En ayuda de las comunidades que ayudan a los desplazados en Haití
En ayuda de las comunidades que ayudan a los desplazados en Haití
BELLADERE, Haití, 14 de marzo (ACNUR) – A más de un año del terremoto que arrasó la mayor parte del país, sigue siendo todo un reto brindar acceso a la educación a decenas de miles de niños desplazados.
Ayudar a las comunidades que hospedan a familias desplazadas por el terremoto era la misión del proyecto de reconstrucción de escuelas damnificadas de ACNUR hecho realidad gracias al esfuerzo conjunto del Grupo Pirelli y de sus colaboradores en todo el mundo.
El saldo del terremoto de enero de 2010 fue de 2 millones de personas sin hogar viviendo en asentamientos precarios alrededor de la capital, Port-au-Prince, y alrededor de 600.000 desplazados internos en las distintas provincias del interior hasta rozar la frontera con República Dominicana.
Pese al riesgo de hacinamiento, numerosas comunidades locales acogieron a los desplazados y los residentes abrieron las puertas de sus casas, hospedando en algunos casos hasta más de doce huéspedes por familia. Sin embargo, la escuela de Belladere no estaba en condiciones de absorber a los escolares recién llegados.
La multinacional de neumáticos italiana lanzó la campaña de solidaridad interna Mi tiempo por Haití. Al personal se le ofreció la oportunidad de donar horas de trabajo en apoyo de los afectados. Las horas fueron descontadas de los sueldos y la empresa aportó una suma equivalente.
ACNUR utilizó los fondos para rehabilitar y equipar tres escuelas de la zona y para brindar apoyo psicológico a niños desplazados que a través de las aulas se estaban integrando en una nueva comunidad.
"Con Mi tiempo por Haití y gracias a un partenariado efectivo con ACNUR, Pirelli y sus trabajadores han hecho un ejercicio de ciudadanía global. La educación de la infancia es uno de los principales valores que debemos preservar y apoyar durante una reconstrucción", dice Marco Tronchetti Provera, presidente y CEO de Pirelli.
"Cuando ocurrió el terremoto en Haití el año pasado, ACNUR hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que contribuyera a colmar las enormes necesidades de los desplazados", recuerda el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados António Guterres. "La respuesa de los dirigentes y el personal del Grupo Pirelli ha resuelto un problema vital para 4.000 niños".
Evelina tiene diez años e iba a una escuela de Port au Prince que se derrumbó con el seísma. Ahora está feliz porque en Belladère ha vuelto a ir a clase y porque en el nuevo edificio hay agua corriente y puede lavarse las manos. A pesar del desastre y el desarraigo, Evelina está agradecida y cuando le preguntamos cómo se encuentra responde: "Me siento segura".
Rosalie Fournier desde Santo Domingo (República Dominicana) y Lilli Tnaib desde Washington (Estados Unidos)