Una tripulación unida, remando por la inclusión en Sevilla
Una tripulación unida, remando por la inclusión en Sevilla
Hace poco más de dos años, Anastasia estudiaba su primer curso de Periodismo en la universidad, vivía con su madre y su hermana menor, y llevaba la vida normal de una chica de 18 años. Hasta que una mañana de febrero, su vida, como la de millones de ucranianos, dio un vuelco.
Cuando Rusia invadió Ucrania a gran escala, Anastasia y su familia se refugiaron en una estación de metro. Pero tras una semana de angustia e incertidumbre, decidieron que no podían esperar más. Apenas habían viajado fuera de Ucrania y poco sabían de España, cuando una mujer que habían conocido en el metro les propuso ir a Sevilla, donde una amiga le ofrecía un hogar. Después de días de viaje, noches en estaciones y miles de kilómetros, llegaron a esta ciudad de cielo azul y limpio, “donde por fin pudieron respirar”.
Los primeros tiempos no fueron fáciles: un lugar nuevo, un idioma desconocido, y el dolor por los seres queridos y el país que habían dejado atrás. Sin embargo, la determinación de Anastasia por aprender español y salir adelante, junto con el apoyo de Accem, fueron clave para volver a empezar.
Fue a través de esta ONG que Anastasia, su madre y su hermana entraron a formar parte de la tripulación de The Crew Together, un proyecto de la asociación Dársena Deportiva Sevilla que, a través de la práctica del piragüismo, promueve la integración de las personas refugiadas y contribuye a su bienestar físico y mental.
“La primera clase tuve un poco de miedo, pero también un montón de energía y adrenalina porque por fin iba a probarlo”, recuerda. Desde su llegada a Sevilla, Anastasia miraba con curiosidad las embarcaciones que cruzaban el Guadalquivir, deseando subirse a una de ellas. El día en que lo logró, el flechazo fue instantáneo. “Me sentí súper relajada. Por una hora olvidé todas las cosas por las que estaba preocupada: el trabajo, el curso, la guerra, y pude relajarme y respirar”.
El deporte y el río como herramientas de integración
Anastasia es una de las 300 personas refugiadas y solicitantes de asilo que han participado en The Crew Together, una iniciativa que surge del compromiso adoptado en el Foro España Con los Refugiados, organizado por ACNUR en 2023, y que cuenta también con el apoyo de Accem, Cruz Roja, CEAR, las universidades de Sevilla y Pablo de Olavide, la Junta de Andalucía, el Club de Remo Sevilla y la Federación Andaluza de Piragüismo.
Para José Viñas, presidente de Dársena Deportiva Sevilla e impulsor del proyecto, la necesidad y la oportunidad son claras: las personas refugiadas y solicitantes de asilo encuentran dificultades para acceder al deporte, bien por factores económicos, sociales o por desconocimiento, mientras que el deporte acuático tiene un enorme potencial para su integración en la ciudad y para mejorar su salud física y psicológica.
Después de acercar el piragüismo a colectivos con vulnerabilidades, como personas con discapacidad o víctimas de violencia, Dársena Deportiva Sevilla lanzó su primer proyecto con personas refugiadas en otoño de 2023, y la experiencia fue todo un éxito. “Nos dimos cuenta de que para impactar no podíamos hacer una actividad puntual. El impacto real es cuando las personas se asocian a este espacio, a la gente del club, y la gente del club conoce también a gente diferente”, explica Viñas. De esta forma, la actividad repercute no solo en las personas refugiadas, sino también en las voluntarias, técnicas y usuarias de la instalación, fomentando el intercambio cultural, el conocimiento mutuo y la integración de la población refugiada y la población de acogida.
Prueba de la buena acogida de la The Crew Together es que personas que empezaron como participantes han acabado sumándose como voluntarias en otros grupos. Es el caso de Aliou, diseñador gráfico de 27 años, que llegó a Sevilla desde Senegal en octubre, previo paso por las Islas Canarias. Con apenas seis meses en la ciudad, Aliou ya se siente en casa: aunque son días de descubrimiento, el deporte y el compañerismo de la tripu han facilitado su adaptación.
Para él, que se enfrentó a un viaje lleno de riesgos en el mar, el agua tiene ahora un efecto liberador, casi terapéutico. “Me siento libre. No me preocupo de los problemas de la vida, no me preocupo de nada. Solo de la pala y de hacer deporte”, cuenta con una sonrisa. Apasionado del deporte, lo que destaca, sin embargo, es el trabajo en equipo y el contacto con otras personas de culturas diversas.
Para facilitar ese intercambio entre las cerca de 20 personas que participan en la actividad, una docena en la canoa principal y varias parejas en kayaks, cada sesión empieza con dinámicas de juego. Voluntarios y técnicos, entre 4 y 6 por clase, dinamizan un grupo donde se mezclan niños y adultos, donde todos se divierten y son iguales, luciendo la misma camiseta que simboliza que en la tripu, todos son uno.
“Entre miradas, gestos, palabras, nos comunicamos súper bien”, cuenta Andrés, monitor de The Crew Together. “Este deporte es un trabajo de cooperación, si no remamos todos al mismo ritmo, la canoa no avanza. Es como la vida: pase lo que pase, hay que remar”, dice este sevillano apasionado del deporte y de su ciudad.
Quizás el otro secreto de The Crew Together sea precisamente Sevilla. La oportunidad de descubrir la ciudad desde otra perspectiva, conocer sus tradiciones a través de los voluntarios locales, disfrutar de la naturaleza y la paz del río, e ir sintiéndose poco a poco parte de este nuevo hogar.