ACNUR abrirá un nuevo campo de refugiados en el estado de Unity, en Sudán del Sur

En el estado de Unity, en Sudán del Sur, ACNUR tiene previsto abrir un nuevo campo de refugiados en las próximas semanas. Esto ayudará a gestionar futuros flujos de refugiados sudaneses y a descongestionar el asentamiento de Yida, donde los servicios básicos están saturados.

Junto con las autoridades de Sudán del Sur, ACNUR ha acordado ubicar el nuevo campo en Ajuong, un área boscosa de suelo arenoso rojo con un buen terreno, recursos acuíferos y mucho espacio. Ajuong está ubicado en la frontera con el condado de Pariang. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha recibido garantías por parte de las autoridades locales de que la zona es segura.

Los líderes de los refugiados y ACNUR han estado trabajando conjuntamente para evaluar la adecuación del nuevo asentamiento. Tras una primera visita organizada para miembros de la comunidad de refugiados, éstos decidieron que el terreno era adecuado para ellos. El suelo, de tipo "algodón negro" (ricos en materia orgánica) podría ser utilizado para la agricultura por parte de la población de refugiados. Las comunidades locales de la zona también reaccionaron positivamente a la propuesta.

Además de Ajuong, que podría llegar a albergar a unos 20.000 refugiados, ACNUR está planeando abrir otros campos en el estado de Unity, en el norte de Sudán del Sur. Estos nuevos campos llegarían acoger a unos 110.000 refugiados.

Los recién llegados del estado de Kordofan del Sur, en Sudán, tendrán prioridad en Ajuong, que previsiblemente comenzará recibir refugiados a primeros de marzo. Además de acoger a los recién llegados, ACNUR espera que muchos refugiados de otros campos soliciten ser trasladados a Ajuong. Este nuevo espacio permitirá a los refugiados vivir en un ambiente más seguro con mejores condiciones para recibir asistencia de cara a la autosuficiencia y generación de ingresos.

Actualmente, el campo de Yida, que acoge a 61.000 personas, es el mayor asentamiento de refugiados en Sudán del Sur. Sin embargo, este campo tiene graves problemas, en gran parte debido a que se queda completamente aislado durante los seis meses que dura la temporada de lluvias, lo cual plantea graves riesgos para la higiene y la salud. El año pasado el Programa Mundial de Alimentos envió por aire 2.500 toneladas de alimentos con un alto coste, mientras que ACNUR envió por puente aéreo miles de toneladas de materiales básicos de ayuda humanitaria como cubos, lonas de plástico y medicinas.

La proximidad de Yida a una zona fronteriza disputada con Sudán también conlleva problemas de seguridad, lo que eleva las preocupaciones por el bienestar de los refugiados y el carácter civil del asentamiento.

Actualmente unos 300 refugiados están llegando cada día a Sudán del Sur. Si la situación continua así, es posible que a lo largo de los próximos cinco o seis meses que dura la estación seca, lleguen unas 60.000 personas.