Cuerpos sin vida encontrados en un camión cerca de la frontera, mientras los solicitantes de asilo continúan llegando a Hungría
Cuerpos sin vida encontrados en un camión cerca de la frontera, mientras los solicitantes de asilo continúan llegando a Hungría
GINEBRA, 28 de agosto de 2015 (ACNUR) – La agencia de la ONU para los refugiados afirmó encontrarse "profundamente conmocionada y entristecida" por el lúgubre descubrimiento del día de ayer de los cuerpos sin vida de 71 personas dentro de un camión abandonado cerca de la frontera de Austria con Hungría.
"Esta tragedia resalta la brutalidad de los traficantes de personas, quienes han expandido sus operaciones del Mar Mediterráneo a las carreteras de Europa. Demuestra que no tienen ningún respeto por la vida humana y que sus fines son puramente lucrativos", aseguró la portavoz de ACNUR Melissa Fleming durante una conferencia de prensa en Ginebra.
Según la policía austríaca el camión provenía posiblemente de Hungría, habiendo entrado a Austria durante la noche del miércoles o la madrugada del jueves. Se cree que las víctimas pueden haber estado muertas por uno o dos días. Se desconoce aún su identidad, aunque se presume que su transporte estaba a cargo de traficantes de personas.
Tras comprobar la ausencia de sobrevivientes, la policía cerró el camión nuevamente y lo trasladó a otra localidad, con el propósito de realizar investigaciones ulteriores. La policía aseguró haber contado por lo menos 20 cadáveres aunque es probable que la cifra real sea mucho mayor.
"Esta tragedia destaca la desesperación de la gente que busca protección o una nueva vida en Europa. ACNUR espera que este incidente dé lugar a una fuerte cooperación entre las fuerzas policiales europeas, las agencias de inteligencia y las organizaciones internacionales a fines de reprimir el tráfico de personas y de establecer medidas de protección y asistencia para las víctimas", comentó Fleming.
ACNUR ha reiterado su llamado a los países europeos para que aborden la crisis de refugiados en un espíritu de solidaridad y de cooperación y para que proporcionen alternativas legales y seguras a los peligrosos viajes irregulares a quienes buscan la seguridad en Europa. Estas alternativas legales incluyen el reasentamiento, los programas de admisión por motivos humanitarios, políticas flexibles de visados y los programas de reunificación familiar.
"Esta semana, la policía fronteriza húngara ha interceptado a más de 2.000 personas cruzando diariamente la frontera desde Serbia. El miércoles la policía informó de 3.241 nuevas llegadas, incluyendo a 700 niños. Ésta es la cifra más alta de llegadas en un solo día en lo que del año", detalló Fleming.
Agregó que estas personas, la mayoría de las cuales son refugiados provenientes de Siria y que incluyen a muchas mujeres y niños, vienen en grupos grandes de más de 200 personas. Las mismas caminan a lo largo de las vías de ferrocarril y se ven obligados a arrastrarse debajo de alambres de púas, mientras que las obras de construcción de una cerca de 175 kilómetros a lo largo de la frontera entre Hungría y Serbia continúan.
"El temor de ser detectados por la policía incita a muchos de ellos a apresurarse por atravesar el alambre navaja, sufriendo heridas y lesiones. El personal de ACNUR en la frontera informa que muchas personas llegan en silla de ruedas empujadas por familiares, mientras que otras necesitan urgentemente atención médica", explicó Fleming.
La policía lleva a los recién llegados a un centro de preregistro en Röszke, en el sur de Hungría, cerca de la frontera serbia y a unos 184 kilómetros de la capital, Budapest. El centro en Röszke no cuenta con las condiciones adecuadas para acoger a los solicitantes de asilo, quienes tras varios días de marcha se encuentran agotados, hambrientos y sedientos.
En Röszke, la policía revisa a los recién llegados y registra sus datos antes de trasladarlos a centros de registro localizados en el interior del país. Los solicitantes de asilo son retenidos en detención obligatoria entre 12 y 36 horas, para que luego la Oficina de Inmigración y Nacionalidad empiece a procesar las solicitudes de asilo. Los cuatro centros de recepción de Hungría tienen capacidad máxima para 5.000 personas.
"El hacinamiento y las largas esperas provocan frustración entre los solicitantes de asilo. La policía húngara no dispone de trabajadores sociales o de suficientes intérpretes de árabe, persa, dari, pashtún y urdu, lo que dificulta la comunicación con los solicitantes de asilo", continuó Fleming.
Conforme a las estadísticas oficiales más recientes, las solicitudes de asilo en Hungría superan las 140.000 en lo que va del año, comparado con 42.000 solicitudes del año pasado. La mayor parte de las personas que han presentado una solicitud de asilo este año son ciudadanos de Siria, Afganistán, Irak y Pakistán. La cifra incluye unos 7.000 niños no acompañados o separados de sus familias.
Muchos solicitantes de asilo y migrantes prefieren salir de Hungría rumbo a otros países europeos. Hasta 500 personas duermen a diario en las dos estaciones principales de trenes de Budapest, donde voluntarios atienden a sus necesidades básicas, incluyendo la provisión de alimentos, ropa y atención médica urgente. Las autoridades de la ciudad les dan acceso a las instalaciones sanitarias. A fin de proporcionar alojamiento más adecuado, las autoridades tienen previsto, con el asesoramiento técnico de ACNUR, abrir un centro de tránsito.
Por Melissa Fleming, en Ginebra.
Gracias a la Voluntaria en Línea Abigail Leffler por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.