Cada día mueren en promedio dos niños tratando de alcanzar la seguridad en Europa
Cada día mueren en promedio dos niños tratando de alcanzar la seguridad en Europa
KOS, Grecia, 19 de febrero de 2016 (ACNUR) – Desde septiembre 2015 se han ahogado en promedio dos niños cada día tratando de cruzar el Mediterráneo oriental junto a sus familias buscando la seguridad en Europa, señaló hoy ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados.
En una declaración conjunta emitida en Ginebra, ACNUR, UNICEF y OIM advirtieron que el número de muertes de niños está aumentando e hicieron un llamado a adoptar más medidas para incrementar la seguridad de quienes huyen del conflicto y la desesperanza.
Desde el pasado mes de septiembre, cuando la trágica muerte del pequeño Aylan Kurdi captó la atención del mundo, más de 340 niños, muchos de ellos bebés, se han ahogado en aguas del Mediterráneo oriental. La cifra total de niños que han fallecido ahogados podría ser incluso mayor, afirman las agencias, porque sus cuerpos han desaparecidos en el mar y jamás se han recuperado.
Uno de los niños incluidos en estas estadísticas es Houda, de 7 años, proveniente de Afganistán, que se perdió en un naufragio a las afueras de la isla griega de Kos a finales de enero. Su madre, su padre, dos hermanas y uno de sus hermanos habían partido desde Kabul hacia Estambul a principios de mes, luego de que su padre, un oficial de policía de mediano rango, recibiera amenazas de muerte.
En Turquía la familia hizo un acuerdo con un traficante que les prometió un viaje "extra seguro en una embarcación grande y espaciosa" hacia Grecia. Para pagar por el viaje, el padre de Houda había vendido su casa y pedido dinero prestado a su familia y amigos
De noche en la oscura bahía mientras se preparaban para partir, vieron que la embarcación no era más que un cascarón navegable. Era pequeño, viejo, extremadamente sobrecargado de personas, con cerca de 80 pasajeros en los pocos metros de cubierta.
Intentaron arrepentirse de realizar el viaje, pero fueron forzados por el traficante a abordar el bote sin hacer preguntas. Los traficantes no permiten cambios de planes de último minuto.
Aisha y Aziz, la hermana y el hermano de Houda, sobrevivieron al mortal viaje, junto a otras 26 personas, pero al igual que Houda, su madre, su padre y su hermana mayor fallecieron. Sus cuerpos fueron recuperados pero el de Houda nunca se encontró. Aisha y Aziz, de 16 y 15 años respectivamente, habían aprendido a nadar en la escuela y eso los salvó.
Esa extensión del mar Egeo, entre Turquía y Grecia, es ahora una de las rutas más mortíferas para los refugiados y migrantes en el mundo.
"Estas trágicas muertes en el Mediterráneo son intolerables y tienen que terminar", manifestó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. "Es evidente que se requieren más esfuerzos para combatir el tráfico y la trata de personas. Además, en tanto que muchos de los niños y adultos que han muerto estaban tratando de reunirse con sus familiares en Europa, organizar vías para que las personas puedan viajar legalmente y de forma segura, a través de programas de reasentamiento y reunificación familiar, por ejemplo, debería ser la prioridad absoluta si queremos reducir la cifra de víctimas", añadió.
Ahora que los niños representan el 36 por ciento de las personas que se desplazan, las probabilidades de que se ahoguen cruzando el mar Egeo desde Turquía hacia Grecia han aumentado proporcionalmente. Durante los seis primeros meses del 2016, 410 personas, de las 80.000 que cruzaron el Mediterráneo oriental, se ahogaron. Esto equivale a un aumento porcentual de un 35 por ciento anual desde el 2015.
Aisha and Aziz are now accommodated at a transit facility UNHCR runs with a national NGO offering specialized services to unaccompanied refugee children in Greece until they are assigned to a permanent facility. They wish to reunite as soon as possible with what remains of their family. They have a brother in Germany and hope one day to be able to join him there.
Aisha y Aziz están albergados ahora en un centro de tránsito gestionado por el ACNUR conjuntamente con una ONG local que ofrece servicios especializados a los menores refugiados no acompañados en Grecia, hasta que se les asigne un acomodo permanente. Ellos quieren reunirse lo antes posible con las personas que quedan de su familia. Tienen un hermano en Alemania y esperan poder algún día reunirse con él allí.
"Estos niños demostraron una dignidad y valor increíble a través de todos los desafíos que han enfrentado luego del naufragio. Inmediatamente después de identificar los cuerpos de sus propios familiares en la Guardia Costera, Aziz insistió en ver más fotografías para ayudar a identificar a otros compañeros de viaje, y permitir así que otras familias pudieran también saber que les había pasado a sus familiares. Repetidamente manifestaron su agradecimiento hacia mí y otros colegas, por la ayuda que les brindamos", señaló Georgios Papadimitru, un oficial de protección del ACNUR.
Marco Procaccini, jefe de la oficina del ACNUR en Kos, señaló: "me impresionó la resiliencia y el valor de Aziz y Aisha desde que los conocí en el puerto a donde los trajo la embarcación de la Guardia Costera que los rescató esa terrible noche. A pesar de haber sufrido lo peor que podemos imaginar jamás para un niño, siempre permanecieron amables y educados".
Aziz agradeció al ACNUR, otras ONG y los voluntarios locales que lo apoyaron a él y su hermana en este difícil momento y señaló que un día volverá con lo que queda de su familia a visitar las tumbas de quines fueron encontrados y a rezar una oración por Houda.
Por Marco Procaccini en Kos, Grecia.