ACNUR llama la atención sobre el trato de refugiados y desplazados somalíes
ACNUR llama la atención sobre el trato de refugiados y desplazados somalíes
El ACNUR está preocupado por el deterioro del trato hacia los civiles somalíes, tanto desplazados dentro de Somalia, como refugiados en las regiones vecinas. Con el reciente incremento de los ataques terroristas, hemos notado un creciente número de incidentes relacionados con xenofobia, agrupamiento y deportación de somalíes refugiados y desplazados internamente.
Esta creciente percepción negativa de los refugiados y desplazados internos somalíes es ocasión para una reflexión más amplia sobre la situación de la protección de los refugiados en la región y en el resto de África. Nos están llegando informes frecuentes de acoso verbal y físico dentro de las comunidades, así como de arrestos, detenciones arbitrarias, extorsiones e incluso devoluciones de refugiados Somalíes.
Éstos hechos están teniendo un efecto negativo sobre la tradicional relación positiva entre las comunidades de acogida y los refugiados somalíes, muchos de los cuales han estado en el exilio desde hace varias décadas. En muchos países, cada vez más refugiados Somalíes se han estado acercando a las oficinas del ACNUR con solicitudes de registro o renovación de los carnés de refugiado.
El ACNUR considera especialmente preocupante la reciente decisión de las autoridades de Puntland, en el norte de Somalia, de devolver a más de 900 desplazados internos a zonas de conflicto en el centro del país.
En Gaalkacyo donde están detenidos algunos de los deportados, en su mayoría hombres de entre 18 y 25 años, el ACNUR ha facilitado una acción conjunta de varias agencias humanitarias, proporcionando comida, agua, asistencia médica y mantas.
El ACNUR apela a las autoridades de Puntland para que interrumpan estas deportaciones. El ACNUR opina que las personas que huyen del sur y centro de Somalia necesitan protección internacional y que los retornos involuntarios a esas zonas del país suponen un riesgo para las vidas de los afectados.
El ACNUR reconoce las legítimas preocupaciones de seguridad de los gobiernos y apoya los controles de seguridad y registros para proporcionar una mayor protección a los refugiados y atender mejor sus necesidades. Sólo los civiles pueden ser reconocidos como refugiados y aquellos que persiguen las acciones armadas, la violencia y el terror en el país de asilo no pueden ser considerados como refugiados.
El ACNUR apoya las iniciativas provenientes de varias comunidades de refugiados somalíes, que claramente se están distanciando de la violencia. Animamos al diálogo abierto sobre percepciones y a la elaboración responsable de informes sobre temas de refugiados y asilo en todo momento.
Actualmente las condiciones en Somalia son especialmente duras. Sólo en el transcurso de las últimas tres semanas unas 18.000 personas han sido desplazadas, 112 han perdido la vida y unas 250 han sido heridas, según reportaron socios y agencias en el terreno.
Los civiles somalíes huyen de años de violencia y son víctimas del mismo terror y conflicto que le ha costado la vida a miles de personas y ha desplazado a millones. Continúan los combates indiscriminados, sin el más mínimo respeto por la seguridad y el bienestar de la población civil. Con casi la mitad de la población dependiendo de la ayuda humanitaria, Somalia sufre una de las peores crisis del mundo.
Más de 1,4 millones de personas se encuentran desplazadas dentro de Somalia, y unos 600.000 somalíes viven como refugiados en los países vecinos. Somalia es el tercer país del mundo, después de Afganistán e Iraq, que expulsa a más refugiados.