La financiación se atrasa mientras más personas huyen de Sudán del Sur
La financiación se atrasa mientras más personas huyen de Sudán del Sur
ADJUMANI, Uganda, 12 de agosto de 2016 (ACNUR) – Cuando pistoleros irrumpieron en su pueblo en Sudán del Sur, disparando al azar y acosando a residentes, Regina y su hijo con discapacidad huyeron.
"Ellos vinieron a mi casa y me dijeron que me dispararían si no les daba lo que tenía. Eso nos llevó a Uganda, a andar cuatro días entre los arbustos sin comida", dijo Regina.
La mujer de 58 años se encuentra entre los 100.000 sur sudaneses que han huido a países vecinos, incluyendo Uganda y Sudán, desde que los combates irrumpieron en la capital, Yuba a inicios de julio. Se ha reportado violencia esporádica y empeoramiento en la seguridad alimentaria en partes del país que previamente estaban calmas.
Los recientes disturbios parecen haber inclinado la balanza en contra de una solución política al conflicto inminente para Sudán del Sur y exacerbar la crisis de refugiados, advirtió el ACNUR.
"Se ha reportado ampliamente que la situación en el país está caracterizada por los enfrentamientos armados esporádicos, las violaciones de derechos humanos, incluyendo una creciente tendencia de la violencia sexual y basada en género por parte de actores uniformados, y el empeoramiento en la seguridad alimentaria, factores que están infringiendo gran sufrimiento humano a civiles", dijo Adrian Edwards, portavoz del ACNUR.
Edward recalcó que las condiciones generales de seguridad en Sudán del Sur continúan siendo impredecibles, con nuevos choques reportados en Ecuatoria Oeste, el oeste de Bahr el Ghazal, Alto de Nilo y partes de Unity. Él notó que la situación se empeora por el deterioro de la economía, con la inflación llegando a 600 por ciento en comparación con el año anterior.
La profunda crisis aumenta el prospecto de que la población refugiada de Sudán del Sur llegará al millón en los próximos meses. Si continúa la tendencia actual de desplazamiento, los países de acogida continuarán recargándose, a medida que las operaciones están críticamente sub financiadas.
"La situación en el país está caracterizada por choques armados esporádicos y violaciones de derechos humanos"
Uganda y Sudán han recibido a un estimado de 110.000 y 100.000 recién llegados en 2016, y juntos sostienen a más del 90 por ciento de los 229.000 recién llegados que han llegado en este año.
Más de las 100.000 personas que huyeron de Sudán del Sur que llegaron en la primera mitad del año, llevados por las peleas en áreas que previamente eran estables, así como por el empeoramiento en la situación de inseguridad alimentaria. Otras 1.61 millones de personas continúan desplazadas dentro de Sudán del Sur.
Uganda ha recibido a más de 750.000 refugiados desde el inicio del conflicto en julio, cuando el número de llegadas llegó a más de 8.000 en un día. Noventa por ciento de quienes huyen son mujeres y niños, mayormente de Yuba y otras partes de Ecuatoria Central.
Las cuentas de los recién llegados apuntan a un colapso en la ley y el orden de las áreas de acogida. Los refugiados citan choques ente las fuerzas de Gobierno y los grupos armados, así como asesinatos, secuestros de niños y abusos sexuales contra mujeres. Algunos de los que llegan a Uganda también reportan que los grupos armados están robando y extorsionando a civiles, previniendo que aquellos que no pueden pagar, huyan.
"Intentamos ir a Uganda, pero había personas robando en el camino. Les dimos nuestro dinero y nos dejaron cruzar", dijo Jokino, refugiada de Yuba de 50 años, que recién llegó a Adjumano, una ciudad al norte de Uganda. "Me preocupa que . . . la paz no vuelva a Sudán del Sur por mucho tiempo".
Financiación crítica
Con una población de refugiados de Sudán del Sur de 930.000, el ACNUR enfrenta una escasez crítica de fondos.
"El ACNUR está extremadamente preocupado a pesar de que el número de personas de Sudán del Sur crece, los fondos para cubrir las necesidades básicas se están agotando", dijo Edwards a los reporteros en el Palacio de la Naciones.
La Agencia de la ONU para los Refugiados solo ha recibido el 20 por ciento de los $608,8 millones de dólares necesarios para los refugiados en Sudán del Sur y los seis países de asilo para este año. Muchas actividades han sido suspendidas con el fin de brindar apoyo primario crítico a los recién llegados.
Las más afectadas son las áreas remotas en Uganda, Sudán, República Democrática del Congo y República Centroafricana donde el ACNUR no tenía presencia previa. Etiopía y Sudán, que han experimentado flujos masivos, también se han visto muy afectados.
El ACNUR está solicitando a la comunidad internacional el apoyo para los países de asilo, para proteger y asistir a los refugiados de Sudán del Sur en su momento de grandes necesidades.
"La continua escasez de fondos creará mayores desventajas para las mujeres, niños y hombres que necesitan urgentemente un apoyo continuo para superar el trauma del desplazamiento forzado y encaminarse a la recuperación, la auto confianza y dignidad humana", dijo Edwards.
"La escasez de fondos creará mayores desventajas para aquellos que necesitan urgentemente un apoyo continuo para superar el trauma"
"La incapacidad de brindar alimento, albergue, servicios básicos, asistencia sicosocial, educación y oportunidades de medios de vida, va a condenar a los refugiados a una existencia vulnerable prolongada" agregó.
Para satisfacer las necesidades urgentes de los recién llegados, el Gobierno de Uganda ha abierto un nuevo asentamiento en Yumbe, en el noroeste del país, con capacidad para más de 100.000 personas. Los fondos se necesitan con urgencia para la reubicación de más de 45.000 refugiados de centros de recepción y tránsito que están severamente recargadas.
Edwards recalcó que con tantas personas viviendo ahora tan cercanamente, la posibilidad de un brote de enfermedades en alta. Los equipos del ACNUR monitorean de cerca esta situación, pero necesitan más fondos para poder responder de forma efectiva.
Los altos números de refugiados también están creando una carga desproporcionada en los servicios locales de salud y educación. EL desarrollo del asentamiento de Maaji III, que abrió a inicios de año, se ha suspendido, dejando el nuevo asentamiento sin infraestructura y servicios básicos. Los servicios básicos se están brindando en tiendas.
En Adjumani, el agua limpia se está trayendo en camiones a muy altos costos, hasta que los recursos para hacer más pozos se encuentren disponibles.
Al mismo tiempo, el desarrollo de nuevas áreas de asentamientos recién abiertos en Adjumani y Yumbe requerirá inversión significativa adicional. Las lluvias torrenciales están debilitando los esfuerzos de alivio, desacelerando los esfuerzos de reubicación, y requiriendo reparaciones inmediatas de caminos.
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