ACNUR pide acceso humanitario urgente a los desplazados de Nigeria
ACNUR pide acceso humanitario urgente a los desplazados de Nigeria
La violencia que asola el noreste de Nigeria se extiende ahora a Níger, Camerún y Chad. ACNUR pide un acceso humanitario urgente a las personas refugiadas y desplazadas internas en estos países para poder proporcionar una asistencia de emergencia requerida urgentemente.
En Níger, la semana pasada se desataron enfrentamientos entre las fuerzas armadas nacionales de Níger e insurgentes de Nigeria en la ciudad de Bosso, cerca del lago Chad, en la región sureña de Diffa. A estos combates les han seguido una serie de ataques contra civiles en la ciudad de Diffa, incluidos atentados suicidas. El miedo y el pánico se están extendiendo rápidamente y gran parte de la población de Diffa se está desplazando hacia el oeste, en concreto hacia la ciudad de Zinder. Por el momento, ACNUR no dispone de estadísticas confirmadas sobre el número de desplazados internos, pero teme que la magnitud del desplazamiento sea importante, dado que Diffa, que tenía una población de 50.000 habitantes previamente a los ataques, hoy está prácticamente vacía.
Miles de personas han huido de otras ciudades y pueblos de la región. Si bien la mayoría de los desplazados internos han sido acogidos por las comunidades locales, hay una grave escasez de alimentos y agua potable. Esta situación se está viendo agravada por el hecho de que los comercios permanecen cerrados y los actores humanitarios han tenido que reducir significativamente sus actividades en la región de Diffa debido a la inseguridad general. En la actualidad no quedan actores humanitarios en Bosso.
En total, más de 100.000 personas han huido desde el noreste de Nigeria hacia Níger, incluyendo tanto refugiados nigerianos como retornados de Níger, desde que en mayo de 2013 se declarara el estado de emergencia en Adamawa, Borno y Yobe. En un primer momento, refugiados y retornados estuvieron viviendo entre la población local de acogida, pero su creciente número hizo necesaria la creación de dos campamentos, Sayam Forage y Kablewa, ubicados en zonas más seguras lejos de la frontera con Nigeria. Además de proporcionar más seguridad, estos campamentos inaugurados en enero, también están facilitando la distribución de asistencia humanitaria.
Cuando la violencia se desató la semana pasada en la región de Diffa, unos 700 refugiados ya habían sido trasladados al campamento de Sayam Forage. Si bien ACNUR y otras agencias todavía les están distribuyendo asistencia, debido a los recientes ataques no han podido acceder a los desplazados que se encuentran fuera de los campamentos, tanto en las zonas fronterizas como en las ciudades de Bosso o Diffa. ACNUR se encuentra profundamente preocupado por la situación humanitaria, ya que varios miles de personas se encuentran actualmente sin ningún tipo de ayuda. ACNUR está trabajando con las autoridades para desplegar trabajadores humanitarios de forma segura tan pronto como sea posible y al mismo tiempo se está preparando para llevar a cabo evaluaciones rápidas para los esfuerzos de respuesta.
En Camerún la situación es igualmente preocupante, ya que se estarían produciendo asesinatos, secuestros y actos de violencia brutal en la región del Extremo Norte, cerca de la frontera con Nigeria. Un ataque registrado la semana pasada en la ciudad fronteriza de Fotokol y el asesinato y secuestro de varios pasajeros en un autobús local durante el pasado fin de semana son sólo los ejemplos más recientes. La inseguridad está complicando cada vez más el acceso de los equipos de ACNUR a las zonas fronterizas a donde llegan los refugiados y desde donde son trasladados hacia el campo de refugiados Minawao, situado a unos 120 kilómetros. Desde principios de año, más de 9.000 refugiados nigerianos han huido a Camerún y han sido trasladados al campamento, donde están recibiendo asistencia de emergencia, que incluye alimentos, atención médica, material de cobijo y artículos de primera necesidad, tales como esteras, mantas y utensilios de cocina, como así como jabón. Hasta la fecha, ACNUR ha registrado a más de 40.000 refugiados nigerianos en la región del Extremo Norte, y 32.000 de ellos han sido trasladados a Minawao.
La violencia en la región del Extremo Norte también está afectando a decenas de miles de residentes locales. Como muchas personas han ido a vivir con parientes y familias de acogida, resulta difícil determinar la magnitud del desplazamiento interno. ACNUR está trabajando en estrecha colaboración con el gobierno de Camerún y sus socios humanitarios para determinar el alcance y evaluar la situación sobre el terreno, identificar y localizar a los desplazados internos y elaborar una respuesta humanitaria adecuada.
En Chad, a finales del pasado año se había registrado a unos 3.000 refugiados nigerianos. Además, desde entonces otros 15.000 refugiados han huido a Chad para escapar de los ataques contra instalaciones militares y contra la población civil en la ciudad Bagakawa, en el noreste de Nigeria, y sus alrededores. El Primer Ministro de Chad ha pedido apoyo a la comunidad humanitaria para hacer frente a la llegada de refugiados nigerianos, teniendo en cuenta el difícil contexto socio-económico del país. Dada la importancia y la proximidad de la ciudad de Bagakawa a Chad, así como la creciente preocupación por la seguridad de la principal vía de llegada de importaciones de Chad, que pasa por Camerún, el Parlamento de Chad ha aprobado el despliegue de tropas en Camerún. Las fuerzas chadianas también habrían sido desplegadas en Nigeria. Por su parte, Chad, Camerún y Níger también han comprometido el envío de fuerzas armadas para combatir a los militantes en el marco de la "Comisión de la Cuenca del Lago Chad", un organismo regional que también incluye a Benin.
Los refugiados y retornados han sido acogidos en varios asentamientos en la zona del Lago Chad. No obstante, la seguridad sigue siendo motivo de gran preocupación para todas las agencias humanitarias, así como para los propios refugiados, muchos de los cuales se estarían trasladando a Níger en lugar de dirigirse a un asentamiento para refugiados recientemente identificado en Dar-es-Salaam. Este lugar, con capacidad para al menos 12.000 personas tan sólo acoge actualmente a unas 3.000. Todavía resulta imposible acceder a muchos refugiados que permanecen en varias islas. Esta misma mañana, ACNUR ha sido informado de un nuevo y mortífero ataque en Ngouboua, una aldea en la zona del Lago Chad donde muchos refugiados han estado viviendo. ACNUR aún está tratando de recabar más detalles.
La Agencia de la ONU para los Refugiados en Chad está trabajando en estrecha colaboración con CNARR, las agencias de Naciones Unidas y socios para prestar asistencia en áreas como protección, alimentación, protección de menores, saneamiento y cobijo. Además, una vez lleguen más refugiados se ampliarán otros servicios como la educación y la generación de medios de vida.
En total, la violencia en el noreste de Nigeria ha forzado a más de 157.000 personas a huir a Níger (100.000), Camerún (40.000) y Chad (17.000). Además, cerca de un millón de personas estarían desplazadas en el interior de Nigeria, según la Agencia nacional nigeriana de Gestión de Emergencias.