para identificar aquellas que necesitan protección, aquellas que tienen que ser reubicadas en otros países europeos y aquellas que no cumplen los requisitos para ser reconocidas como refugiadas, para las cuales deberán establecerse mecanismos de retorno dignos y eficientes. En todo momento, aquellas decisiones relacionadas con niños y niñas deberían tomarse teniendo en cuenta el interés superior del menor.
Mientras no exista una sólida capacidad de recepción e identificación, los únicos que tendrán el control de la situación serán las redes de tráfico de seres humanos, cuyos negocios sin escrúpulos ya se han cobrado las vidas de unas 3.500 personas en el Mediterráneo en lo que va de año. Si la situación actual no se aborda con rapidez y de forma integral, derivará en la dispersión de las rutas, planteando retos adicionales. Es necesario hacer mucho más para acabar con los contrabandistas y traficantes, pero de modo que permita la protección de sus víctimas.
Es igualmente urgente ofrecer vías legales y seguras para llegar a Europa a las personas desarraigadas por conflictos y la violencia. El reasentamiento, la admisión humanitaria y la reunificación familiar son algunas de estas alternativas a las peligrosas y caóticas rutas irregulares que se ven obligadas a tomar actualmente en su intento de llegar a un lugar seguro. Por ello, ACNUR, OIM y UNICEF hacen un llamamiento a los Estados afectados para que reestablezcan los mecanismos de coordinación y respuesta acordados en la Cumbre de los Balcanes occidentales que tuvo lugar el 8 de octubre y en la Reunión de Dirigentes del 25 de octubre de 2015.