Familia refugiada renueva lazos centenarios en Creta
Familia refugiada renueva lazos centenarios en Creta
CHANIA, Creta – El refugiado sirio Ahemd Tarzalakis lleva solo unos meses en Creta pero se siente como en casa en la isla mediterránea conocida por su paisaje accidentado, su gastronomía y su hospitalidad.
Al principio, los lugareños bromeaban, diciendo que Ahmed, con su espeso bigote, cuerpo enjuto y delgado rostro, podía pasar por un nativo de la isla griega. Se quedaron atónitos cuando Ahmed les respondió en el dialecto cretense que había aprendido de sus padres y abuelos en el enclave sirio de Al-Hamidiyah, establecido para los refugiados musulmanes procedentes de Creta hace unos 120 años, cerca de la frontera con El Líbano.
Ahmed, de 42 años, creció hablando griego y árabe, pero no sabe leer ni escribir en esta última lengua, que es el idioma mayoritario en Siria. Ahora, ha pisado por primera vez una tierra que conocía de historias y canciones compartidas por sus mayores en las reuniones familiares. "Esta es la tierra de nuestros antepasados", dice, aunque aún siente nostalgia por la Siria anterior a la guerra.
Albañil de profesión, huyó a Grecia con su familia para escapar del conflicto que se acercaba. Llegaron por mar a la isla de Lesbos y después a Chania, la segunda ciudad más grande de Creta.
Ahmed padece un problema de espalda y epilepsia crónica, que afectan sus posibilidades de trabajar. Ahmed, su esposa Jasmin, de 33 años y sus cuatro hijos pequeños se trasladaron a un apartamento en Chania y ahora reciben una ayuda económica mensual gracias al programa ESTIA (Hogar), sustentado con fondos de la Unión Europea y gestionado por ACNUR, y que ha beneficiado a miles de solicitantes de asilo y refugiados en Grecia. Con la ayuda del socio local de ACNUR, Ahmed también recibe tratamiento hospitalario para sus problemas de salud.
"Son un nexo con el pasado en Creta."
Estos recursos están ayudando a la familia a empezar una nueva vida y ya tiene una ventaja por su conexión histórica con Creta. Ahmed nació en Al-Hamidiyah, donde ha vivido su familia desde finales del siglo XIX.
La pequeña ciudad fue construida por el imperio otomano como refugio para los musulmanes de habla griega de Creta que huyeron a Siria durante la guerra de 1897-1898 entre Grecia y Turquía.
"Esta pequeña comunidad, estrechamente unida, formada por campesinos, pescadores y comerciantes, se aferró a sus raíces griegas, sobre todo en lo que respecta al idioma", dice Dimtra Kampeli, que dirige el programa de alojamiento en Creta, en nombre de la Agencia Heraklion para el Desarrollo. "Son un nexo con el pasado en Creta".
Quedan pocos rastros de la presencia otomana y musulmana, aparte de un puñado de monumentos en las principales ciudades de la isla.
Algunos de sus descendientes están volviendo ahora, empujados por la guerra en Siria. En Al-Hamidiyah, a Ahmed le resultaba cada vez más difícil sacar adelante a su familia, cuando las rutas comerciales con El Líbano quedaron interrumpidas. Decidió vender todo lo que pudo y arriesgarse, poniéndose en manos de traficantes de personas para cruzar el mar hasta Grecia. En Creta se encontraron en un lugar que se parecía misteriosamente a su hogar.
"Probablemente, pertenecemos a este lugar más que a cualquier otro."
Se han establecido bien. "La gente de aquí nos ha tratado con amabilidad y respeto", dice Ahmed. La familia vive en un modesto apartamento en el centro de Chania y se han reencontrado con familiares, incluidas tres hermanas que llevan allí casi dos años. Ellas han ayudado a Ahmed, Jasmin y los niños, que han sido matriculados en escuelas griegas.
La familia se enfrenta a muchos retos, incluidos problemas de salud y encontrar trabajo. Ahmed es optimista de cara al futuro. "Sé que podemos prosperar y ser felices aquí", dice. "Después de todo, esta es la tierra de nuestros antepasados. Probablemente, pertenecemos a este lugar más que a cualquier otro del mundo".
ACNUR, trabajando con el gobierno y las autoridades locales, a través de la Agencia Heraklion para el Desarrollo, facilita plazas para más de 600 personas y planea facilitar alojamiento, a la larga, a unas 750 personas en 134 apartamentos de la isla.
"Estas personas buscan un lugar para establecerse, donde vivir en paz y prosperar", dice Kampeli. "Ojalá que encuentren en Creta el puerto seguro que buscan".
Por Christos Tolis
Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.