Somalia: ACNUR distribuyó ayuda a 30.000 desplazados la semana pasada
Somalia: ACNUR distribuyó ayuda a 30.000 desplazados la semana pasada
La Agencia de la ONU para los Refugiados continúa con la distribución masiva de ayuda de emergencia en el sur y el centro de Somalia, donde tan sólo en esta semana ha tenido acceso a unos 30.000 desplazados internos. Desde comienzos de julio, los equipos de ACNUR han asistido a unas 180.000 personas. Nuestro objetivo es ayudar a otros 180.000 desplazados internos somalíes antes de que acabe el mes de agosto.
Las entregas de esta semana se han concentrado en los asentamientos de desplazados internos cercanos a Villa Somalia, situada en el distrito Waaberi de Mogadiscio; en Baadheere, en la región de Gedo; y en Sakow, en la región de Juba Medio. Los materiales de cobijo parecen ser especialmente bien recibidos, sobre todo porque ha llovido en la capital somalí en los últimos días.
Pese a la retirada de Al Shabaab de muchas zonas de Mogadiscio hace casi dos semanas, la complicada situación de seguridad hace que los equipos de ACNUR todavía se enfrenten a restricciones de movimiento. Sin embargo, hemos podido mantener un encuentro con nuestros socios durante la semana para coordinar la respuesta de emergencia y evaluar las necesidades en los asentamientos de desplazados internos (IDPs por sus siglas en inglés).
Mientras, en Etiopía, se está llevando a cabo un esfuerzo a gran escala para hacer frente a las altas tasas de mortalidad entre los recién llegados desde Somalia. Si bien la malnutrición sigue siendo la principal causa de muerte, la situación se está viendo agravada por posibles casos de sarampión y otras enfermedades.
Los niños menores de cinco años, que ya llegan a Etiopía en un grave estado de debilidad y agotamiento por el hambre y el largo viaje a pie hacia los campos, son especialmente vulnerables y siguen siendo el objetivo prioritario de las intervenciones. Los niños con desnutrición severa se ven expuestos a un alto riesgo de sufrir complicaciones como la neumonía, la diarrea y el sarampión, que pueden suponer una combinación mortal para ellos.
Estamos ampliando nuestros programas nutricionales ya existentes a niños de mayor edad, y estamos acelerando la apertura de un centro de estabilización dedicado a niños con desnutrición aguda severa en el campo de Kobe, donde se han estado dando las tasas de mortalidad más altas. Prácticamente la totalidad de sus 25.000 residentes han llegado a Etiopía durante las últimas diez semanas huyendo de la sequía, el hambre y el conflicto en Somalia. En lo que va de año, más de 77.000 somalíes han encontrado refugio en Etiopía, uniéndose a otros muchos que ya estaban en el país.
Como continuación a la campaña de vacunación contra el sarampión en el campo de Kobe de todos los niños con edades comprendidas entre los seis meses y los 15 años, ayer – 18 de agosto – comenzó un segundo programa de vacunación masiva en el campamento de Melkadida, que se encuentra también en el área de Dollo Ado. Melkadida es el mayor campo de refugiados de Etiopía, con una población de casi 40.000 habitantes. En los cuatro campos que conforman Dollo Ado, hasta el momento hemos identificado 166 posibles casos de sarampión y 15 muertes relacionadas con esta enfermedad.
Los niños serán vacunados contra el sarampión y la polio, y serán sometidos a revisiones médicas para identificar los casos de malnutrición. Se han intensificado los esfuerzos para acercar estos servicios a los refugiados y para animar a los padres a seguir llevando a los niños a los centros de salud para recibir tratamiento. Junto con nuestra contraparte del gobierno y otras agencias humanitarias, ACNUR está abriendo dispensarios y centros de alimentación nutricional satélites, donde niños con malnutrición reciben alimentación terapéutica para ayudarles a subir de peso.
Nuestros equipos sobre el terreno están trabajando para mejorar los sistemas del saneamiento e higiene y para aumentar la cantidad y calidad del agua que se envía a los campos. Los representantes de los refugiados y los trabajadores comunitarios a pie de campo se han unido para enviar tres mensajes clave a los refugiados: la necesidad de lavarse las manos, de usar las letrinas y de llevar a los niños enfermos a los centros de salud.
Mientras tanto, ACNUR, junto con las autoridades de Etiopía y otros socios, está trabajando para dar una respuesta a las necesidades inmediatas de los refugiados somalíes que han llegado recientemente a la zona de Gode, a 250 kilómetros al noreste de Dollo Ado. En estos momentos hay más de 17.500 refugiados. Las acciones prioritarias que se están llevando a cabo son aquellas destinadas a salvar vidas: envío de asistencia alimenticia y atención médica de primera necesidad. Este grupo será posteriormente registrado para más tarde ser trasladado de manera voluntaria a uno de los campos existentes. El Programa Mundial de Alimentos ha distribuido una ración de comida para todo un mes a 300 familias, y la ONG local MERLIN, activa en la región, está ampliando los servicios médicos.
En Kenia, ACNUR comenzó ayer (jueves 18 de agosto) a instalar a refugiados en una nueva parte del complejo de refugiados de Dadaab con el fin de ofrecer cobijo a decenas de miles de nuevos refugiados somalíes y así aliviar las condiciones de superpoblación crónica que se da en los campos de Dagahaley, Ifo y Hagadera.
El primer grupo que ocupó sus tiendas de campaña en la zona de Ifo 2, dentro de la Ampliación de Ifo, comprende a 259 refugiados somalíes. Estas familias fueron trasladadas en autobuses – y sus pertenencias en camiones – desde las afueras del campo de Dagahaley, donde inicialmente habían colocado sus tiendas hace varias semanas – lejos de la asistencia y los servicios disponibles en los campos-. Los traslados a la zona de Ifo 3, también en la Ampliación de Ifo, empezaron el 25 de julio y prosiguen a día de hoy. Unos 18.000 refugiados han sido trasladados a la ampliación.
Más de 140.000 refugiados somalíes han huido a Kenia desde que comenzó el año, y 70.000 lo han hecho sólo en junio y julio, colapsando la capacidad de recepción de Dadaab.
Paralelamente, en Yibuti, las autoridades están trabajando para abrir un campo donde alojar a más de 3.500 somalíes que han llegado en lo que llevamos de año. Un campo ya existente (llamado Ali Addeh) está ya congestionado con 17.000 refugiados de flujos previos.
Las nuevas llegadas están siendo acogidas actualmente en el centro de tránsito cercano, donde reciben ayuda psicológica, atención médica, comidas calientes y material humanitario. Sin embargo, el centro no está equipado para alojar a refugiados más de dos semanas.
El continuo flujo de refugiados está agotando los ya de por sí limitados recursos. La escasez de agua es un gran problema. ACNUR está trabajando con UNICEF para transportar agua potable en camiones, aunque el suministro actual de 10 litros por persona y día es sólo la mitad de la cantidad recomendada.
Para aliviar la congestión, el gobierno de Yibuti ha aprobado la apertura de un nuevo campo en un espacio donde antes ya existió otro denominado Holl-Holl. Queda mucho trabajo por hacer para preparar este lugar para los nuevos refugiados: excavar pozos para el agua, construir letrinas, un centro de salud y una escuela. Esperamos que el campo pueda empezar a recibir refugiados para mediados de septiembre.