Se necesita mayor urgencia en la búsqueda de la paz en Sudán del Sur, dice el Alto Comisionado

AL-NAMIR, Darfur del Este, Sudán, 16 de agosto de 2017 (ACNUR) – A medida que el agravamiento de la violencia en Sudán del Sur hace que cada vez más hombres, mujeres y niños huyan para salvar sus vidas, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados hace un llamamiento a las partes en conflicto, los Estados de la región y la comunidad internacional a que busquen formas urgentes para lograr la paz.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, hizo el llamado durante una visita al campamento de refugiados de Al-Nimir en Darfur del Este, Sudán, donde conoció a refugiados sursudaneses y sus anfitriones locales.

"Mi venida aquí tiene una razón. Tal como lo hice en Uganda, Etiopía y en Yuba, apelo a los dirigentes de Sudán del Sur, a la oposición de Sudán del Sur, a los Estados de la región y a la comunidad internacional en general a impulsar cierto sentido de urgencia en la búsqueda de la paz en Sudán del Sur", dijo Grandi durante la visita de esta semana.

Su llamado se da en un momento en el que el conflicto y la sequía han desplazado a casi cuatro millones de sursudaneses tanto en el interior del país como fuera de sus fronteras desde que la violencia estalló allí en 2013. Los esfuerzos para restaurar la paz hasta ahora no han tenido éxito.

"Hasta ahora las víctimas de este fracaso son los civiles. Los civiles que vemos por aquí"

"Hasta ahora las víctimas de este fracaso son los civiles. Los civiles que vemos por aquí. Personas que han dejado todo atrás. A menudo las mujeres y los niños, sin los hombres de sus grupos familiares, se embarcan en una vida incierta porque tienen mucho miedo de quedarse en sus aldeas afectadas por la guerra", dijo Grandi.

Durante su visita a Sudán, el Alto Comisionado también destacó el papel clave del país al albergar a cientos de miles de refugiados sursudaneses. El campamento de Al-Nimir acoge a más de 5.000 refugiados, de los cuales más del 90% son mujeres y niños.

"Quiero decir al mundo que Sudán mantiene sus puertas abiertas en un momento en que tantos países están cerrando puertas", dijo Grandi,

El Alto Comisionado también pidió más ayuda para Sudán. "A menudo, olvidamos que Sudán sigue siendo un país de acogida muy importante, no sólo para los sursudaneses, sino para los eritreos, los sirios y muchos otros refugiados", dijo.

Grandi elogió el modelo de cooperación y coexistencia entre los refugiados y las comunidades locales en Sudán.

"En todo el mundo, estamos experimentando nuevas formas de promover los medios de vida, promover nuevas fuentes de energía y otras formas de desarrollo sostenible para los refugiados y para las comunidades que los acogen. Creo que Sudán califica en este modelo de desarrollo".

Durante su visita al campamento, Grandi conoció a Sadia Mohammed Wali, una madre refugiada de 42 años. Sadia huyó de Sudán del Sur con sus siete hijos cuando estalló la guerra en su ciudad natal en junio de este año.

"Vinimos con nuestros hijos y no teníamos nada para alimentarlos"

"Estábamos muy asustados", dijo ella dando detalles de su viaje de un mes para llegar a la seguridad en Sudán. "El viaje fue tan difícil para nosotros, porque vinimos con nuestros hijos y no teníamos nada para alimentarlos. Nos movíamos en grandes grupos", dijo. "Aquellos que llevaban algunos alimentos pequeños compartían y se los dábamos a los niños".

Ella expresó su deseo de que sus hijos consigan una buena educación, y que ella pueda conseguir una cierta ayuda para apoyar su pequeña empresa, vendiendo cacahuetes tostados, albóndigas y dulces.

Sudán acoge a unos 416.000 refugiados de Sudán del Sur desde 2013, incluidos unos 170.000 nuevos llegados en lo que va del año.

Sudán del Sur se convirtió en el país más joven del mundo cuando se independizó de Sudán en 2011.

Cientos de miles de refugiados más, que se quedaron en Sudán después de la separación, también necesitan ayuda humanitaria.

El miércoles, el Alto Comisionado concluyó su visita reuniéndose con los líderes y autoridades de Sudán en Jartum.

Por Babar Baloch