El Alto Comisionado de ACNUR lanza una petición de 241 millones de dólares para los desplazados
El Alto Comisionado de ACNUR lanza una petición de 241 millones de dólares para los desplazados
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha presentado hoy en Camerún una petición interinstitucional de varios millones de dólares para ayudar en Níger, Chad y Camerún a casi medio millón de personas afectadas por la insurgencia de Boko Haram, entre los que se incluye a más de 183.000 refugiados nigerianos.
Los 36 socios (agencias de la ONU y ONGs) del Plan de Respuesta Regional para Refugiados de Nigeria para 2017 (RRRP en sus siglas en inglés) han solicitado 241 millones de dólares para el año que viene, para ayudar a unas 460.000 personas: refugiados nigerianos, desplazados internos y comunidades de acogida en los tres países. Más de la mitad de esta suma (154,29 millones de dólares) es necesaria para Níger, mientras que la respuesta en Camerún requiere 67,5 millones de dólares y las operaciones en Chad 19,61 millones de dólares.
El llamamiento para el próximo año supone un incremento de 43 millones de dólares con respecto a 2016, que está únicamente financiado en un 43%. ACNUR y las agencias que participan en esta petición de fondos instan hoy a los donantes a responder con mayor generosidad para ayudar a las personas que necesitan ayuda de manera urgente.
"Se trata de una de las mayores crisis de desplazamiento de África y el mundo no puede permitirse esconderlo bajo la alfombra", ha declarado Filippo Grandi antes de presentar el llamamiento en una ceremonia celebrada en Yaundé. "El sufrimiento y las condiciones de desesperación en la región del lago Chad están entre las más duras que haya visto jamás. Los refugiados, los retornados y la comunidades de acogida que han sobrevivido a la violencia y a los traumas causados por Boko Haram necesitan ayuda urgente", añadió Filippo Grandi, quien ha visitado esta semana a refugiados y desplazados internos en Níger, Chad y Camerún y que planea visitar Nigeria en los próximos días.
A pesar de la mejora de la seguridad, los civiles siguen enfrentándose a condiciones duras y a inseguridad en los tres países de acogida. Entre los principales desafíos diarios se incluyen una protección insuficiente, falta de cobijo duradero y escasez de alimento, falta de acceso a atención sanitaria y a educación, desnutrición y falta de medios de vida. El daño medioambiental también es motivo de preocupación, así como la necesidad de agua potable e infraestructuras de saneamiento e higiene.
Tratándose de una situación impredecible y sin ninguna perspectiva inmediata de resolución o retornos significativos, resulta esencial que la comunidad internacional aumente su apoyo económico. Las necesidad humanitarias deben tratarse de manera urgente y ACNUR y sus socios necesitan fondos para seguir trabajando sobre la base de los progresos realizados en 2016.
Además, es básico que la comunidad internacional invierta inmediatamente en los programas de desarrollo tanto para refugiados como para las comunidades de acogida. Durante su visita al terreno, el Alto Comisionado ha sido testigo de las actividades innovadoras enfocadas en el desarrollo y de las que se benefician tanto los desplazados como las comunidades de acogida. Entre ellas se incluyen proyectos de distribución de gas en Diffa (Níger), y barcas para las comunidades pesqueras en Baga Sola (Chad).
El Alto Comisionado se ha comprometido a promover con las agencias de desarrollo y países donantes la inversión en programas en la cuenca del lago Chad, para que la crisis se pueda abordar con creatividad e innovación.
Tras otro año de conflictos, desplazamiento y sufrimiento en un área de extrema pobreza, duras condiciones climáticas, perturbaciones en la actividad económica e infraestructuras limitadas o destruidas, las necesidades de protección y asistencia continua son más apremiantes que nunca. Las agencias de ayuda humanitaria deben estar dotadas de recursos para trabajar con los gobiernos a fin de alcanzar a más personas necesitadas. Asimismo, los fondos destinados al desarrollo deben ser urgentemente invertidos para aprovechar las nuevas oportunidades para proporcionar servicios y mejorar la vida de las personas desplazadas.
En el marco de otro llamamiento, las organizaciones de asistencia humanitaria también han solicitado más de mil millones de dólares a los donantes para ayudar a aproximadamente 1,8 millones de personas desplazadas en Nigeria, lo que representa un aumento considerable frente a la cantidad solicitada en 2016.