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Las condiciones invernales traen nuevos sufrimientos a más de 600.000 refugiados sirios

Historias

Las condiciones invernales traen nuevos sufrimientos a más de 600.000 refugiados sirios

11 enero 2013
Un joven refugiado sirio se arropa con una manta de las que su familia ha recibido como parte del paquete de ayuda de invierno en el norte de Irak.

La Agencia de la ONU para los Refugiados ha informado hoy de que las condiciones invernales en Siria y en los países de alrededor durante la semana pasada han traído nuevas dificultades para cientos de miles de refugiados y desplazados internos.

"A pesar de los trabajos de preparación para el invierno que se han hecho en los últimos meses, muchos refugiados tanto en campos como fuera de ellos están haciendo frente a duras condiciones de frío y lluvias. Al mismo tiempo, no ha habido respiro en el número de personas que huyen de Siria" ha dicho el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, a los periodistas congregados en Ginebra. También ha añadido que a fecha de ayer jueves, más de 612.000 personas habían sido registradas en países vecinos como refugiados o bien estaban recibiendo asistencia.

La primera semana de 2013 ha sido testigo de una nueva oleada de llegadas a Jordania, con una media de más de 1.100 sirios cruzando la frontera cada día, aunque las cifras han sido algo menores en los últimos días debido a las lluvias. "Muchos de los que llegan vienen descalzos, con las ropas empapadas y cubiertos de barro y nieve" apunta Edwards.

Los refugiados cuentan que tuvieron que ir desprendiéndose de sus pertenencias para cargar con sus hijos y poder así atravesar las zonas inundadas hasta llegar a Jordania. Para la gente que llega a la frontera, ACNUR logró ayer enviar 1.000 mantas y 500 colchones junto con ropa de emergencia. El Programa Mundial de Alimentos proporcionó 3.000 raciones de comida.

En el campo de refugiados de Za'atri hubo inundaciones a principios de esta semana, en la que se ha vivido una de las peores oleadas de frío y lluvia de los últimos 20 años en Jordania. ACNUR logró enviar el jueves varios camiones cargados con grava para elevar el nivel del terreno y mejorar el drenaje. Se establecieron desagues en el perímetro del campo en cuatro puntos para liberar el agua estancada hacia los arroyos que rodean el campo, lo cual ha mejorado las cosas.

Edwards dice que los servicios médicos en el campo de Za'atri están todos operativos y que las clínicas móviles están cubriendo las zonas afectadas del campo, detectando casos médicos que necesitan traslado a los hospitales del campo y ofreciendo atención primaria a los pacientes que identifican.

El portavoz de ACNUR ha informado también de que la Agencia de la ONU para los Refugiados y sus socios han reubicado a los sirios afectados en casas prefabricadas durante las últimas tres noches y además ha subrayado que UNICEF estaba instalando 45 letrinas de emergencia en los nuevos módulos prefabricados. ACNUR está distribuyendo cinco mantas por persona a los recién llegados a Za'atri, además de ropa de invierno. Aquellos cuyas pertenencias han resultado dañadas en las inundaciones están recibiendo mantas, colchones y otros materiales no alimentarios.

Para los refugiados que viven fuera del campo las condiciones también están siendo muy difíciles. Muchos están alojados en refugios con poca calefacción y aislamiento del frío, y también carecen de ropa de abrigo y mantas. Unas 6.000 familias están recibiendo asistencia económica.

El gobierno de Jordania estima que unos 280.000 refugiados sirios han cruzado al país en los últimos 22 meses. Más de 176.500 de ellos están registrados por ACNUR o han sido asistidos por la agencia.

En Líbano la población refugiada registrada y asistida ha crecido hasta las 200.000 personas.

Durante la última semana las temperaturas se han mantenido en general muy frías y ha nevado. Las inundaciones se han producido en una serie de asentamientos de tiendas de campaña en el valle de Bekaa y en casas en Wadi Khaled, en el norte, así como en un almacén más al sur, en Sidon, que estaba siendo utilizado para acomodar a refugiados.

"Un esfuerzo colectivo en Sidon por parte de ACNUR, el Consejo Danés para los Refugiados, el Consejo Noruego para los Refugiados y el centro para inmigrantes de Cáritas Líbano ha permitido drenar el almacén. En Bekaa y en Wadi Khaled hemos tomado acciones, conjuntamente con Acción contra el Hambre y Premiere Urgence, para hacer frente a las inundaciones y para ayudar a los refugiados afectados" asegura Edwards.

"También estamos intensificando la asistencia junto a los ayuntamientos locales y las ONGs. Se han entregado colchones secos, edredones y vales de alimentos; cuatro familias sirias y dos libanesas se han trasladado desde la zona inundada de Wadi Khaled y estamos ampliando el espacio para acoger a más personas en refugios colectivos" añade.

ACNUR también ha estado aumentando la distribución de mantas térmicas, calefactores, vales de combustible, ropa de invierno y lonas de plástico. Se han reforzado con aislamiento las casas de unas 6.700 familias y a otras 5.300 se les ha ofrecido ayuda para los trabajos de renovación.

En Turquía las autoridades han llevado a cabo un esfuerzo significativo para reforzar los campos para las condiciones del invierno, creando plataformas para las tiendas, facilitando calefactores, lonas, plásticos, ropa de abrigo y mantas térmicas. Para apoyar este esfuerzo, ACNUR ha facilitado tiendas para 83.500 personas, mantas para 107.220 y utensilios de cocina para 110.220.

El clima invernal también ha afectado al norte de Irak, donde las fuertes nevadas han dificultado la vida de los refugiados en el campo de Domiz y de la comunidad local. Estas personas están haciendo frente además a los altos precios de los productos básicos. "Aunque ya se ha hecho un trabajo sustancial de preparación para el invierno, ACNUR está vigilando la situación de cerca. Actualmente tenemos necesidades urgentes para ropa de abrigo, botas y bufandas sobre todo para niños" afirma el portavoz de ACNUR.

Dentro de Siria ACNUR ha ofrecido en los últimos meses una ayuda significativa para el inviernopara los refugiados y familias desplazadas, incluyendo colchas de invierno, mantas fuertes y ropa de abrigo. Los trabajos de asistencia para los refugios comenzaron a finales de 2012 y también siguen en marcha los programas de ayuda económica en efectivo. A finales de año ACNUR había ayudado a más de 400.000 personas en las zonas accesibles de Siria, ofreciendo ayuda no alimentaria y económica a cerca de 15.000 familias.

"A pesar de las difíciles condiciones de seguridad seguimos trabajando para ayudar a las personas que podemos, a menudo trabajando con organizaciones socias. Sin embargo, las dificultades de acceso implican que no podemos llegar a toda la gente que lo necesita" dice Edwards.