Un estudio de ACNUR muestra el rápido deterioro de las condiciones de vida de los refugiados sirios
Un estudio de ACNUR muestra el rápido deterioro de las condiciones de vida de los refugiados sirios
El Alto Comisionado de ACNUR, António Guterres señala que un gran número de refugiados sirios está cayendo en la pobreza extrema a un ritmo alarmante debido a la magnitud de la crisis y al insuficiente apoyo por parte de la comunidad internacional.
El responsable de ACNUR hizo esta declaración con motivo de la presentación de un nuevo estudio de la Agencia que lleva por título "Viviendo en las sombras", y que pone de manifiesto el agravamiento de la crisis humanitaria. El Alto Comisionado está realizando una visita de dos días a Jordania, donde se encontrará con algunos de los refugiados que han participado en el estudio, tanto en Amán como en el campamento de Za'atari.
"Estoy aquí para expresar mi solidaridad con los refugiados sirios en un momento en el que el impacto de la tormenta de nieve Huda todavía es tangible y está generando una carga aún mayor sobre sus precarias condiciones de vida" ha declarado Guterres, quien también se reunirá con oficiales jordanos y con donantes para coordinar los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de los refugiados sirios y apoyar a las comunidades que los acogen.
El estudio, llevado a cabo por ACNUR y la organización International Relief and Development (IRD), se basa en datos obtenidos a partir de visitas domiciliarias durante el año 2014 a cerca de 150.000 refugiados sirios que viven fuera de los campamentos en Jordania, lo que constituye la mayor encuesta realizada jamás sobre las condiciones de vida de los refugiados.
Según este estudio, dos tercios de los refugiados en Jordania están viviendo por debajo del umbral de la pobreza y una de cada seis familias de refugiados sirios se encuentra en situación de pobreza extrema, con unos ingresos inferiores a 40 dólares por persona al mes para subsistir.
Prácticamente la mitad de los hogares visitados en el marco del estudio carecía de calefacción, sólo un cuarto disponía de electricidad y el 20% no contaba con retretes en funcionamiento. El coste del alquiler representaba más de la mitad de los gastos de estas familias refugiadas, quienes de manera creciente se están viendo obligadas compartir los alojamientos con otras personas para reducir gastos.
"El problema es que la asistencia que se está ofreciendo actualmente . . . es insuficiente para poder garantizar una vida digna a todos los sirios que están viviendo en Jordania, al igual que en el Líbano o en cualquier otro de los países vecinos", indicó António Guterres.
"Esto genera una situación en la que el pueblo sirio está sufriendo una doble amenaza: en primer lugar porque son víctimas de un conflicto del que no se vislumbra el fin – y la desesperación que ello genera- y después porque se ven forzados a vivir en condiciones de pobreza extrema", añadió el Alto Comisionado.
António Guterres alertó de que las necesidades humanitarias, a consecuencia de la crisis, se estaban incrementando a un ritmo muy superior al de las contribuciones. "A menos que la comunidad internacional aumente su apoyo a los refugiados, las familias tendrán que optar por estrategias de supervivencia más drásticas", dijo Guterres. "Más niños tendrán que dejar las escuelas para trabajar y más mujeres estarán en riesgo de explotación, incluyendo el sexo de supervivencia".
A medida que el conflicto sirio se aproxima a su quinto año, muchos refugiados se están volviendo cada vez más dependientes de la ayuda humanitaria. Los recursos e infraestructuras de Jordania también están llegando al límite de su capacidad.
En un esfuerzo por abordar esta crítica situación, ACNUR está entregando mensualmente ayuda económica en efectivo a 21.000 de las familias sirias más vulnerables, o lo que es lo mismo, al 14% de la población siria refugiada que está viviendo fuera de los campos. A finales de 2014, más de 10.000 familias de refugiados sirios más fueron identificadas como posibles beneficiarias de esta asistencia pero, debido a la falta de fondos, no se les ha podido dar la ayuda.
En términos generales, los resultados del estudio evidencian que si se producen nuevas reducciones en los actuales niveles de apoyo, esto tendrá consecuencias graves e inmediatas para los refugiados sirios en Jordania. La situación es especialmente preocupante para las poblaciones más vulnerables, como por ejemplo los hogares monoparentales con una mujer como cabeza de familia o los refugiados ancianos.
Guterres enfatizó que la crisis puede ser mitigada si la comunidad internacional redobla sus esfuerzos para aliviar el sufrimiento de los refugiados. El Alto Comisionado de ACNUR elogió los esfuerzos de las autoridades de Jordania, de ACNUR y de sus socios a la hora de hacer frente a las necesidades urgentes de los refugiados durante la fuerte tormenta de nieve registrada la semana pasada.
En total, Jordania ha registrado una población de 620.000 refugiados sirios, de los cuales el 84% vive fuera de los campos.
"Esto representa una presión dramática para la economía y la sociedad del país, por no hablar del terrible impacto en materia de seguridad de la propia crisis de Siria", añadió Guterres.
"La generosidad del pueblo y del gobierno jordano tiene verse acompañada de un apoyo masivo por parte de la comunidad internacional: apoyo para los refugiados y para las poblaciones que los acogen, pero también un apoyo estructural y financiero al gobierno jordano para educación, salud, agua, saneamiento y electricidad con el fin de permitirle hacer frente a este enorme reto". El informe "Viviendo en las sombras" está disponible (en inglés) en: http://unhcr.org/jordan2014urbanreport/.