Personas refugiadas y desplazadas por el cambio climático piden mayor inclusión en la COP28
Personas refugiadas y desplazadas por el cambio climático piden mayor inclusión en la COP28
En la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se celebra este año en Dubai (COP28), activistas climáticos desplazados por la fuerza han hablado en nombre de millones de personas refugiadas y desplazadas internas que se enfrentan a las consecuencias desproporcionadas del cambio climático.
Casi el 60 por ciento de las personas desplazadas en el mundo viven en países que son los más vulnerables al cambio climático. Tras huir de la guerra y la persecución, se enfrentan a sequías, inundaciones y temperaturas extremas. A pesar de esta doble carga y experiencia vivida, han luchado por hacer oír su voz en las conferencias anuales de la ONU sobre el cambio climático.
Nhial Deng, refugiado sursudanés, defensor de la juventud y activista comunitario, es uno de los que intentan cambiar esta situación en la COP28. “La crisis climática es una crisis humana”, afirmó. “Tenemos que escuchar las voces de las comunidades que están en primera línea; tenemos que verlas como expertos”.
Deng participó en una de las varias sesiones de los últimos días en las que se ha prestado especial atención a la acción climática y a las soluciones lideradas por personas desplazadas por la fuerza. Ponentes de Sudán del Sur, Somalia, Yemen y la República Democrática del Congo han compartido sus historias de huida primero del conflicto y luego de los desastres climáticos, además de hablar sobre el trabajo que están realizando en sus comunidades para restaurar el medio ambiente y adaptarse al clima cambiante.
“Ahora más que nunca, los responsables de la toma de decisiones en la COP necesitan comprender las perspectivas de estas comunidades en la primera línea climática, y escuchar sus llamamientos a la acción”, declaró Andrew Harper, Asesor Especial para la Acción Climática de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
“Millones de personas refugiadas viven en tierras cada vez más inhabitables, expuestas a algunos de los impactos climáticos más peligrosos. Los responsables de la toma de decisiones pueden aprender de sus sueños, aspiraciones y soluciones”.
La yemení Eman Al-Hamali dirige un grupo de 10 mujeres, todas ellas desplazadas internas, que gestionan una microrred solar que suministra energía limpia y asequible a los hogares del distrito de Abs, en la provincia yemení de Hajjah, al noroeste del país. Se trata de una zona muy afectada tanto por el conflicto como por las condiciones climáticas extremas, donde los medios de vida que dependen de la agricultura se han visto duramente afectados por la creciente escasez de lluvias.
El éxito del proyecto que dirige Eman ha inspirado otras 12 plantas solares que benefician a más de 44.000 personas, pero los retos persisten. “Nos falta financiación para satisfacer las crecientes necesidades de energía renovable de la comunidad, además de carecer de personal capacitado en el terreno de la energía solar que conozca las estrategias de mitigación del cambio climático”, explicó a los delegados.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, se sumó a los llamamientos para una mayor inclusión de las personas desplazadas por la fuerza tanto en los debates de la COP28 como en los planes nacionales de acción climática. “La inclusión de los más afectados es vital para nuestros debates y respuestas. Las experiencias y soluciones de las comunidades desplazadas merecen un lugar importante en el debate mundial sobre el clima”.
La poeta, exrefugiada y Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR Emi Mahmoud ha abogado por una mayor inclusión de las personas refugiadas y desplazadas en las respuestas a la crisis climática desde que asistió a su primera COP en Glasgow en 2021.
En un evento en la COP28 el domingo, interpretó su poema “La canción de la Tierra”, un lamento por nuestro planeta enfermo que también lleva un mensaje esperanzador sobre la posibilidad de un futuro más sostenible.
Se inspiró para su participación en la COP en una reciente visita al campamento de refugiados de Minawao, en la región del Extremo Norte de Camerún, donde conoció a refugiados nigerianos que están tomando medidas relacionadas con el clima, como la plantación de miles de árboles para restaurar el medio ambiente en el campamento y sus alrededores, y luchar contra la desertificación.
“Pude ver el trabajo real que todo el mundo está haciendo y la innovación que se produce en tiempo real sobre el terreno!, comentó. “Las personas refugiadas no solo están en primera línea del cambio climático, también están en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático”.
“La crisis climática es una crisis humana”.