Unos 2.000 refugiados sudaneses huyen de los bombardeos en Nilo Azul

Los bombardeos aéreos en el estado sudanés de Nilo Azul están generando una nueva oleada de refugiados hacia Etiopía. En los últimos cuatro días, cerca de 2.000 refugiados sudaneses han llegado al oeste de Etiopía en medio de una seguridad reforzada en la zona fronteriza de Kurmuk. Éste es uno de los muchos puntos de entrada en el país para los refugiados, y es también el más activo.

Los recién llegados son en su mayoría mujeres, niños y ancianos. Nos cuentan que han huido por los bombardeos y el temor a las bombas lanzadas desde los aviones Antonov en zonas como Bau, Sali y Dinduro, todas ellas situadas entre Kurmuk y la capital de Nilo Azul, Damazine. También se ha informado de que en el lado sudanés de la zona fronteriza de Kurmuk, la milicia armada ha advertido a la comunidad que debe abandonar la zona, probablemente en preparación a una ofensiva terrestre.

Algunas de las nuevas llegadas dijeron que habían estado caminando durante tres semanas. Un hombre llegó con heridas de metralla y fue llevado a un hospital en la cercana localidad de Assosa. Otros refugiados señalaron que habían vivido durante semanas entre arbustos en Dinduro, que había sido ocupada por grupos armados, antes de recorrer los 64 kilómetros hasta Kurmuk. Los refugiados de una zona llamada Derring contaron que se habían producido secuestros de mujeres y niñas hace unas seis semanas por parte de la milicia armada y que dos niñas murieron tras haber sido violadas repetidamente.

Dada la situación actual en Nilo Azul, se espera que lleguen a Etiopía más refugiados. Se está animando a los refugiados a trasladarse al campo de Tongo, a unos 200 kilómetros de Kurmuk. Otros han sido acogidos en el campo de Sherkole o por comunidades locales cerca de la frontera. Estimamos que 28.700 refugiados han huido del estado de Nilo Azul desde que empezaron los combates a principios de septiembre.

ACNUR está trabajando con las autoridades de Etiopía para ampliar el campo de Tongo, en previsión de la llegada de más refugiados. Con las obras que se están realizando en estos momentos, Tongo podrá albergar a unos 7.000 refugiados. En colaboración con su contraparte en el gobierno, la Administración para los Asuntos de Refugiados y Retornados (ARRA) y con el presidente del estado regional de Benishangul-Gumuz, ACNUR está analizando la viabilidad de abrir campamentos adicionales.

ACNUR ha hecho un llamamiento por valor de 10 millones de dólares para hacer frente a las necesidades urgentes de los refugiados de Nilo Azul y para apoyar a Etiopía en un momento en el que el país está además acogiendo a más de 174.000 refugiados somalíes (90.000 de los cuales llegaron este año). Hasta ahora hemos recibido el 5% de este llamamiento, es decir 500.000 dólares, para hacer frente a la emergencia en Sudán, pero es urgente que la comunidad internacional aumente sus esfuerzos para responder a esta creciente crisis.