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Aunque la guerra en Ucrania la ha desplazado dos veces, no está dispuesta a rendirse

Historias

Aunque la guerra en Ucrania la ha desplazado dos veces, no está dispuesta a rendirse

Yana Liubymova utiliza su experiencia de desplazamiento para apoyar y defender a otras personas ucranianas que se han visto forzadas a huir.
23 February 2024
El rostro de una mujer de cabello castaño claro que utiliza fleco.

En los últimos 10 años, Yana Liubymova se ha convertido en un faro de resistencia para millones de personas desplazadas en Ucrania, defendiendo sus derechos y necesidades.

“Se siente como si te movieras en un túnel y, en un determinado momento, apenas puedes controlar lo que está ocurriendo... Siempre esperas encontrar alivio, al menos psicológico, en unos pocos pasos más”, comenta Yana Liubymova, de 41 años, describiendo sus sentimientos por haber sido desplazada de su hogar dos veces en 10 años.    

Millones de personas de Ucrania se han visto forzadas a abandonar sus hogares por la guerra que comenzó en 2014 en la República Autónoma de Crimea y en la parte oriental del país, y que luego se intensificó hasta convertirse en una invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022.

Durante la primera oleada de desplazamientos, cerca de 1,4 millones de personas se vieron forzadas a huir de las hostilidades, principalmente en las regiones de Donetsk y Lugansk. Yana huyó de la ciudad de Kádievka en 2014 y se instaló en la ciudad de Starobilsk, también en la región de Lugansk. Aquí, su familia construyó una nueva vida. Pero a pesar de tener un negocio próspero, no podía ignorar la lucha de otras personas desplazadas. Cofundó The Effective Community (La Comunidad Eficaz), una organización de la sociedad civil cuyo objetivo es ayudar a que las personas desplazadas se integren en sus nuevas comunidades, una de las principales prioridades de las autoridades y de las agencias humanitarias. 

En 2020, cuando se creó un Consejo de Desplazados Internos en la región de Lugansk, Yana se convirtió en su directora, fungiendo como enlace entre las personas desplazadas y las autoridades. 

“Empezamos a trabajar porque queríamos ayudar a las personas. Tuve esa experiencia [la de ser desplazada], y sabía exactamente qué hacer cuando la guerra nos llegó a todos en Ucrania”, afirma Yana.

Pérdida del sentido de hogar

El 24 de febrero de 2022, tuvo que huir de nuevo para salvar su vida. Horas antes de que Starobilsk cayera bajo ocupación rusa, Yana y su esposo tomaron a su perro, empacaron algunos documentos y abandonaron la ciudad que se había convertido en su segundo hogar. Después de varios días en la carretera, habían cruzado el país y encontrado alojamiento temporal en la región ucraniana occidental de Ivano-Frankivsk. 

Durante el primer mes de la invasión a gran escala, más de 10 millones de personas – una cuarta parte de la población de Ucrania – se vio desplazada, como refugiada en el extranjero o interna en el país.    

“Después de la invasión a gran escala, tuve una sensación muy fuerte de déjà vu, cuando todos necesitábamos comida, un lugar donde dormir, un alojamiento seguro y un lugar donde asearnos”, recuerda Yana. “Ya vimos esto en 2014, solo que esta vez no se trataba de una o dos regiones. La guerra llegó a todos los rincones de Ucrania, sin dejar a ninguna familia intacta”. 

Ayudó a las personas que huían a encontrar alojamiento y a acceder a la ayuda que necesitaban. Después de cuatro meses, le ofrecieron un trabajo en la Oficina del Ombudsman de Kiev, la capital, y se mudó de nuevo. 

Una mujer que viste color rojo y un hombre que viste de negro, charlan sobre un escritorio en una oficina.

Yana visita un centro colectivo para personas desplazadas en Kiev, y habla de sus necesidades con Andrii Zhyvaha, desplazado de la ciudad de Lisichansk.

Tras haber reiniciado su vida dos veces, Yana se aferra a su principio rector: “No poner la vida en pausa”, aunque su concepto de hogar haya cambiado: “Mi sentido del hogar ha sido completamente borrado, y esto es traumatizante. Por ejemplo, en la vida cotidiana no soporto tener cosas de más. Siempre me pregunto si realmente necesito esa taza u otros objetos, y si sería capaz de llevármelos si tengo que huir de nuevo”.

Amplificar las voces de las personas desplazadas

En su función de directora del Consejo de Desplazados Internos, Yana ha mantenido su conexión con otras personas desplazadas de la región de Lugansk, ahora casi totalmente bajo ocupación rusa. Su atención se centra no solo en quienes huyeron, sino también en quienes decidieron quedarse en zonas a las que no puede llegar la ayuda humanitaria.

Hace hincapié en la importancia de crear las condiciones para que las personas que lo deseen puedan regresar voluntariamente una vez que el Gobierno ucraniano recupere el control de las zonas ocupadas, sin imponer políticas que obliguen a las personas a regresar. Sus esfuerzos van más allá del apoyo inmediato, con el objetivo de sentar las bases de una recuperación y reintegración sostenibles, por ejemplo abogando por la creación de servicios básicos y oportunidades de empleo tanto en las comunidades de acogida como en las zonas de retorno.

En la actualidad hay 527 Consejos de Desplazados Internos en Ucrania, que representan a las comunidades desplazadas de todo el país. En noviembre de 2023, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, apoyó el primer Foro de Consejos de Desplazados Internos de toda Ucrania, que se celebró en Kiev. Como representante de su región, Yana participó en un panel que abordó la difícil situación de millones de personas desplazadas en Ucrania. 

“La persona que era antes de 2014 ya no existe. Me lo quitaron todo”, asegura Yana, reflexionando sobre los últimos 10 años que han cambiado profundamente su vida. “¿Haría algo diferente si supiera que dentro de 10 años voy a perder mi casa dos veces? No, intentaría ayudar aún más. En los momentos en que siento que ya no puedo hacerlo, pienso en las personas que no pueden ayudarse a sí mismas. Elijo ser responsable de ellas. Y no puedo permitirme dejar de hacerlo”.

“Tuve la experiencia de ser desplazada y sabía exactamente qué hacer cuando la guerra nos llegó a todos en Ucrania”.

Yana Liubymova