Recuperar el medio ambiente para devolver la esperanza
Recuperar el medio ambiente para devolver la esperanza
En la ciudad de Turbo, al norte de Colombia, los barrios Pescador 1 y 2 han acogido a personas desplazadas de la región que han huido del conflicto. Desde 2018, ACNUR ha estado apoyando el proceso de integración y convivencia en estos barrios, donde personas desplazadas, extranjeras y locales conviven en medio de una reserva de manglares.
Los manglares – que a pesar de tener una función de protección del medio ambiente están en alto riesgo por los impactos del cambio climático – se han visto afectados negativamente por el desbalance entre la creciente población humana que están soportando y la infraestructura de gestión de residuos disponible. Además, los residentes sufren los efectos negativos de la degradación ambiental sobre la salud y tienen un acceso limitado a medios de vida. En este contexto, la necesidad de soluciones que refuercen la integración y la autosuficiencia de las comunidades desplazadas y locales es urgente.
Como respuesta, ACNUR Colombia está trabajando con las comunidades de Pescador 1 y 2 para identificar y experimentar nuevas estrategias de recuperación de manglares que, a la vez, contribuyan a la creación y diversificación de oportunidades en una economía verde, donde la preservación del medio ambiente facilita también la consolidación de un espacio seguro para las personas desplazadas y la comunidad de acogida. Al finalizar el piloto, esta iniciativa – que es ejecutada con el apoyo del Fondo de Innovación para la Acción Climática y el Medio Ambiente de ACNUR – demostrará que generar medios de vida con base en la conservación puede ser una estrategia eficaz para la protección y la integración de las personas desplazadas.
El comité de Guardianes del Mangle
Uno de los primeros pasos – tras una sólida evaluación de los retos medioambientales y socioeconómicos experimentados por los habitantes – consiste en ayudar a reforzar el comité comunitario de los Guardianes del Mangle para garantizar que pueda liderar futuras actividades tanto de restauración medioambiental como de exploración de opciones de medios de vida.
"Somos la generación del futuro. De esto depende cómo vivamos después".
El comité está compuesto por miembros de la comunidad desplazados por el conflicto armado en Colombia y pescadores artesanales locales. Todos los miembros están decididos a seguir trabajando por el cuidado y la recuperación de la fauna y los manglares de sus barrios, sensibilizando a la comunidad sobre la importancia de vivir en armonía con el ecosistema que la rodea.
“Hicimos un pacto para dejar de talar el manglar, ya que es este ecosistema el que nos ha proporcionado un lugar donde vivir”, comenta Secarlos, el actual líder del comité, hijo de desplazados que se establecieron en esta zona. Asimismo, se está reforzando un semillero dedicado a los niños, los Guardiancitos del Mangle, que fomenta un enfoque intergeneracional de esta labor. “Con esta iniciativa, sensibilizamos a la gente sobre el cuidado del manglar. Somos la generación del futuro. De esto depende cómo vivamos después”, dice Valentina, una joven participante.
Plan en dos fases: Para las personas y el planeta
Desde que comenzó el proyecto, a principios de 2024, el comité de Guardianes del Mangle ha definido acciones de jornadas de limpieza, campañas de sensibilización casa por casa, actividades para restaurar los manglares y para plantar semillas de mangle. El comité trabajará junto con ACNUR, la Alcaldía de Turbo y otras instituciones para llevar a cabo esta labor de conservación. También se han establecido asociaciones con una universidad local para que la comunidad pueda participar en actividades de investigación y formación para adquirir y compartir conocimientos sobre el cuidado del ecosistema que habita.
El proyecto se articula en dos fases: la primera prevé acciones comunitarias para preservar el medioambiente, como la limpieza de áreas públicas y la recolección de residuos sólidos. También se establecerá un sistema de separación y recolección de residuos para asegurar la sostenibilidad de estas iniciativas. La segunda fase está relacionada con la generación de medios de vida, convirtiendo el comité en un emprendimiento social que pueda generar ingresos para los miembros de la comunidad a través de iniciativas como el ecoturismo científico – incluyendo la investigación en temas relacionados con los impactos del cambio climático en entornos vulnerables como los manglares – y la reproducción de plantas para la restauración medioambiental en otros lugares. El comité recibirá también formación en gestión de residuos y técnicas de transformación, lo que le permitirá producir artículos útiles para la comunidad y posiblemente desarrollar pequeños negocios relacionados con dichas actividades.
"Hicimos un pacto para dejar de talar el manglar, ya que es este ecosistema el que nos ha proporcionado un lugar donde vivir".
Promover soluciones duraderas
El enfoque en la mejora de las oportunidades para la comunidad y el hecho de que ya se hayan identificado ideas para posibles medios de vida está ayudando a cambiar la percepción de que la protección del medio ambiente está en conflicto con las oportunidades económicas y el bienestar de las personas. Además, las actividades de los Guardianes del Mangle complementan una estrategia más amplia para desarrollar opciones de resiliencia y autosuficiencia para las comunidades desplazadas.
En este sentido, ACNUR Colombia ha estado trabajando con el municipio de Turbo para regularizar los derechos de propiedad de las comunidades desplazadas que viven en la zona, contribuyendo a prevenir nuevos riesgos para comunidades en situación de vulnerabilidad.
Esta historia ha sido realizada por el servicio de Innovación de ACNUR con el apoyo de ACNUR Colombia y su versión en inglés está disponible en el perfil de Medium del Servicio de Innovación de ACNUR.