Se intensifica la respuesta de emergencia en Sri Laka: 63.000 nuevos desplazados
Se intensifica la respuesta de emergencia en Sri Laka: 63.000 nuevos desplazados
El ACNUR ha intensificado su respuesta de emergencia en el norte de Sri Lanka, donde el número de desplazados está aumentando debido a las intensas luchas entre los militares y los Tigres de Liberación Tamil del Eelam (LTTE, por sus siglas en inglés). Hasta la fecha, más de 63.000 personas han huido de la zona de conflicto en la costa noreste y están siendo alojadas en varios centros de tránsito y campos de desplazados internos en los distritos de Vavuniya, Jaffna y Mannar.
El ACNUR, en colaboración con el gobierno y otros socios, está respondiendo con ayuda de refugio generalizada y distribución de artículos no alimenticios, y ha asumido la supervisión de la protección. La distribución hasta ahora se concentra en Vavuniya, donde se aloja la mayoría de los desplazados internos. El ACNUR ha distribuido por el momento unas 36.000 lonas plásticas, más de 22.0000 sábanas, 32.000 mosquiteras, más de 46.000 prendas de hombre y mujer, 9.000 juegos de cocina y miles de kit de higiene.
La construcción de refugios de emergencia por parte de los socios del ACNUR en los campos designados por el gobierno también marcha según los planes establecidos. A pesar del formidable reto que suponen las condiciones ambientales adversas en los campos, se prevé que las obras en uno de los campos de Vavuniya, con una capacidad total para 27.000 personas, finalicen el próximo lunes 20 de abril. Hemos solicitado más terrenos al gobierno, también en el distrito de Mannar, para ayudar a paliar el exceso de población en los campos actuales y para aliviar la presión sobre los servicios en Vavuniya.
El ACNUR acoge con agrado los positivos pasos dados por el gobierno para tratar los problemas de protección en los campos de Vavuniya. Ahora se permiten las visitas breves de amigos y familiares a los campos. El ACNUR supervisó el pasado lunes 13 de abril la primera ronda de visitas. Ya operan los servicios de teléfono, telegramas y correos en casi todos los campos del distrito. Al mismo tiempo, aproximadamente 1.800 desplazados internos con necesidades especiales, particularmente los ancianos, han salido de los campos, y unas 1.345 familias separadas han sido reagrupadas hasta el momento, según el gobierno.
A la vez que elogia estas iniciativas, el ACNUR apela al gobierno para que acelere sus progresos en otros problemas de protección pendientes, como el mantenimiento del carácter civil de los campos de desplazados internos y la separación de ex-combatientes de la población civil; la agilización del proceso de investigación en los campos de desplazados internos; permitiendo posteriormente la libertad de movimientos. El ACNUR ha realizado varias sugerencias concretas para proceder de la mejor manera y seguir trabajando estrechamente con el gobierno, con el objetivo de asegurar el respeto de los estándares internacionales mínimos en todos los campos.
El ACNUR considera que el objetivo último del gobierno debería ser el facilitar el regreso seguro y voluntario de los desplazados a sus poblaciones de origen, eliminando los obstáculos al retorno. El principal reto lo constituye la ardua tarea del desminado. Instamos a la comunidad internacional a que proporcione al gobierno el apoyo técnico y financiero para llevar a cabo la eliminación de minas en las áreas de retorno. Mientras responde a la emergencia, el ACNUR anima al gobierno a emplear las lecciones aprendidas durante el proceso de retorno de los desplazados internos en el este, para organizar un plan de retorno en el norte. Estamos preparados para apoyarlos.
Seguimos preocupados por la difícil situación de la población civil que aún se encuentra atrapada en la zona de conflicto. Aquellos que huyen hacia las zonas controladas por el gobierno ofrecen explicaciones similares acerca de las extremas condiciones humanitarias que e extienden por toda la región. La situación ha empeorado debido a las fuertes lluvias y a los vientos actuales, provocando que la mayoría de las familias vivan en zonas inundadas y en tiendas con lonas dañadas y bajo los árboles.
El ACNUR apela al LTTE a que permita de manera inmediata a estas personas trasladarse a zonas donde se sientan seguros. También instamos a ambas partes en conflicto a que se adhieran al Derecho Humanitario Internacional y a que garanticen que la seguridad de la población civil inocente es su máxima prioridad.