Cupcakes y pasteles, la apuesta ganadora de dos reposteras sirias en Armenia

EREVÁN, Armenia, 18 de agosto de 2014 (ACNUR) – Gracias a sus cupcakes y con ayuda de las redes sociales, una agente de viajes de la ciudad siria de Alepo comenzó una nueva carrera como repostera en Armenia y recibió un prestigioso galardón que impulsó aún más su negocio de pastelería.

Azniv Kouyoumjian figura entre los 12.000 miembros de la comunidad étnica armenia de Siria que se estima que huyeron a Armenia desde que estalló la crisis siria en marzo de 2011. La joven de 27 años salió de Alepo en 2012 y, como muchos otros recién llegados, no lograba encontrar trabajo debido a la difícil situación económica y a la barrera idiomática.

Pero las cosas empezaron a mejorar cuando, junto a su compañera también refugiada Sevan Tekkelian, se sumó al programa de generación de ingresos para sirios financiado por ACNUR y puesto en marcha por la Cruz Roja armenia en colaboración con el gobierno, destinado a impulsar la creación de empresas.

Su innovadora propuesta, que consistía en hornear cupcakes y publicitarlos y venderlos por Internet, fue aceptada y ambas recibieron un pequeño crédito, equipamiento de cocina y formación básica sobre cómo llevar un negocio. Había nacido «Sweetheart.am».

Las cosas fueron despacio al principio, ya que tenían mucha competencia en un país donde los dulces son muy apreciados. Pero Azniv y Sevan estaban decididas a triunfar y a sacar adelante a sus familias. Añadieron pasteles y galletas a su gama de productos y decidieron centrarse en el diseño de sus cupcakes, toda una novedad en Ereván que ha resultado ser un gran éxito.

"En Ereván, todos los pasteles tradicionales son deliciosos. Hay muchísimas pastelerías que llevan años funcionando y contra las que no puedes competir si eres nuevo", explicaba Azniv. "Por eso teníamos que hacer algo diferente".

"Sevan es muy buena diseñando, así que es ella la que decora nuestros cupcakes tan increíblemente bien", añadió la joven empresaria. "Tuvimos que practicar mucho. Al principio, se nos caían o se nos estropeaban muchas veces. Pero ahora nuestros cupcakes son irresistibles". Sus diseños van desde personajes de dibujos animados hasta las banderas de los países que participaron en el Mundial de fútbol de Brasil en julio, pasando por el logotipo de las manos protectoras de ACNUR.

A diferencia de la mayoría de los pasteleros, ellas utilizan Facebook para dar a conocer y vender sus pasteles. Además, sus amigos y familiares no dejan pasar ninguna ocasión para hablar de sus sabrosas creaciones. Y trabajar en casa les ayuda a reducir gastos, como explicaba Azniv. "Abrir tu propia tienda es muy difícil y el alquiler es muy costoso".

Además de poner en marcha un negocio floreciente, las dos reposteras han recibido elogios y premios que les están ayudando a generar más ventas.

En marzo pasado, fueron galardonadas con el Premio del Primer Ministro, que reconocía su exitoso e innovador modelo de negocio. Como parte del premio, recibieron una tableta. Este éxito dio más confianza a Azniv, que ahora sueña con comprar su propia pastelería.

Su vida en Siria le parece hoy muy lejana y no añora Alepo. "Llevaba casada dos años cuando dejamos Siria y no llegamos a vivir en nuestra nueva casa. Ojalá hubiese podido traer la casa entera o por lo menos nuestro dormitorio", suspiraba.

Pero Azniv no tiene la menor intención de volver a vivir en su país, devastado por la guerra. "De visita sí. Para quedarme no", asegura categórica. Armenia es ahora su hogar.

ACNUR y otras organizaciones de ayuda humanitaria han estado apoyando al Gobierno de Armenia en sus esfuerzos por atender las necesidades de los refugiados sirios. La asistencia que proporcionan incluye cursos de orientación cultural, asistencia financiera y ayudas para el alquiler, comedores, asesoramiento legal y laboral, formación profesional, atención médica básica, acceso al microcrédito y apoyo empresarial.

Gracias a la Voluntaria en Línea Eva Milla Grisaleña por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.