Fondo de protección ambiental para personas refugiadas
Fondo de protección ambiental para personas refugiadas
Con este fondo se pretende plantar, en el transcurso de una década, decenas de millones de árboles más, así como facilitar el acceso de cientos de miles de personas refugiadas y de sus comunidades de acogida a soluciones ecológicas para cocinar. En el proceso, el fondo vinculará a las personas refugiadas y las comunidades de acogida con mercados globales de carbono, lo cual las empoderará para integrarse a la lucha global contra el cambio climático.
El desafío
El cambio climático y las crisis ambientales, como la deforestación, son problemáticas graves en situaciones de refugiados. ACNUR estima que cada año se talan entre 20 y 25 millones de árboles en los asentamientos de refugiados o alrededor de ellos. El 90% de la deforestación se debe a la necesidad urgente de contar con combustible para cocinar.
Como consecuencia, se presenta una degradación social y ambiental a gran escala, y los problemas ambientales que resultan de ella incluyen la erosión del suelo, deslaves y desertificación, que amenazan las condiciones y los medios de vida de las personas refugiadas. Conforme se amplía el perímetro para la recolección de leña a causa de la deforestación, mujeres, niñas y niños deben recorrer más distancia para recolectar leña, lo cual incrementa el riesgo de que sufran violencia sexual y de género. La degradación forestal también acentúa el riesgo de conflicto entre las personas refugiadas y las comunidades de acogida.
La solución
El Fondo de Protección Ambiental para Personas Refugiadas ayudará a abordar estas complejas cuestiones mediante la creación de un mecanismo de financiación innovador y sostenible que permitirá invertir en el fortalecimiento y ampliación de los programas de reforestación y de cocina ecológica en comunidades refugiadas y de acogida que son vulnerables al clima en distintas partes del mundo.
La huella de carbono de estos programas se registrará y verificará para generar los primeros créditos de carbono generados a gran escala por personas refugiadas. La venta de estos créditos ayudará a alimentar el Fondo, lo que permitirá reinvertir en nuevos programas de reforestación y cocina ecológica. De ese modo, el Fondo será más sostenible financiera y operativamente con el paso del tiempo. Además, los programas ambientales del Fondo generarán empleos para las personas refugiadas y las comunidades de acogida.
Principales áreas de impacto
Ambiental
Restauración de la cubierta vegetal, secuestro de carbono, y disminución en el riesgo de deslaves y otros riesgos ambientales, como la deforestación
Protección
Mejorará la salud, sobre todo de mujeres y niñas, si se reduce la inhalación de humo de cocción. Además, disminuirá la probabilidad de que sufran violencia de género mientras recolectan leña.
Social
Soluciones ecológicas para que cocinen las familias refugiadas y de acogida, lo cual fomentará la paz y fortalecerá la seguridad
Económica
Se crearán "empleos ecológicos" en las cadenas de suministro para reforestar y cocinar de manera ecológica en áreas y países en desarrollo.
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El Fondo de Protección Ambiental para Personas Refugiadas es una de las iniciativas principales del Marco estratégico para la acción climática, el cual dirige la respuesta de ACNUR a la emergencia climática a nivel mundial, que va en aumento.