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La llegada del monzón dispara el temor entre los desplazados de Rakhine, Myanmar

Historias

La llegada del monzón dispara el temor entre los desplazados de Rakhine, Myanmar

ACNUR está seriamente preocupado por los riesgos que enfrentan más de 60.000 personas desplazadas en zonas inundables y en refugios improvisados.
19 April 2013
El alojamiento es una necesidad vital para las personas desplazadas en el estado de Rakhine, en Myanmar. A ACNUR le preocupa que todas las personas tengan un refugio durante la próxima temporada de lluvias.

MYANMAR, Yangon, 19 de abril de 2013 (ACNUR) – La Agencia de la ONU para los Refugiados pidió el viernes acción urgente y un mayor apoyo financiero para mejorar las condiciones de las personas desplazadas en el estado de Rakhine, en Myanmar, con el fin de evitar una catástrofe humanitaria cuando comience la temporada de lluvias en unas semanas.

"ACNUR está seriamente preocupado por los riesgos que enfrentan más de 60.000 personas desplazadas en zonas inundables y en refugios improvisados" dijo un portavoz. Desde mayo a septiembre se espera que la temporada de monzones traiga fuertes lluvias y posibles ciclones en el estado de Rakhine, donde más de 115.000 personas siguen desplazadas tras la violencia intercomunal del año pasado.

Los lugares más críticos están en Sittwe, Pauktaw y Myebon, donde los desplazados viven cerca de la costa y son vulnerables al fuerte oleaje. Algunos han acampado en los arrozales o en tierras bajas que se inundarán cuando comiencen las lluvias.

Las inundaciones empeorarán las ya de por sí frágiles condiciones de alojamiento y saneamiento yaumentarán el riesgo de contraer enfermedades que se transmiten por el agua. Además, miles de personas siguen viviendo en tiendas y en frágiles refugios hechos con plásticos, sacos de arroz y hierba que no pueden aguantar ni siquiera las lluvias moderadas.

ACNUR y sus socios han pedido urgentemente al gobierno de Myanmar que evalúe las necesidades de refugio de forma prioritaria. Se identificarán pronto terrenos adecuados y se abordarán los desafíos relativos al agua y las instalaciones de saneamiento.

"ACNUR se alegra de los progresos hechos hasta ahora para identificar un terreno adecuado donde reubicar temporalmente a los desplazados" dijo el portavoz. A petición del gobierno, ACNUR se ha comprometido a construir refugios temporales para unas 24.000 personas desplazadas en Myebon y Pauktaw, mientras que las autoridades ofrecerán alojamiento a los desplazados en las zonas rurales de Sittwe.

Desde que comenzó el desplazamiento en estado de Rakhine el pasado mes de junio, ACNUR ha construido refugios temporales en forma de casas comunales de bambú para 14.400 personas desplazadas. También ha reconstruido hogares permanentes para cerca de 500 personas que han regresado a sus zonas de origen y ha distribuido tiendas para alojar a unas 28.000 personas. "Se necesitan urgentemente fondos adicionales para que ACNUR pueda cumplir sus compromisos dentro del poco tiempo que queda antes de que comiencen las lluvias" subrayó el portavoz.

Una delegación de alto nivel de ACNUR destacó recientemente en Myanmar la necesidad de reconciliación entre comunidades y otras acciones tangibles para mejorar la seguridad en el estado de Rakhine de modo que los desplazados puedan disfrutar de sus derechos, incluidos la libertad de movimientos y de acceso a los servicios y a medios de vida. ACNUR puso sobre la mesa sus preocupaciones en cuanto a los riesgos de un desplazamiento prolongado, la separación de comunidades y de otros movimientos secundarios.

Desde junio del año pasado, unas 27.800 personas, en su mayoría del estado de Rakhine, han huido en barcos desde puntos de la Bahía de Bengala. Se cree que cientos de ellas han muerto ahogadas y muchas han llegado a países como Tailandia, Malasia e Indonesia.

Las autoridades de Myanmar han reafirmado su compromiso de trabajar para encontrar soluciones duraderas para los desplazados. ACNUR ha pedido a los países de la región que mantengan sus fronteras abiertas para las personas que necesitan protección internacional y que les ofrezcan asistencia temporal y protección hasta que se encuentre una solución duradera para ellas.

En paralelo, la Agencia de la ONU para los Refugiados sigue presionando para que se aborden las causas de este flujo mediante la promoción de la coexistencia pacífica y el desarrollo económico en el estado de Rakhine, buscando medidas prácticas que garanticen los derechos básicos de todos los que viven allí, y que garanticen eventualmente el acceso a la ciudadanía a aquellas personas que actualmente no la tienen.

ACNUR revisó en marzo de 2013 sus necesidades financieras globales para responder a la situación en Myanmar. Los fondos totales que se necesitan para esta operación se elevan ya a 80,6 millones de dólares, de los cuales 71,4 millones estarían destinados a la operación de Myanmar y 9,2 millones a actividades en Tailandia relacionadas con la situación de Myanmar. A mediados de abril, ACNUR había recibido 9,9 millones de dólares, lo que representa apenas el 14% de las necesidades para la operación en Myanmar.