Declaración de la Oficina Regional de ACNUR para Asia y el Pacífico acerca de las noticias sobre desplazamientos por vía marítima de personas refugiadas y solicitantes de asilo

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, insta a los Estados a mejorar su coordinación y el reparto de las responsabilidades para abordar los desplazamientos marítimos de personas refugiadas y solicitantes de asilo en el golfo de Bengala y el mar de Andamán. ACNUR está cada vez más preocupado ante las noticias sobre la imposibilidad de que estas embarcaciones en peligro puedan desembarcar y por el grave riesgo inmediato que ello supone para los hombres, mujeres, niños y niñas que se encuentran abordo.

Las acciones de búsqueda y de rescate, junto con un rápido desembarco, son actos que salvan vidas. El drama - en muchos casos con consecuencias mortales- de miles de personas refugiadas y migrantes en el golfo de Bengala y el mar de Andamán en 2015, demostró en última instancia lo críticas que resultan la solidaridad y la acción conjunta, que son imperativo humanitario, para salvar vidas en el mar. En 2016, la Declaración de Bali recogió estos principios y señaló el camino a seguir para evitar una nueva crisis en el mar de Andamán. Hoy, no debemos volver a una incertidumbre que puede resultar letal.

En el marco de una crisis sin precedentes como la causada por la actual pandemia del COVID-19, todos los Estados deben gestionar sus fronteras de la forma que consideren más apropiada. Sin embargo, tales medidas no deben tener como consecuencia el cierre de las vías para el asilo, ni forzar a las personas a regresar a situaciones en las que corren peligro. ACNUR está preparado para apoyar a los gobiernos en la puesta en marcha de procedimientos de desembarco responsables y de medidas de cuarentena para garantizar que se tengan en cuenta las cuestiones de salud pública.

El desafío de los movimientos irregulares no se plantea solo en Asia. Las personas refugiadas y solicitantes de asilo recurren a menudo a canales no oficiales y peligrosos porque esa es la única opción que tienen. La realidad de muchos refugiados es que la persecución y las amenazas contra su vida y su bienestar son mucho más inmediatas que el virus COVID-19.

ACNUR reconoce y se siente alentado por el claro compromiso expresado desde la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático de impulsar la acción conjunta y abordar el contexto del COVID-19 desde una perspectiva integral de toda la sociedad. La única forma de garantizar que superemos este desafío global de forma colectiva y duradera es no dejar a nadie atrás. Seremos tan fuertes como lo sean los aquellos que se encuentran en una mayor situación de vulnerabilidad.

Salvar vidas en el mar debe ser un esfuerzo colectivo, de forma que cualquier Estado que rescate y desembarque a personas refugiadas pueda recurrir a los recursos puestos en común por otros países de la región.

El contar con mecanismos de desembarco predecible y vías legales y seguras para las personas refugiadas en situación de peligro refuerza la salud pública al garantizar que, sea cual sea la forma de llegada, las personas que lo hacen se someten a los reconocimientos médicos necesarios. Esto permite garantizar medidas de prevención en lugar de arriesgarse a que las personas se vean obligadas a utilizar puntos de entrada clandestinos y no se sometan a los periodos de cuarentena necesarios.  

El rescate en el mar y el hecho de permitir que las personas que sufren persecución puedan pedir asilo son principios fundamentales del derecho internacional consuetudinario, vinculante para todos los Estados.

Más allá de la crisis actual del COVID-19, seguirá resultando crítico contar con un enfoque predecible y humano para los desembarcos. ACNUR insta a todos los Estados a que respeten estas obligaciones vitales para refugiados y solicitantes de asilo.  

Para más información sobre este tema, por favor contacte con:

• En Bangkok, Catherine Stubberfield, [email protected], +66 65 929 8062
• En Bangkok, Kasita Rochanakorn, [email protected], +66 64 932 0803