Historias de venezolanos, contadas por colombianos: un acto de hermandad
Historias de venezolanos, contadas por colombianos: un acto de hermandad
BOGOTÁ, Colombia, 5 de abril de 2018 (ACNUR) – "Donde comen cinco, comen seis", reza un dicho colombiano que se repite con frecuencia en los hogares cuando llegan más invitados de lo esperado. Ese mismo ha sido el lema de muchos colombianos que han estado dispuestos a acoger en su país a las personas que han llegado de Venezuela.
Para todos aquellos que se sienten identificados con este dicho, existen parces pero también panas, tamales pero también hayacas y una bandera tricolor pero también una llena de estrellas. Sin embargo, lamentablemente no todos ven las cosas de esta manera, y las manifestaciones de rechazo y discriminación aparecen en los comentarios de las noticias, en redes sociales, en el transporte público.
Debido a esta situación, nació la campaña Somos Panas Colombia, una iniciativa de la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, que busca luchar contra la xenofobia y visibilizar las historias de vida de los venezolanos en Colombia. Según Jozef Merkx, Representante de ACNUR en Colombia, esta iniciativa surgió como una respuesta a las manifestaciones de discriminación y rechazo en contra de la población venezolana. "Nosotros como ACNUR sabemos que las manifestaciones de rechazo y xenofobia pueden crecer muy rápidamente, entonces decidimos actuar rápido y lanzar esta campaña "Somos Panas Colombia" para dar la oportunidad a cada colombiano y a cada colombiana de que se encuentren de frente con la historia de un venezolano o una venezolana. Si conocemos la historia de las personas en particular, lo que les ha implicado salir de allá, romper los lazos con sus familias y tener que reconstruir una nueva vida en otro país, generamos empatía y la solidaridad", explicó Merkx. En el marco de esta campaña, ACNUR y Smart Films – el festival de cine hecho con celulares – se unieron para hacer una convocatoria llamada "Crónicas, historias instantáneas", para invitar a todos los colombianos a hacer videos con sus celulares sobre las experiencias de los venezolanos en el país, así como para mostrar lo agradecidos que están con Colombia.
La idea consistía en que los participantes mandaran una crónica audiovisual sobre un venezolano o una venezolana que hubiera encontrado en Colombia la oportunidad de reconstruir su vida. Después de una primera curaduría, los preseleccionados se subieron para generar discusión alrededor del tema y seleccionar el ganador por parte del público. Fue tal el nivel de apoyo a la campaña que llegaron videos de 27 ciudades alrededor del país, de los cuales el 72% fueron realizados por colombianos y el 28% por extranjeros. Al final, luego de revisar las 52 crónicas que recibieron los jurados, de las cuales 21 salieron a concurso en redes sociales, quedaron 2 ganadores: Gina Parra y el grupo de Daniel Martínez y Julián Zamora. Y aunque solo esos dos grupos recibieron un premio, las demás crónicas de los 21 finalistas también tuvieron una gran visibilidad en redes sociales, pues la cifra de reproducciones llegó a 95.700, y 49.425 fue la cantidad de veces compartida.
Daniel Martínez y Julián Zamora fueron unos de los ganadores de la convocatoria por su corto Empanadas de Hambre. En el video cuentan la historia de Marianella Silva, una mujer que tuvo que abandonar su país para brindarles mejores condiciones de vida a sus hijos. En su relato, Marianella recuerda uno de los momentos más duros que tuvo que pasar cuando un día, en el puesto de comida venezolana que fundó, una clienta le preguntó si las empanadas venezolanas que vendía "eran de hambre".
"Ella pensó que yo estaba llorando por lo que ella me había dicho, pero yo lo hacía por mi gente. Decir empanadas de hambre, eso fue muy triste porque en mi país hay muchas personas que se acuestan sin comer, y a veces pienso en mi familia, si habrán desayunado, almorzado o cenado", expresa Marianella en la crónica.
Cuando Daniel y Julián escucharon su historia, vieron en Marianella el rostro no solo de la madre venezolana, sino de todas aquellas mujeres que a diario se esfuerzan por mejorar la vida de sus hijos. "Nos falta ponernos en los zapatos del otro. Es muy fácil contarlo y escucharlo, pero no es fácil vivirlo. Yo los invito a que piensen si algún día estuviéramos viviendo una situación social, política, económica y familiar como la que se está viviendo en Venezuela y piensen qué pasaría si su familia estuviera aguantando hambre o si sus amigos se estuvieran muriendo también", afirma Julián.
Gina Parra, otra de las ganadoras, expresa que debemos quitarnos todas las etiquetas para vernos realmente como lo que somos: seres humanos. Con su corto Torta de Café logra contar la historia de Eulices Alvarado, un joven venezolano que dejó su país para convertirse en un gran actor y que, luego de perder a su padre, encuentra un camino en Colombia para hacer su sueño realidad. "Hay que encontrar algo que le diga al mundo no a la xenofobia y que aparte de que seas venezolano, católico o ateo, todos somos seres humanos y como tú, yo también siento", dice Gina.
La campaña, que busca borrar las etiquetas y derribar las barreras entre países, logró generar un movimiento de solidaridad y tolerancia entre los países hermanos. Así lo confirma Rocío Castañeda, oficial de Información Pública de ACNUR, "parte de la campaña es estar muy presentes en las redes sociales, donde las manifestaciones de rechazo y discriminación pueden ser más fuertes, porque las personas ahí se expresan naturalmente sin ningún tapujo. También ha sido efectivo mostrar lo agradecidas que están las personas venezolanas con la acogida que han tenido en Colombia, efectivamente las manifestaciones, como todos los actos de violencia, hacen mucho ruido, y tal vez hacen menos ruido todas las manifestaciones de acogida con las que también diariamente se encuentran los venezolanos".
Para Marco Romero, asistente al evento y director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento Forzado, CODHES, el secreto para derribar las barreras de la intolerancia y la xenofobia está en que la gente tenga la capacidad de compartir.
"La solidaridad hay que darla cuando se requiere y Colombia debe ser un país de protección, un país abierto a las personas que tienen esta necesidad, porque le hemos pedido al mundo que abra la puerta para los colombianos y las colombianas", señala Marco.
Al final, Somos Panas Colombia es un esfuerzo más que se une a los que abren las puertas de su casa para brindar un plato más de comida, una almohada, un abrigo o una compañía. Así como afirmó Víctor Bautista, director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza de la Cancillería, "no importa la nacionalidad, las personas cuando se mueven de un país a otro, requieren de comprensión, de entendimiento y apoyo de los estados. En el caso de Venezuela y Colombia, que han compartido una misma historia, un mismo origen en el surgimiento de sus naciones, requieren mucho sentimiento de solidaridad y comprensión".
* Si desea conocer los videos ganadores por favor haga click en los siguientes enlaces:
- Torta de Café, por Gina Parra: https://youtu.be/c1xF1qTtFho
- Empanadas de Hambre, por Daniel Martínez y Julián Zamora: https://youtu.be/49DnyyHXCys
*En alianza con El Espectador se estarán publicando los videos que participaron en esta convocatoria en el siguiente link: https://www.facebook.com/pg/elespectadorcom/videos/?ref=page_internal
Por Mariana Rolón Salazar, Unidad de Información Pública, Bogotá
