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Declaración del Comité Permanente entre Organismos: deben parar los ataques contra el pueblo palestino en Gaza y contra cualquiera que trate de ayudarle

NUEVA YORK/GINEBRA/ROMA – Como líderes de quince organizaciones humanitarias y de las Naciones Unidas, instamos nuevamente a que todas las partes involucradas en el conflicto en Gaza protejan a la población civil. Asimismo, exigimos que el Estado de Israel detenga sus ataques contra Gaza y contra el personal humanitario que trata de brindar asistencia.

La situación en el norte de Gaza es apocalíptica. La zona ha estado bajo ataque durante casi un mes. Los bombardeos y los ataques no cesan, sin embargo, la población no tiene acceso a asistencia básica ni a suministros vitales.

En días pasados se han perdido cientos de vidas palestinas (la mayoría, mujeres, niñas y niños); además, miles de personas han sido desplazadas por la fuerza de nueva cuenta.

Los hospitales apenas reciben suministros; de hecho, se han convertido en blanco de ataque, de manera que han muerto pacientes, se han perdido equipos esenciales y se han interrumpido servicios vitales. El personal médico y los pacientes han sido detenidos. Además, ha habido enfrentamientos en los hospitales.

Decenas de escuelas que funcionaban como albergues han sido bombardeadas o evacuadas por la fuerza; también lo han sido las tiendas en las que se guarecían las familias desplazadas. De hecho, algunas personas han sido quemadas vivas.

Los equipos de rescate han sufrido ataques deliberados; además, se han obstaculizado sus esfuerzos por rescatar a las personas que están bajo los escombros.

Las necesidades de niñas y mujeres son avasallantes y se multiplican cada día. Hemos perdido contacto con las personas que asistimos; también con aquellas que brindan servicios esenciales de salud sexual y reproductiva y que atienden casos de violencia de género.

Aunado a ello, se nos ha informado que la población civil, que hace lo posible por ponerse a salvo, también se ha convertido en un blanco; además, hombres y niños están siendo detenidos y llevados a lugares cuya ubicación se desconoce.

El ganado está pereciendo, los cultivos están siendo destruidos, los árboles están siendo arrasados por el fuego, y la infraestructura agrícola ha sufrido graves daños.

Toda la población palestina en el norte de Gaza podría morir a causa de enfermedades, hambre y violencia.

Las restricciones impiden que la asistencia humanitaria satisfaga las enormes necesidades que existen. Los bienes básicos escasean. El personal humanitario corre peligro al cumplir con su labor; además, la inseguridad y el ejército israelí le impiden llegar a las personas que necesitan ayuda.

Por si fuera poco, la respuesta humanitaria también se ve mermada con la suspensión, a raíz de los enfrentamientos, de la campaña de vacunación contra la polio; las niñas y los niños en la región corren riesgo debido a esto.

Esta semana, el parlamento de Israel adoptó leyes que, además de obstaculizar la labor de UNRWA, revoca la inmunidad y los privilegios de la organización. De llevarse a la práctica, estas medidas se traducirían en una catástrofe para la respuesta humanitaria en Gaza, lo cual no solo contraviene el Estatuto de las Naciones Unidas, sino que serían devastadoras las repercusiones para los derechos humanos de los millones de palestinos que dependen de la asistencia de UNRWA. Además, la ley en cuestión constituye un incumplimiento de las obligaciones que Israel tiene a su cargo conforme al derecho internacional.

Lo diremos claramente: nada puede sustituir a UNRWA.

El flagrante desprecio por la humanidad y por las leyes de la guerra debe terminar.

Es imperativo observar el derecho internacional humanitario, incluidos los principios de distinción, proporcionalidad y precaución. Las obligaciones que impone el derecho internacional humanitario no se basan en la reciprocidad, de manera que el incumplimiento de alguna de las partes no libera al resto de ellas de esas obligaciones.

Es necesario que se detengan los ataques contra la población y la infraestructura civil; asimismo, debe garantizarse el acceso a la ayuda humanitaria. Instamos a todas las partes a garantizar que el acceso a las personas afectadas sea irrestricto. De igual forma, es urgente que los bienes comerciales ingresen a Gaza.

Las personas heridas y enfermas deben recibir la atención que necesitan. El personal médico y los hospitales no deben ser blanco de ningún ataque. No hay motivo para que los hospitales se conviertan en campos de batalla.

La población palestina detenida arbitrariamente debe ser liberada.

Israel debe cumplir con los fallos y las órdenes provisionales de la Corte Internacional de Justicia.

Hamás y otros grupos palestinos armados deben liberar a los rehenes inmediatamente; asimismo, deben observar el derecho humanitario internacional.

Los Estados miembro deben garantizar la observancia del derecho internacional, lo que incluye suspender el envío de armas cuando existe un riesgo claro de que éstas se utilicen en contravención del derecho internacional.

La región entera está al borde de un precipicio. Hace mucho que debían cesar las hostilidades y que debe imperar un alto el fuego sostenido.

Firman:

  • Joyce Msuya, Coordinadora de Asistencia de Emergencia y Subsecretaria General de Asuntos Humanitarios (OCHA)
  • Nimo Hassan, MBE, presidenta del Consejo Internacional de Agencias Voluntarias (ICVA)
  • Jamie Munn, director ejecutivo, Consejo Internacional de Agencias Voluntarias (ICVA)
  • Amy Pope, directora general, Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
  • Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)
  • Abby Maxman, presidenta y directora general, Oxfam
  • Paula Gaviria Betancur, Relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los desplazados internos
  • Achim Steiner, administrador, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
  • Anacláudia Rossbach, directora ejecutiva, Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos (UN-Habitat)
  • Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
  • Natalia Kanem, directora ejecutiva, Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)
  • Catherine Russell, directora ejecutiva, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
  • Sima Bahous, subsecretaria general y directora ejecutiva, ONUMujeres
  • Cindy McCain, directora ejecutiva, Programa Mundial de Alimentos (WFP)
  • Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General, Organización Mundial de la Salud (OMS)