Jóvenes congoleños huyen a Uganda por el temor al reclutamiento forzoso
Jóvenes congoleños huyen a Uganda por el temor al reclutamiento forzoso
CENTRO DE TRÁNSITO DE NYAKABANDE, Uganda, 24 de diciembre (ACNUR) – Marc,*Philippe* y Georges* son todos chicos jóvenes y con buena salud y por lo tanto, potenciales víctimas del reclutamiento militar forzoso. Por ese motivo estos veinteañeros huyeron de sus hogares, y al igual que otros miles de jóvenes, viven con el temor a ser reclutados en la guerra sin fin que se vive en el este de la República Democrática del Congo (RDC).
Desde el mes de abril la provincia de Kivu Norte ha sido azotada por oleadas de combates entre las tropas del gobierno y los rebeldes del movimiento M23. La situación se ha intensificado por el vacío legal general y por los choques entre distintos grupos armados, entre ellos la milicia Mai Mai.
Estos hombres jóvenes se han convertido en un recurso valioso para los rivales de ambos lados, que reclutan a soldados forzosamente entre la población local. Muchos de los refugiados que llegan al centro de tránsito de Nyakabande después de cruzar la frontera con Uganda son adolescentes que cuentan que han huido por el temor a ser reclutados. Éste es un tema que preocupa al ACNUR.
Nuevos informes han destacado la ausencia de menores y hombres jóvenes entre las largas filas de civiles que escaparon de los combates cuando el M23 avanzó sobre la ciudad de Goma, capital de la provincia, que finalmente fue tomada por los rebeldes el 20 de noviembre y retenida durante 10 días. Algunas familias enviaron a sus hijos por delante por su seguridad o les escondieron.
Cuando ACNUR se encontró con él en el centro de tránsito de Nyakabande, Marc estaba hablando por teléfono con sus vecinos al otro lado de la frontera en el territorio de Rutshuru, en Kivu Norte, e intentando recibir noticias sobre su hermano y otros parientes. Los padres del joven fueron asesinados hace dos años durante en el conflicto.
Marc buscó seguridad en Uganda a principios de año, después de haber escuchado en su escuela que uno de los grupos rebeldes estaban planeando raptar a chicos estudiantes para obligarles a unirse a sus filas. "El director nos dijo a todos que huyésemos" recuerda.
Marc decidió ir hacia Uganda. "Tenía miedo y huí. Ni siquiera pasé por casa" dice, añadiendo que fue en moto hasta Bunagana, que se extiende entre la frontera de Kivu Norte y el distrito Kisoro, en Uganda.
"La gente en Congo me quitó mi dinero (llevaba el equivalente a 10 dólares americanos) porque dijeron que la gente no debería cruzar a Uganda con dinero… Caminé hasta el centro de tránsito, a unos 20 kilómetros desde Bunagana" recuerda.
Philippe se encontró en la misma situación. Asegura que los grupos que estaban buscando jóvenes para reclutar pasaron por encima de los jefes locales. "Registran a todos los jóvenes y luego organizan una reunión, como una reunión local, y fuerzan a los jóvenes presentes a que se unan al grupo" explica Philippe, que cuenta cómo cuando se organizó la reunión partió inmediatamente hacia la frontera.
Georges huyó al mismo tiempo. "El jefe era mi amigo y me dijo que la reunión para el reclutamiento se había organizado … me dijo que me habían registrado y que sería mejor que huyese" explica.
Le llevó una semana llegar hasta la frontera desde su casa, porque se escondía y se perdía continuamente. "Tenía miedo de ser reclutado forzosamente. Caminaba, dormía entre los arbustos e intentaba esconderme. Estaba mendigando y comiendo cañas de azúcar" recuerda Georges. Dice que algunos de sus amigos fueron capturados y que temía por ellos.
El personal de ACNUR en Nyakabande afirma que muchos otros jóvenes han llegado al centro en los últimos meses temiendo ser enviados al frente en RDC. Se estima que 115 personas llegaron diariamente a Nyakabande en el mes de octubre y de ellos unos 7 u 8 dijeron que habían huido del reclutamiento forzoso.
El número descendió en noviembre, pero la actual confrontación entre las tropas del gobierno en Goma y las fuerzas del movimiento M23, que no están muy lejos, podría intensificar la búsqueda de jóvenes para reclutar. Ambos lados están dispuestos a entablar conversaciones para establecer la paz en la capital de Uganda, Kampala, pero el resultado de éstas aún es incierto y la gente sigue nerviosa en Kivu Norte.
Los hombres jóvenes con los que ACNUR habló en Nyakabande dicen que se sienten a salvo en el centro de tránsito, donde son entrevistados por el personal de protección de ACNUR y donde tienen acceso a asesoramiento psicosocial. Pero están solos y echan de menos a sus familias y hogares. Algunos esperaban que sus parientes lleguen y se unan a ellos.
"Quiero reunirme con mi hermano. Es el único que tengo" dice Marc, que ha oído que su hermano ha cruzado hacia Uganda y se aloja en el asentamiento de Rwamwanja, a unos 350 kilómentros al norte de aquí.
Marc, Philippe, Georges y otros jóvenes están todos de acuerdo en una cosa: no quieren volver a la República Democrática del Congo, donde la inseguridad sigue siendo todavía un problema a pesar del acuerdo nacional de paz de 2003. Ahora quieren continuar sus estudios y comenzar una nueva vida.
"Mi sueño es volver a la escuela" dice Philippe. Marc opina lo mismo, y dice a ACNUR que "si tuviese la oportunidad, me gustaría ir a la escuela en el asentamiento de Rwamwanja y continuar mi educación".
*Nombres cambiados por razones de protección.
Por Céline Schmitt en el centro de tránsito de Nyakabande, Uganda