Tanzania: muertes por cólera entre refugiados y población local disminuyen considerablemente
Tanzania: muertes por cólera entre refugiados y población local disminuyen considerablemente
En la región del Lago Tanganica, al oeste de Tanzania, las medidas de contención de la epidemia de cólera, que se ha cobrado unas 30 vidas entre los refugiados y la población local, parecen estar surtiendo efecto, dado que no se han registrado nuevos fallecimientos desde el pasado jueves.
La información sobre el fallecimiento de una persona por cólera la semana pasada se ha desmentido ahora debido a que la causa de la muerte no fue la diarrea. De este modo, el número total de fallecidos por cólera se ha reajustado de 31 a 30.
En total, hasta la fecha se han registrado 4.408 casos, si bien el número de nuevos casos diarios ha descendido a unos 100, frente a los 915 que se registraron en el pico máximo de la enfermedad el 18 de mayo. La reducción de los casos en gran medida se debe al enfoque coordinado para contener la propagación del brote a través de medidas reforzadas de promoción de la higiene. Por ahora, la situación está mejorando, aunque resolver totalmente la situación aún podría llevar semanas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios están colaborando estrechamente con las autoridades sanitarias de Tanzania para garantizar el tratamiento de los pacientes y reforzar las medidas preventivas, entre las que se encuentran el acceso a agua potable y saneamiento. Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) está gestionando los Centros de Tratamiento del Cólera en Kagunga y apoyando a otros socios en Kigoma. La Cruz Roja de Tanzania está gestionando el programa de salud en el campo de refugiados de Nyarugusu, en el que MSF está construyendo un Centro de Tratamiento de Cólera.
La localidad de Kagunga, uno de los epicentros del brote y que hasta hace poco acogía a decenas de miles de personas, se encuentra ahora prácticamente vacía. Cerca de 30.000 personas han sido trasladadas al campo de refugiados de Nyarugusu. ACNUR espera finalizar entre hoy y mañana el traslado de los pocos miles de refugiados que quedan en la localidad. Ya han comenzado los trabajos para la descontaminación masiva.
En el estadio Tanganica en Kigoma, otro epicentro de la epidemia, los esfuerzos para mejorar el acceso al agua y saneamiento también han mostrado resultados positivos ya que se han dado menos casos críticos. Actualmente, tanto en Kagunga como en Kigoma, todavía hay escasez de mosquiteras para el aislamiento de las camas y la malaria sigue siendo un motivo de preocupación.
En el campo de Nyarugusu, todos los refugiados reciben vacunas para las enfermedades infantiles, tratamiento antiparasitario y evaluaciones nutricionales. Se está trabajando para ampliar la capacidad del campamento.
En toda la región, el flujo de refugiados procedentes de Burundi no ha cesado, si bien el ritmo de nuevas llegadas se ha reducido a unas 100 personas al día en cada uno de los países de acogida. Según las estadísticas recientes, en este momento hay más de 90.000 refugiados de Burundi en la región, de ellos, 10.000 se encuentran en la República Democrática del Congo, 47.000 en Tanzania, 28.000 en Ruanda y 5.500 en Uganda.