El Foro Mundial sobre los Refugiados ofrece acciones y solidaridad en un mundo azotado por las crisis
El Foro Mundial sobre los Refugiados ofrece acciones y solidaridad en un mundo azotado por las crisis
En su discurso de cierre, Grandi recordó que en los tres días que duró el Foro se habían alcanzado varios "hitos nefastos": desde decenas de muertes civiles en Gaza hasta nuevos desplazamientos provocados por conflictos y otras formas de violencia en Sudán y Myanmar.
El Foro Mundial sobre los Refugiados se celebró en un momento en el que la población refugiada en el mundo llegó a 36,4 millones, una cifra nunca antes vista, de una población desplazada por la fuerza que en total suma 114 millones de personas.
“En un contexto tan desafiante, retirarse y renunciar a los compromisos internacionales habría sido lo más sencillo”, indicó Grandi. “Sin embargo, aquí nadie lo hizo. En lugar de ello, se esmeraron y pasaron tres días dando muestras de decidida solidaridad”.
Grandi aplaudió los esfuerzos que han hecho los Estados, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones dirigidas por personas refugiadas, los grupos confesionales, la comunidad académica y otras partes interesadas, que además de anunciar compromisos y contribuciones para apoyar a las personas desplazadas por la fuerza y apátridas, debatieron políticas, intercambiaron ideas y exploraron nuevas soluciones en favor de las personas refugiadas y de las comunidades y países de acogida.
Estos esfuerzos dieron lugar a más de 1.600 compromisos nuevos en el rubro financiero, material, de política pública y otras formas de apoyo (incluidos 43 compromisos de múltiples socios que son codirigidos por gobiernos y otros socios). Algunos de estos compromisos consisten en:
- reasentar a un millón de personas refugiadas para 2030 y ofrecer vías alternas que impliquen a terceros países a otros tres millones de personas refugiadas;
- brindar un millón de horas de asesoramiento jurídico y servicios de consultoría pro bono en el transcurso de cuatro años;
- ofrecer cupos en programas de movilidad laboral o educativa a 200.000 personas refugiadas; y
- apoyar a más de un millón de personas refugiadas – y a las comunidades de acogida – mediante iniciativas de inclusión social y económica.
Las estimaciones iniciales sugieren que, en el rubro financiero, los compromisos anunciados suman más de USD 2.200 millones para los próximos años, incluidos USD 250 millones que serán puestos a disposición por fundaciones y empresas privadas. También se anunciaron instrumentos bilaterales y multilaterales de financiamiento para el desarrollo que beneficiarán a los países de acogida.
Más de 4.200 delegaciones estuvieron presentes en el Foro. El total incluyó más de 300 delegados refugiados de distintas partes del mundo, es decir, más del cuádruple de los que asistieron a la primera edición del Foro en 2019. Miles más siguieron el desarrollo del evento en línea, sintonizando la transmisión de las sesiones plenarias y de los eventos paralelos.
ACNUR y Suiza fueron coanfitriones del evento, mientras que Colombia, Francia, Japón, Jordania y Uganda fueron co-convocantes.
Cuando el Foro estaba por concluir, Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, comentó que era evidente que las delegaciones se habían tomado muy en serio el tema del evento (“solidaridad, acciones y resultados”).
“El azar no debería tener injerencia en la protección y la ayuda que reciben las personas refugiadas; y ni la protección ni la asistencia que todas ellas requieren deberían ser una carga que lleven a cuestas un par de países o comunidades por su ubicación geográfica. Se trata de una obligación con la que debe cumplir la humanidad entera”, recalcó Guterres, cuyo mensaje fue transmitido desde Nueva York. Asimismo, añadió: “Su asistencia a este Foro, un encuentro en torno a las necesidades de las personas refugiadas, reaviva la esperanza al cierre de un año oscuro y turbulento”.
Grandi dedicó un agradecimiento especial a las delegaciones de refugiados que asistieron y participaron en el Foro: “Sus intervenciones, que fueron claras y contundentes, no solo recapitularon lo que ustedes han vivido, sino que nos obligaron a reconocer qué es lo que las personas refugiadas necesitan y, sobre todo, nos llenaron de inspiración por todo lo que ustedes aportan”, expresó. “Escuché que, si bien la asistencia humanitaria es imperativa si lo que buscamos es ayudar, ante todo, ustedes buscan oportunidades e inclusión”.
Poco después de iniciado el Foro, Evode Hakizimana, un refugiado de Burundi que ahora vive en Zimbabwe, señaló: “Indudablemente, la esperanza es necesaria; sin embargo, más que esperanza necesitamos acciones, porque la esperanza aparece por doquier una vez que empezamos a actuar”.