Uganda lanza un sistema biométrico de comprobación de refugiados
Uganda lanza un sistema biométrico de comprobación de refugiados
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está prestando apoyo al Gobierno de Uganda en el lanzamiento de un sistema biométrico de comprobación de datos en todo el país para solventar cualquier anomalía en los datos de refugiados.
La puesta en marcha a gran escala del sistema comenzó ayer, jueves 1 de marzo, en el campamento de refugiados de Oruchinga, en el suroeste de Uganda, hogar de miles de refugiados congoleños, como paso previo antes de ser implementado en todo el país. ACNUR y sus socios ampliarán las prácticas de verificación biométrica con el despliegue de personal adicional, unas 400 personas, que cubrirá más de 800 kilómetros en más de 30 localizaciones.
Se estima que la verificación de datos esté completada en septiembre de este año, incluyendo la implantación de controles biométricos en 180 lugares de distribución de comida.
ACNUR proporciona el equipo técnico necesario, además de su software de registro biométrico, que ya ha sido empleado para registrar a más de 4,4 millones de refugiados en 48 países de todo el mundo.
Uganda proporciona protección a más de un millón de refugiados, y mantiene una política de puertas abiertas para las personas que huyen del conflicto y la persecución.
Su Gobierno detenta la responsabilidad sobre la respuesta humanitaria a refugiados, incluidos su registro y la documentación de nuevas llegadas.
El sistema de verificación garantizará que refugiados y solicitantes de asilo figuren de manera correcta en el sistema de registro, y ayude al Gobierno ugandés a mejorar la precisión de sus datos, para garantizar que los recursos y servicios que proporcionan ACNUR y sus socios lleguen a quienes más lo necesitan.
La política de asilo de Uganda está considerada como una de las más progresistas del mundo: ofrece parcelas de tierra a los refugiados dentro de las comunidades de acogida locales en las que se alojan, para que puedan construirse una casa y sembrar la cosecha. Los refugiados en Uganda se benefician de forma compartida con los nacionales del país – que han mostrado siempre generosidad y hospitalidad con las llegadas – de los servicios públicos, entre ellos la sanidad y la educación.
Los refugiados tienen también en Uganda derecho a trabajar y a abrir su propio negocio, así como libertad de movimiento por el territorio nacional. Esto implica que la población de refugiados en Uganda se encuentre dispersada en varios asentamientos y áreas urbanas de todo el país, lo que deriva en una mayor complejidad logística del ejercicio de verificación.
Uganda ha visto incrementar con gran rapidez en los últimos años la población de refugiados que acoge. El país continúa acogiendo nuevas llegadas, principalmente personas huidas de tres emergencias activas cercanas: Sudán del Sur, República Democrática del Congo (RDC) y Burundi. En los dos primeros meses de 2018, el país se ha convertido en el nuevo hogar de más de 50.000 personas. La mayoría de ellas entró en barca por el Lago Alberto, huyendo de la violencia del este de RDC.