Agencias humanitarias solicitan 290 millones de dólares para ayudar a los refugiados de Burundi
Agencias humanitarias solicitan 290 millones de dólares para ayudar a los refugiados de Burundi
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, junto con 36 socios humanitarios y de desarrollo, presentaron hoy un llamamiento de financiación por 290 millones de dólares (USD) para ayudar a más de 300.000 personas refugiadas de Burundi en los países vecinos.
Mientras la crisis de refugiados de Burundi está a punto de entrar en su sexto año, casi 367.000 refugiados burundeses son generosamente acogidos por Tanzania (168.000), Ruanda (73.000), Uganda (48.000) y la República Democrática del Congo (47.000).
El Plan Regional de Respuesta para los Refugiados de Burundi tiene como objetivo proporcionar apoyo esencial en 2020 a casi 352.000 personas refugiadas, que necesitan albergue, atención en salud y educación.
“La situación en Burundi sigue siendo compleja. Si bien la seguridad en general ha mejorado, persisten significativas preocupaciones de derechos humanos”, dijo Clementine Kkweta Salami, Directora del Bureau Regional de ACNUR para el Este y el Cuerno de África. “Entretanto, cientos de solicitantes de asilo de Burundi siguen llegando en toda la región cada mes”.
Aunque algunos refugiados han optado por retornar a sus hogares, ACNUR y sus socios no promueven el retorno de los refugiados a Burundi en esta etapa. ACNUR está trabajando con los gobiernos de la región para asistir a las personas que indicaron haber tomado la decisión libre informada de retornar voluntariamente. La mayoría de las personas refugiadas burundeses aún requerirán protección internacional durante algún tiempo.
El Plan Regional de Respuesta para los Refugiados de Burundi 2020 pone énfasis en la inclusión de los refugiados en los sistemas nacionales y en la provisión de servicios integrales en las comunidades de acogida. También promueve la autosuficiencia de las personas refugiadas y su contribución a las comunidades de acogida.
En 2019, la situación de Burundi siguió siendo uno de los programas de atención a refugiados que recibió menos fondos en el mundo, con una falta de financiación del 72% de los 293 millones de dólares (USD) que se necesitaban. Las consecuencias se sintieron severamente en todos los sectores de ayuda, incluyendo albergue, salud y educación.
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