Bangladesh: aumenta la densidad de población de refugiados
Bangladesh: aumenta la densidad de población de refugiados
Cerca de tres meses después del inicio de la crisis de refugiados de Bangladesh – Myanmar, los refugiados continúan huyendo de Myanmar, en muchas ocasiones empleando medios cada vez más precarios.
En los últimos 10 días, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha recibido informes sobre la llegada de unas 30 balsas improvisadas desde Myanmar, que habrían transportado en total a más de mil personas. Ante la falta de medios para pagar por cruzar (las aguas de la Bahía de Bengala) los refugiados construyen balsas con cualquier material que encuentran, en su mayoría con postes de bambú y bidones vacíos atados con cuerdas y cubiertos con láminas de plástico. Gracias a remos hechos de bambú y desechos plásticos, algunas de estas balsas han conseguido llegar a Shahporir Dwip, en Bangladesh, tras un viaje de aproximadamente cuatro horas. El estuario del río Naf entre los dos países tiene cerca de tres kilómetros de ancho en este punto.
Más de 100 refugiados Rohingya se han ahogado en naufragios e incidentes en embarcaciones desde el comienzo de la crisis el 25 de agosto. Los recién llegados dijeron a ACNUR que habían estado esperando durante más de un mes en condiciones extremas en las costas de Myanmar. La comida y el agua, al parecer, se están agotando.
Unos 620.000 refugiados rohingya han huido a Bangladesh desde el 25 de agosto. La Extensión de Kutupalong, asentamiento establecido poco después de que comenzaran las llegadas, se encuentra ya altamente congestionado tras albergar a 335.000 personas – más de la mitad del total.
En este momento, 13 de los 20 bloques en la Extensión de Kutupalong albergan una densidad de población mayor que algunas partes de Dhaka. El área conocida como Bloque CC alberga a más de 95.000 personas por kilómetro cuadrado (según datos de ONU Habitat, la densidad de población de Dhaka es de 44.500 personas por kilómetro cuadrado).
A pesar de los esfuerzos para entregar más ayuda y servicios, la sobrepoblación y las difíciles condiciones de vida en los campamentos y asentamientos improvisados no hacen sino aumentar los riesgos de salud e higiene y la posibilidad de que se produzcan incendios, así como la violencia y la trata.
Hay una necesidad urgente de contar con terrenos adicionales para habilitar albergues e infraestructuras para dotar de servicios básicos vitales y ayuda, incluyendo puntos de extracción de agua, letrinas, lugares para ducharse, puntos de distribución, espacios seguros para mujeres niños y niñas, centros comunitarios, etc. Hasta el momento, ACNUR ha entregado cientos de miles de artículos de ayuda, como tiendas de campaña, láminas de plástico, mantas, colchonetas, mosquiteros, utensilios de cocina, cubos y bidones.
Debido a la alta densidad de población de refugiados, los riesgos de protección aumentan rápidamente y, en particular, el de violencia sexual y de género (SGBV, por sus siglas en inglés). ACNUR está trabajando con las comunidades de refugiados para visibilizar este riesgo y prevenirlo. Junto a sus socios humanitarios, ACNUR está estableciendo mecanismos de reporte para mujeres y sobrevivientes de SGBV, así como espacios seguros para mujeres y niñas. Las necesidades de protección de los adolescentes, niños y niñas, deben consolidarse en todos los programas humanitarios.