ACNUR llama a gobiernos a abstenerse de devoluciones forzosas hacia Somalia

GINEBRA, 21 de mayo (ACNUR) – Mientras la situación en Somalia se deteriora rápidamente, el ACNUR ha emitido el viernes un llamamiento urgente a los gobiernos de todo el mundo para que se abstengan de retornos involuntarios de personas hacia ese país.

Hablando en una rueda de prensa en Ginebra, la portavoz del ACNUR Melissa Fleming dijo que las contradicciones en la forma en que los países están tratando a las personas que huyen de Somalia están ocasionando devoluciones forzosas y poniendo vidas en peligro.

"Hoy hacemos un llamamiento a todos los Estados para que respeten sus obligaciones internacionales con respecto a la no devolución", dijo. "En los últimos meses se han producido casos de devolución forzosa . . . Entre ellos la reciente deportación de más de 100 somalíes desde Arabia Saudita a Mogadiscio a mediados de mayo".

El ACNUR emitió reiteradas advertencias sobre la situación en Somalia durante los últimos meses y el 11 de mayo emitió unas directrices con el propósito de fortalecer la protección internacional de las personas que huyen del país del Cuerno de África. Algunas de las recomendaciones incluidas en las directrices están dirigidas a los países que se enfrentan con un gran número de llegadas, solicitándoles que concedan protección colectiva a las personas procedentes de Somalia meridional y central y que amplíen las formas complementarias de protección internacional cuando el estatuto de refugiado no sea reconocido.

Fleming reiteró las preocupaciones del ACNUR y dijo que "la comunidad internacional debe adoptar criterios uniformes para garantizar una respuesta a las necesidades de protección internacional de los refugiados procedentes de Somalia".

La situación en Somalia ha ido empeorando en los últimos tiempos, en enero el Programa Mundial de Alimentos suspendió la distribución de la ayuda alimentaria y hay informes de combates casi cotidianos en la capital Mogadiscio.

Según las estimaciones del ACNUR alrededor de 1,4 millones de personas son desplazadas internamente y hay más de 570.000 refugiados en los países vecinos y en otros países. Las personas que son obligadas a retornar corren el riesgo de ser enviadas a zonas de guerra y, por lo tanto, pueden exponerse a un grave peligro.

El principio del non-refoulement, o no devolución, es un elemento fundamental del derecho internacional de los refugiados. El ACNUR considera que ningún refugiado o solicitante de asilo en cualquier país jamás tenga que ser devuelto a su país de origen.