Los refugiados afganos que vuelven a su hogar se enfrentan a difíciles decisiones después de años en el exilio
Los refugiados afganos que vuelven a su hogar se enfrentan a difíciles decisiones después de años en el exilio
El año 2016 presenció el retorno de refugiados afganos desde Pakistán, país que ha acogido grandes cantidades de refugiados afganos durante cuatro décadas. Más de 370.000 refugiados afganos registrados retornaron a su hogar desde Pakistán en 2016, comparado con los poco más de 58.000 del año anterior. Pakistán continúa acogiendo a cerca de 1,3 millones de refugiados registrados.
ACNUR recién ha completado un análisis de los datos del monitoreo de los retornos para entender de mejor forma el contexto y la situación actual de los refugiados que retornan en Afganistán. El estudio estuvo basado en entrevistas cara a cara con 4.285 personas en los puntos de llegada, así como entrevistas telefónicas con alrededor de 1.300 retornados. Este se basó en un muestreo aleatorio tres meses después de que las personas retornaran.
De acuerdo con los datos, los refugiados presentan múltiples factores interrelacionados que influyen sus decisiones de retornar. Estos incluyen dificultades económicas, acoso, temor a ser arrestado y deportado a Pakistán, con ciertas diferencias entre la primera y la segunda ola del 2016. En los primeros seis meses del 2016, 73 por ciento de los refugiados que retornaron citaban las dificultades económicas como razón clave para retornar, mientras que únicamente un 41 por ciento mencionó esta razón en noviembre. En la segunda mitad del año, factores relacionados con la presión de las autoridades, particularmente en Khyber Pakhtunkhwa; así mismo, el temor al arresto y la deportación figuraron más significativamente en las decisiones para retornar a sus hogares. Por ejemplo, solo 8 por ciento citaron el temor al arresto y la deportación como un factor en la primera mitad de 2016, mientras que 37 por ciento lo mencionó en noviembre. Los refugiados también citaron una mejor percepción en la situación de seguridad en partes de Afganistán, un menor temor a la persecución, las promesas gubernamentales de tierra y albergue a la llegada, el paquete de asistencia del ACNUR y el deseo de reunirse con sus familias, como factores decisivos.
El aumento en los retornos inició a mediados del año, y tuvo su punto máximo en octubre de 2016, en medio de un empeoramiento en el entorno para los afganos y pakistaníes el verano pasado. Otros varios factores fueron identificados a través de nuestras entrevistas con los afganos antes de retornar a casa, entre ellos:
la introducción de controles de manejo fronterizo formales en Torkham, los cuales requieren que los afganos y pakistaníes tengan pasaportes y visas para entrar a los países por primera vez, separando familias y afectando los negocios entre ambos países;
una creciente ansiedad sobre la validez de las tarjetas de prueba de registro, su extensión y el registro de la estadía futura en Pakistán;
el mejoramiento en la implementación del Plan de Acción Nacional de Pakistán contra el terrorismo que afectó tanto a los nacionales pakistaníes como a los afganos. Mientras que el mayor grupo de nacionales indocumentados en el país son afganos, estas operaciones de seguridad sí tuvieron un impacto directo en muchos afganos indocumentados viviendo en Pakistán;
la campaña del Gobierno afgano en Pakistán, llamada Khpal Watan, Gul Watan ("hogar dulce hogar") pidiendo a los afganos que regresaran a sus hogares.
Los afganos han tenido que tomar difíciles decisiones de regresar o quedarse de acuerdo con las opciones disponibles para ellos y los refugiados se han visto impactados por los cambios en las dinámicas políticas y de seguridad a nivel regional. Durante 2016 en Pakistán, ACNUR ha informado a los afganos sobre sus derechos, intervino en casos de arrestos y detenciones ilegales y trabajó de cerca con las autoridades a todos los niveles cuando se recibieron los reportes de acoso. Junto con nuestros socios, hemos intervenido en 5.895 casos de arrestos y detenciones de afganos en Pakistán, asegurando la liberación de todos ellos. El número de arrestos conocidos disminuyó de su punto máximo de 1.691 en agosto a 216 en diciembre de 2016. ACNUR continúa abogando con las autoridades pakistaníes para la extensión de las tarjetas de Prueba de Registro para los refugiados afganos más allá del 2017.
El ACNUR no promueve el retorno de los refugiados a Afganistán debido a la continuidad del conflicto en diferentes partes del país y su limitada capacidad de absorción. Sin embargo, es nuestro claro mandato ayudar a aquellos que decidan regresar. Nuestra encuesta de monitoreo mostró que la asistencia en efectivo de $400 dólares generalmente duró de dos a tres meses y apoyó a las personas con sus necesidades iniciales de reintegración en Afganistán. La gran mayoría de los refugiados (75%) gastó la subvención en efectivo para satisfacer sus necesidades humanitarias inmediatas: alimentos, albergue y transporte. 15 por ciento fueron capaces de hacer inversiones en negocios o medios de vida sostenibles, el 11 por ciento dijo que pudo construir una casa sostenible.
De los encuestados por teléfono tres meses después de su regreso a Afganistán, el 52 por ciento dijo que pudo regresar a su provincia de origen. El 48 por ciento restante dijo que eligió otra provincia debido a la falta de albergue, tierras, oportunidades de medios de vida o debido a la inseguridad en sus áreas de origen. A pesar de los retos, el 93 por ciento de los encuestados dijeron que fueron recibidos calurosamente por las comunidades y el 75 por ciento dijo que tres meses después de su repatriación sentían que habían tomado la decisión correcta de regresar.
El ACNUR comparte la preocupación de que el ritmo de los retornos en 2016 supere ampliamente la capacidad de Afganistán de ayudar a las personas a reintegrarse después de años, en la mayoría de los casos décadas, de asilo en Pakistán. Muchos de los refugiados regresaron a un futuro incierto en Afganistán. Los refugiados que retornan tienen que reconstruir sus vidas en medio de niveles cada vez mayores de desplazamiento interno, inseguridad y niveles de violencia no vistos desde la caída de los talibanes en 2002.
El ACNUR hace un llamamiento al Gobierno del Afganistán y a la comunidad internacional para que redoblen sus esfuerzos para que creen las condiciones para un retorno sostenible. Observamos que 15,2 miles de millones de dólares fueron comprometidos por los donantes en Bruselas en octubre del año pasado para Afganistán. Se necesitan progresos urgentes para convertir estos compromisos en programas concretos dirigidos por el gobierno que beneficien a todos los afganos, incluidos los refugiados que regresan, los repatriados indocumentados y los desplazados internos.