Declaración sobre los riesgos de trata y explotación a los que se enfrentan las personas refugiadas de Ucrania
Declaración sobre los riesgos de trata y explotación a los que se enfrentan las personas refugiadas de Ucrania
La crisis de personas refugiadas de Ucrania es una crisis de protección para las mujeres y la niñez, quienes representan el 90 por ciento de todas las personas que huyen de Ucrania cruzando sus fronteras.
Somos conscientes de que, en general, los riesgos de violencia de género, trata de personas, abusos, traumas psicológicos y separación familiar aumentan en situaciones de conflicto y desplazamiento, pero dado el perfil de género de este flujo de personas refugiadas, y el hecho de que muchos niños han huido solos, en estos momentos los riesgos se multiplican.
En las situaciones de emergencia, y debido al carácter oculto de la trata de personas, es difícil precisar los datos, y es imposible determinar cuántas mujeres, niñas y niños refugiados ucranianos podrían haber sido presa de los traficantes y redes de trata. Hasta ahora, los casos conocidos son, afortunadamente, pocos.
No obstante, estamos en alerta máxima y advertimos a las personas refugiadas sobre los riesgos de los depredadores y las redes criminales que pueden intentar explotar su vulnerabilidad o atraerlos con promesas de transporte gratuito, alojamiento, empleo u otras formas de asistencia.
La trata de personas, un delito en el que una persona es engañada, capturada o coaccionada a una situación de explotación para el beneficio o la ganancia privada de otra persona, puede adoptar diversas formas, como la explotación sexual u otras formas de violencia de género, el trabajo forzado, la servidumbre doméstica u otras prácticas similares a la esclavitud, la mendicidad forzada o la delincuencia.
Las autoridades nacionales están liderando activamente la respuesta para combatir la trata de personas, pero es necesario hacer más para abordar este problema y mitigar los riesgos. Las organizaciones humanitarias, como ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y otras entidades, están reforzando su capacidad para apoyar los esfuerzos nacionales, en colaboración con sus socios.
Todos los países vecinos y afectados deben garantizar la identificación inmediata, el registro, la protección y la atención adecuada de la niñez que viaja sola o separada de sus padres y familiares. Los Estados deben encontrar soluciones que velen por el interés superior de estas niñas y niños, y reforzar los sistemas nacionales de protección de la infancia para responder a sus necesidades.
También deben reforzarse los sistemas de verificación para registrar y examinar a las organizaciones, empresas y voluntarios individuales que ofrecen apoyo a las personas refugiadas. Esto incluye a los autobuses y monovolúmenes que transportan gratuitamente a los refugiados desde los puntos fronterizos y hacia otros países europeos. Las personas refugiadas necesitan poder viajar con seguridad sin preocuparse de que las redes criminales se aprovechen de su situación desesperada. Aunque la generosidad y la solidaridad hacia los refugiados de Ucrania han sido ejemplares e inspiradoras, los Estados deben impedir que los depredadores y las redes criminales puedan explotar esta situación.
Pedimos a los funcionarios de control de fronteras y de las fuerzas del orden, así como a los servicios sociales, tanto en la región como en otros países, que refuercen los esfuerzos contra la trata, desde la detección temprana y la prevención de la actividad delictiva, hasta la sensibilización, acceso y apoyo a las personas que sufren abusos o explotación, y a que garanticen que los autores sean llevados rápidamente ante la justicia, y que las víctimas sean compensadas por los daños sufridos.
ACNUR colabora estrechamente con los gobiernos de acogida que se encargan del registro de las personas refugiadas y apoya la identificación de los refugiados en situación de riesgo, la evaluación de los riesgos de la trata de personas mediante la supervisión de la protección, el despliegue de personal especializado y la capacitación de personas voluntarias en materia de protección contra la explotación y el abuso, la trata y la violencia de género. Desde el principio, ACNUR también puso en marcha la campaña de concienciación Stay safe (Mantente a salvo) para informar a las personas refugiadas de Ucrania de los riesgos y ofrecerles consejos sobre cómo mantenerse a salvo.
Junto con las autoridades nacionales y los socios, entre ellos UNICEF, también estamos poniendo en marcha espacios seguros de ‘ventanilla única’ para niños y familias, así como para otras personas que requieren asistencia especializada en los países vecinos de Ucrania. Estos espacios, conocidos como “Puntos Azules”, son centros que ofrecen servicios de protección, información y derivación. También brinda información precisa y actualizada a las personas refugiadas, de forma que puedan decidir conscientemente sus opciones de desplazamiento y viaje, y les orientan hacia los servicios disponibles.
En Ucrania, ACNUR y otros socios humanitarios trabajan para garantizar la difusión de mensajes de información y sensibilización a la población, especialmente en los puntos fronterizos y en los lugares a donde la población se ha desplazado. Entre otros aspectos, se informa sobre el acceso a líneas telefónicas gratuitas contra la trata de personas.
Es necesario un esfuerzo coordinado por parte de las autoridades nacionales, las fuerzas del orden, las ONG, los trabajadores humanitarios y las propias personas refugiadas, para evitar los abusos y las violaciones de los derechos de todos aquellos refugiados que huyen de la guerra en Ucrania.