Un mes después de la violencia quedan 75.000 desplazados en Kirguistán

BISHKEK, Kirguistán, 16 de julio (ACNUR) – Un mes después de que la violencia en el sur de Kirguistán obligara a miles de personas a dejar sus hogares, el ACNUR estima que unas 75.000 personas siguen desplazadas internamente en el país. Miles de personas continúan siendo afectadas por inestables situaciones de seguridad, problemas debidos a la pérdida generalizada de los documentos personales y falta de alojamiento.

La situación es de calma en Osh y Jalalabad, pero hay decenas de retenes policiales y sigue el toque de queda nocturno en las dos ciudades. Eso ocasiona problemas para las personas desprovistas de documentos personales y a menudo hay denuncias de abusos por parte de las autoridades de policía.

En las últimas semanas el ACNUR y sus socios han venido realizando actividades de supervisión y reconocimiento de alojamientos, entrevistando a miles de personas. En el auge de la crisis el ACNUR estimaba en 400.000 el número de personas afectadas. Hoy el número de desplazados internos que siguen necesitando ayuda con el alojamiento es de 75.000, incluyendo tanto a personas que temen retornar a sus hogares, como a quienes no lo pueden hacer porque sus casas fueron destruidas.

La pérdida de documentos personales, como certificados de nacimiento, pasaportes, cédulas de identidad, títulos de propiedad de terrenos o casas, agotadora. En el distrito de Furkat, provincia de Osh, los trabajadores del ACNUR encontraron una familia de 12 personas que perdió todos sus documentos al huir de su casa, el 11 de junio. Sin nada para confirmar sus identidades, es difícil para ellos solicitar nuevos documentos. Estos problemas son generalizados.

El ACNUR y sus ONG asociadas están realizando visitas en las comunidades para asesorar a la población sobre sus derechos y los procedimientos para recuperar sus documentos. La agencia para los refugiados también está negociando con el Registro público la posibilidad de aumentar su capacidad de emitir nuevos documentos, por ejemplo estableciendo equipos móviles de registro que visiten a las comunidades afectadas.

Con respecto a las necesidades de alojamiento, la mayoría de las personas espera poder rehabilitar sus casas. En la comunidad existen las competencias necesarias, sin embargo, para que esto sea posible se requiere una gran cantidad de trabajo y el apoyo del gobierno y de la comunidad internacional es de importancia fundamental.

El ACNUR acordó con las autoridades empezar de inmediato la reconstrucción de 550 casas, 500 en Jalalabad y 50 en los distritos de Madi y Aravan, en la provincia di Osh. El ACNUR está apoyando la construcción de dos cuartos con calefacción de 50 metros cuadrados para aquellas familias cuyas casa fueron recientemente dañadas o destruidas. El objetivo es terminar con las obras antes de que llegue el invierno.