Posición de ACNUR sobre el acuerdo UE-Turquía: deben prevalecer las garantías en materia de asilo
Posición de ACNUR sobre el acuerdo UE-Turquía: deben prevalecer las garantías en materia de asilo
ACNUR reconoce la necesidad compartida por parte de los países de encontrar soluciones para esta situación que se gestione adecuadamente. De hecho, ACNUR ha ofrecido a Europa en varias ocasiones a lo largo de los últimos meses sus propias recomendaciones específicas sobre esta cuestión. El caos que ha prevalecido durante 2015 y hasta ahora, en lo que llevamos de 2016, no responde ni a los intereses de las personas que huyen de la guerra y necesitan seguridad, ni a los de la propia Europa.
El acuerdo de hoy clarifica varios elementos. Además, señala explícitamente que cualquier modalidad de implementación del acuerdo respetará la legislación internacional y europea. Según la interpretación de ACNUR, a la luz de la jurisprudencia pertinente, esto significa que las personas en necesidad de protección internacional serán entrevistadas de forma individual para determinar si sus solicitudes pueden ser estudiadas en Grecia, y tendrán derecho a interponer un recurso antes de que tenga lugar cualquier readmisión a Turquía. Esto también supondría que una vez retornadas, las personas que necesitan protección internacional tendrán la oportunidad de solicitar y tener acceso de forma efectiva a protección en Turquía. Ahora tenemos que ver cómo funcionará en la práctica, manteniendo las garantías establecidas en el acuerdo, muchas de las cuales en la actualidad no están operativas.
La forma en que este plan sea puesto en marcha será, por tanto, crucial. En última instancia, la respuesta debe centrarse en abordar las necesidades apremiantes de las personas que huyen de la guerra y la persecución. Los refugiados necesitan protección, no rechazo.
En primer lugar, se deben reforzar con celeridad las condiciones de recepción en Grecia y sus sistemas para estudiar las solicitudes de asilo y para atender a las personas que sean aceptadas como refugiadas. Las garantías en el acuerdo tienen que ser establecidas e implementadas. Esto supondrá un enorme reto que tiene que ser abordado de manera urgente.
En segundo lugar, las personas retornadas a Turquía y en necesidad de protección internacional deben tener acceso a un procedimiento justo y adecuado de determinación de su solicitud, y en un plazo razonable. Deben existir garantías frente al refoulement (devolución de una persona a un lugar donde su libertad, su vida o su integridad física pudieran correr peligro) o el retorno forzado. Asimismo, en Turquía deben haberse establecido la capacidad de recepción y otros aspectos antes de que cualquier persona sea retornada desde Grecia. Las personas que sean reconocidas en necesidad de protección internacional tienen que poder disfrutar del asilo, sin discriminación y de acuerdo con los estándares internacionales aceptados, incluyendo el acceso efectivo al trabajo, salud, educación para los niños y, en la medida en que lo necesiten, asistencia social.
En tercer lugar, si bien ACNUR toma nota del compromiso que establece este acuerdo para incrementar las oportunidades de reasentamiento para refugiados sirios desde Turquía, es crucial que estos compromisos sean significativos y predecibles. El incremento del reasentamiento desde Turquía a la Unión Europea no puede ser a expensas del reasentamiento de otras poblaciones de refugiados en todo el mundo que también tienen grandes necesidades, especialmente en el contexto actual en el que se registran las mayores cifras de desplazamiento a nivel mundial.