El arte como herramienta contra la xenofobia
El arte como herramienta contra la xenofobia
Gracias al arte hoy distintas comunidades del país cuentan con lugares emblemáticos para las personas que habitan la zona, incluyendo a las poblaciones que se movilizan por México y personas que llegan buscando protección como refugiadas. Algunos proyectos se consolidan como murales en las escuelas, en bajo puentes o espacios deportivos y parques. Éstos, además de tener un valor artístico, promueven la inclusión social y sirven para estrechar los vínculos comunitarios.
La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, promueve la creación de espacios de coexistencia pacífica con el objetivo de motivar la interacción positiva entre las personas que habitan una comunidad, a fin de prevenir tensiones y disminuir los riesgos de conflictos entre las distintas poblaciones.
“Proyectos así motivan a convivir en paz, armonía y dignidad con gente de diferente nacionalidad, origen, raza, color, religión, cultura, tradiciones o estatus social. En este contexto las diferencias son un elemento de diversidad cultural dentro de un marco de respeto mutuo y no una fuente de discordia”, comenta Giorgos Tsarbopoulos experto en temas de Coexistencia Pacífica en ACNUR y consejero en la elaboración de proyectos en el país.
Ya sea en actividades artísticas, culturales, informativas o deportivas, un denominador común en todos los proyectos de coexistencia pacífica es el proceso participativo y las consultas previas que se realizan entre la población y las autoridades locales. “No hay un ‘modelo’, pero sí existen ideas y planteamientos comunes sobre cómo contrarrestar prejuicios, estereotipos e ignorancias. En México, los proyectos de coexistencia pacífica buscan prevenir tensiones y mitigar los riesgos de conflictos. Además de los proyectos de mejoramiento del espacio público, hay apoyos a los sistemas de salud y educación pública, espacio donde se siente una presión adicional por la población refugiada y migrante”, agrega Giorgos Tsarbopoulos.
ACNUR colabora a lo largo del territorio nacional en la rehabilitación de espacios públicos. Un ejemplo es el mural que se realizó para y por los niños de la Escuela Primaria General Justo Sierra Méndez, en Tapachula, Chiapas. Aquí, tanto la niñez local como la recién llegada participó en su bocetaje y pintura. “Representa los juegos de los niños. Los animales que dibujaron son un símbolo de cobijo para la gente que viene de fuera. Nos gusta ayudar a los niños que llegan con necesidades de su país, aquí les damos cobijo. Cuando se pintó el mural participaron niños de diferentes nacionalidades. Lo que es una muestra de hermandad, queremos que sepan que aquí no hacemos señalamientos a nadie”, Eni Roque Velázquez, director de la escuela.
Otro ejemplo de proyectos basados en un enfoque comunitario es la intervención en un bajo puente en Coatzacoalcos, Veracruz, del artista y muralista Jesús Saí Nolasco. La recepción de las personas ha sido tan positiva que incluso los locales lo visitan y se detienen para tomarse fotografías con el proyecto artístico. “Intervenimos un espacio que se encontraba abandonado, un espacio gris. Lo queríamos resaltar y dar más color. Ocupamos algunos elementos que son de la región, sobre todo de Coatzacoalcos y sus playas”, comenta el autor del mural.
Si tú quieres apoyar este tipo de iniciativas, lo puedes hacer con una donación mensual. Gracias a tu generosidad podremos realizar proyectos que fortalezcan las relaciones entre la comunidad local y la refugiada. Con tu ayuda trabajaremos contra la discriminación y la xenofobia.
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